Cambio de ‘pluma blanca’, el encargado de ejercer control en la Cárcel Judicial de Valledupar, dejó 14 heridos

Una revuelta entre los internos del patio número cuatro de la Cárcel Judicial de Valledupar, dejo el hecho de que llegara un nuevo líder o ‘pluma blanca’, como llaman los privados de la libertad a esta persona que se encarga del ‘control’, el suministro de beneficios como ciertos alimentos, un espacio privilegiado para dormir, celulares e incluso droga.

De acuerdo, con el personero municipal de Valledupar, Silvio Cuello, los hechos se presentaron cuando el anterior líder recobró la libertad y otro recluso tomó su puesto, a lo que la mayoría de los presos se opusieron y se formó la revuelta, que conllevó a que los funcionarios del Inpec establecieran protocolos de control para restablecer el orden.

'Como autoridad no los llamamos líderes sino veedores de Derechos Humanos y se supone que para eso están, no los escogemos nosotros sino los mismos privados de la libertad y asumen otras funciones, No comprendemos si una persona llega a ser líder porque la actual ya recobró su libertar, el nuevo sea rechazado por la mayoría. La misión del líder debe ser positiva para asuntos de beneficio y no para agredirse entre sí', manifestó el funcionario.

Asimismo, se conoció que la persona que se encuentra en la UCI es precisamente el nuevo líder que había sido designado para el patio cuatro, pero que al ser rechazado fue golpeado fuertemente.

De igual manera se estableció que las autoridades disciplinarias esperan un informe por parte del Inpec, que les permita conocer más detalles de lo sucedido y poder entregar información a los familiares de los lesionados.

Entre tanto una vez el sujeto gravemente herido se recupere será retornado a la cárcel, pero a otro patio donde no tenga inconvenientes de rechazo.

Cabe recordar que este es el segundo amotinamiento que se registra en la Cárcel Judicial de Valledupar, durante esta semana. El anterior obedeció a que los guardianes del Inpec realizaron una requisa sorpresa que no fue del agrado de los privados de la libertad, quienes intentaron agredir a dos uniformados y por ello fue necesario utilizar gases lacrimógenos. Esto dejó a dos internos con afectaciones por la inhalación del químico.