Los reiterados incumplimientos en los compromisos adquiridos fueron minando el camino para que Barranquilla perdiera la sede de los Juegos Panamericanos 2027, un sueño que se empezó a fabricar siete años atrás y se desvaneció con el tiempo.
El no pago de 4 millones de dólares, a finales de diciembre, fue la 'gota que rebosó la copa' para Panam Sports. Aunque la organización había puesto sus esperanzas en la capital del Atlántico al declararla como sede a través del mecanismo de aclamación, la confianza puesta en manos de la ciudad no pudo contener la fatídica decisión.
En 2021, luego de la firma del contrato, el Distrito hizo los primeros pagos a Panam Sports. Fueron cerca de 2.2 millones de dólares los que destinó la administración distrital para honrar el espaldarazo dado por los 41 países del hemisferio para albergar las justas deportivas.
De forma paralela, el Ministerio del Deporte –en cabeza de Guillermo Herrera– emprendió la tarea de gestionar que los Panamericanos fueran declarados como un proyecto de importancia estratégica nacional en el Consejo Nacional de Política Económica y Social (Conpes).
Sin embargo, la exigente planificación que demanda este tipo de eventos –de acuerdo con Herrera– conllevó a frenar las gestiones para que el gobierno de Gustavo Petro fuera el encargado de hacer las definiciones relacionadas con la conformación del comité organizador y su personería jurídica, así como comenzara a perfilar su financiación.
De esa manera, y según los registros de Panam Sports, uno de los puntos que quedó pendiente fue el pago de 4 millones de dólares correspondientes a los derechos de organización de los Juegos. La fecha límite inicial era el 30 de julio de 2022. A eso se sumaban otros 4 millones de dólares, por concepto de la concesión de derechos de medios, cuya fecha máxima de pago era el 30 de julio.
El cambio de gobierno también imposibilitó que se entregara, en el tiempo dado por Panam Sports, el cronograma de trabajo y el presupuesto de los juegos, en el cual se detallaran las fuentes de financiación.
En la era Petro
A su llegada al Ministerio del Deporte, María Isabel Urrutia mostró poco interés alrededor de la organización de los Juegos Panamericanos.
Muchos fueron los reparos que la exmedallista olímpica realizó alrededor de las justas deportivas, muy a pesar del interés que el presidente Petro expresaba –según sus allegados– en avanzar en su viabilización.
En medio de ese panorama incierto se culminó el periodo para la protección de las marcas de Panam Sports (31 de diciembre de 2022).
Además, también se finalizó el primer plazo (31 de enero de 2023) dado por Panam Sports para la entrega de la póliza de seguro o boleta de garantía bancaria por 50 millones de dólares
Durante los seis meses y 20 días que estuvo en el cargo, la funcionaria solamente designó un gerente –el cual nunca pudo adelantar gestiones– y la constitución de un comité organizador que poco avanzó en los compromisos pendientes.
En marzo de 2023, Astrid Rodríguez arribó al Ministerio del Deporte y adoptó una actitud diferente. A las pocas semanas de su posesión se dio a la tarea de tender puentes con Panam Sports, el Comité Olímpico Colombiano, la Alcaldía de Barranquilla y la Gobernación del Atlántico para retomar la organización de los juegos.
Sin embargo, Rodríguez siempre fue enfática al indicar que la decisión final estaba en manos del presidente Petro.
Uno de los temas que se analizó en varias de las mesas de trabajo lideradas por la ministra Rodríguez fue la financiación. Una de las cartas que hubo sobre la mesa fue que el Distrito hiciera el mayor aporte financiero. Sin embargo, al final se determinó que el 60 % correrían por cuenta del Gobierno, mientras que el 40 % restante lo asumiría la administración distrital y la Gobernación.
Ultimátum de Panam Sports
Todo parecía avanzar de forma positiva hasta que –en agosto del año anterior– Panam Sports hizo un ultimátum: cumplir con los compromisos pendientes en un plazo de 60 días, que vencía el 29 de octubre.
De forma maratónica, la ministra Rodríguez y el alcalde Jaime Pumarejo iniciaron una cruzada para convencer a Panam Sports de suscribir un acuerdo de pago y refrendar a la ciudad como sede de los juegos.
Esto conllevó a que Barranquilla pudiera recibir la bandera panamericana en noviembre y diera paso a la conformación del Comité Organizador.
Sin embargo, la 'decisión unilateral' del Ministerio de aplazar el pago de los 8 millones de dólares para el mes de enero cerró la puerta a que Barranquilla sea el epicentro del deporte mundial dentro de 3 años.
Importancia de las justas deportivas
Más de 8 mil atletas, representando a 41 países en 38 disciplinas, hacen parte de los números alrededor de los Juegos Panamericanos 2027, que se habían consolidado para Barranquilla como un motor de desarrollo.
De acuerdo con un análisis hecho por Óscar Franco, exdirector de la Dian, la realización de las justas deportivas generaría cerca de 17 mil empleos directos y jalonaría cerca de 2 millones de visitantes y 1.2 asistentes a los recintos deportivos.
Además, cerca de 2 mil horas de trasmisión televisiva llegaría a más de 200 espectadores en el mundo.
Con relación a la Villa Panamericana, Franco indicó que sería una inversión aproximada de 120 millones de dólares para habilitar cerca de 1.400 unidades residenciales que posteriormente se podrían destinar como viviendas de interés sociales.




















