Buses llenos y falta de adopción de protocolos de bioseguridad son algunas de las quejas de los usuarios de los buses de transporte colectivo de Barranquilla y su área metropolitana.
Azharys Hazbún, quien expuso su queja a través de la línea Wasapea a EL HERALDO, aseguró que en las horas de la mañana, cuando normalmente toma el bus para dirigirse a su lugar de trabajo, es normal que se presenten casos de buses llenos.
Contó que en el último caso que vivió, las personas se quejaron ante el conductor y le pidieron que no dejara subir más pasajeros por la seguridad de todos, petición que fue omitida.
'La gente le decía que no dejara montar a más personas, pero el conductor no respondía, no decía absolutamente nada, sino que seguía montando gente (…) una muchacha discutió con él, le dijo que no metiera más gente y el señor le respondió mal, le dijo que si no le gustaba que se bajara y ella al final se bajó', dijo Hazbún.
La mujer aseguró que el bus permaneció lleno la mayor parte del recorrido y que además había personas sin tapabocas.
Otro hecho que le llamó la atención fue que el vehículo tenía los vidrios polarizados. 'He visto también que los buses llevaban los vidrios polarizados, entonces al cerrar las puertas la Policía no se da cuenta de que van llenos. Ellos se la están ingeniando para poder subir gente; entendemos el tema de la economía, pero la salud prima ante todo', añadió la usuaria.
Dany Ayazo, usuario de buses colectivos, aseguró que a las 6:00 p.m. cuando sale del trabajo le toca esperar más de 40 minutos porque los buses pasan 'atiborrados de gente' y en algunos casos recogen pasajeros sin cumplir el cupo máximo permitido. 'Hay gente que le grita al conductor para que deje de subir personas, pero los conductores no prestan atención', dijo.