La creciente demanda mundial de Combustible Sostenible de Aviación (SAF) está abriendo un nuevo mercado para Colombia, donde el aceite de palma y la biomasa residual se convierten en materias primas estratégicas por sus bajas emisiones.
El presidente de Fedepalma, Nicolás Pérez Marulanda, explicó que el país cuenta con una ventaja especial: la baja huella de carbono en la producción de aceite de palma, lo que representa una oportunidad única para impulsar el SAF.
Según el dirigente gremial, esta condición se ha alcanzado gracias a tres factores clave. El primero, que los cultivos no se establezcan mediante deforestación, ya que ello liberaría grandes cantidades de gases de efecto invernadero. El segundo, la adopción de prácticas agrícolas más eficientes, en especial en el uso de fertilizantes. Y el tercero, el cubrimiento de las lagunas de oxidación en las plantas extractoras, lo que evita la liberación de metano y, además, permite generar energía a partir del gas capturado.
Actualmente, más de 30 de las 72 plantas extractoras en el país ya cuentan con este sistema. “Estos tres factores determinan que la huella de carbono sea baja, lo que constituye una condición especial en Colombia y nos ha permitido solicitar la inclusión del país en la base de datos de sostenibilidad”, afirmó Pérez Marulanda.
El Gobierno también avanza en esta dirección y ya solicitó a la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) que el aceite de palma colombiano sea reconocido como materia prima elegible para la producción de SAF.
De forma paralela, el representante Nicolás Barguil radicó un proyecto de ley —aprobado en primer debate— que busca establecer un marco regulatorio para este biocombustible. “De aprobarse, Colombia podría acceder a un mercado de 300 mil toneladas anuales de SAF hacia 2035, lo que demandará unas 655 mil toneladas de aceite, equivalente al actual mercado del biodiésel en el país”, precisó Pérez Marulanda.
No obstante, advirtió que el gran reto sigue siendo la disponibilidad de materia prima. “Hoy, la única fuente viable a corto plazo, con la tecnología comercial actual, es el aceite de palma. Tanto Ecopetrol como otros actores están a la espera de que la Oaci lo acepte para dar paso a las inversiones necesarias y producirlo de manera comercial”, sostuvo.
Gremca, primera en el mundo en ser certificada para producir SAF
En este contexto, la compañía Gremca se convirtió en la primera en el mundo en recibir la certificación ISCC Corsia, que la habilita para producir SAF. A este reconocimiento se suma la certificación ISCC bajo el complemento EUDR, que garantiza la producción de aceite de palma libre de deforestación.
“Estos logros demuestran que Colombia puede cumplir con los más altos estándares globales de sostenibilidad, trazabilidad y respeto por el medio ambiente”, destacó Óscar Cifuentes Vargas, gerente general de la empresa.
En una reciente visita a sus plantaciones, el director de la Aeronáutica Civil, José Henry Pinto, junto a representantes del Ministerio de Minas y Energía, Fedepalma, Fedebiocombustibles y empresarios del sector, resaltaron el liderazgo de Gremca como referente de sostenibilidad y transición hacia los biocombustibles de nueva generación.
“Este plan refleja nuestras metas como empresa y nuestra convicción de que la sostenibilidad es posible con respeto a los derechos de los trabajadores y diálogo social”, concluyó Cifuentes.