El parque Venezuela aloja la esencia del mercado público
Hasta la fecha se han vendido $140 millones. Hoy se definirá la nueva localidad del ‘Mercado a Tu Barrio’.
Las frutas, las verduras, los tubérculos y hasta plantas curativas están cuidadosamente exhibidas como si se tratara de la mismísima plaza de mercado de Barranquilla.
Esa es la razón de este mercado itinerante que llega hasta los barrios para facilidad de los compradores, pero sobre todo para incentivar la economía de los vendedores del Centro, que por la pandemia tuvieron serias consecuencias que afectaron directamente sus bolsillos.
El recorrido inicia con un proceso de toma de temperatura y de desinfección de manos. Desde la entrada, el camino está direccionado por vallas.
En uno de los primeros puestos ofrecen bolsas de tela para empacar el mercado, en el siguiente invitan a tomar “una refrescante agua de coco” que a propósito sirve de aliciente para apaciguar el calor de las 11 de la mañana.
Los colores de las frutas y la calidez de la sonrisa de los vendedores, que en su mayoría son adultos mayores, crean una buena armonía en este lugar que incentiva a comprar. “Todo está fresco, además la atención en todos los puestos ha sido maravillosa”, dice una mujer que lleva varias bolsas de compra y que habita en los alrededores del parque Venezuela, el sitio escogida esta semana para Mercado a Tu Barrio.
El parque hoy es el escenario de estos 37 vendedores que se agrupan en grandes toldos y que ofrecen “precios de plaza”.
“El pomelo se lo dejo en $3 mil, lleve los dos por $5 mil”, se le escucha a Yaneth Hernández, una vendedora de 57 años, que lleva un poco más de la mitad en esta labor.
Este cítrico es su protagonista, según ella porque tiene vitamina C y es lo que más toma la gente actualmente.
En el recorrido se hace visible una pequeña mesa, improvisada con estibas, que llama la atención por el olor que emana. Al acercarse una mujer de avanzada edad, acomoda pequeños ramos con cientos de verdes hojas que curan “hasta el coronavirus”.
Mientras empaca varias hojas, que a simple vista pueden parecer iguales, ofrece paso a paso la receta para prepararlas.
“A esta menta, al eucalipto, anamú y el anís estrellado lo mezcla con un poquito de jengibre, una cucharadita de miel y le ralla panela. Eso le quita hasta la gripa más fuerte que tenga”, eso le explica a una compradora que toma atenta nota y que al final agradece porque “necesita curar a un familiar”.
Ana Contreras, de 65 años de edad, estudió química y farmacia, aunque la ejerció por poco tiempo, dice con orgullo que la mayor experiencia se la han dado las plantas medicinales.
Este pequeño negocio lo heredó de su esposo, un conocido vendedor que estuvo 50 años vendiendo plantas y recetando remedios naturales en la carrera 43 con calle 30.
“Él murió hace varios años y desde entonces me tocó irme para el Centro, eso fue todo lo que me dejó, pero está crisis con los cierres de los negocios nos afectó mucho, hubo pérdidas y esto es lo único que yo tengo para sobrevivir”, dice Ana, al tiempo que atiende a una nueva cliente que busca una planta para “la tos”.
Esta vez ofrece un nuevo brebaje caliente y se despide de su cliente con una sonora sonrisa. “Yo estoy tranquila, se está vendiendo, es mejor que estar en la casa sin recibir nada, aquí todos estamos contentos”.
Hasta el miércoles, Ana sus mejunjes, y el resto de vendedores, que están acostumbrados al fervor que se vive en el corazón del Centro, recorrerán otra localidad de Barranquilla en busca de más ventas que les permitan mejorar sus ingresos y tal vez hasta curar a uno que otro enfermo.
Hoy, la Alcaldía definirá una nueva plaza para este Mercado, que hasta la fecha ha acumulado ventas por unos $140 millones.
