Dos meses han pasado desde que se empezó a implementar el nuevo modelo de salud del magisterio. Algunos docentes han mostrado su inconformismo con el sistema, asegurando que han sido 60 días de “promesas y deudas no saldadas”.
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“Al cumplirse 2 meses de la implementación del nuevo modelo de salud del magisterio, el balance ha sido negativo y no puede registrarse bajo un adjetivo diferente al de desesperanzador. El magisterio ha soportado casi que con estoicismo las consecuencias de unas ideas que nacieron acá y fueron desfiguradas en su aplicación desde un inadecuado proceso de dirección y planificación”, dice al respecto el docente Alberto Ortiz Saldarriaga, líder sindical.
Ortiz recordó que de manera pública tuvo la oportunidad de dar a conocer las ideas planteadas por los docentes, como la necesidad de “transitar hacia un modelo de salud que incluyera el pago por eventos, con fuertes procesos de interventoría”; la introducción de la libertad de escogencia para estimular la competencia; la posibilidad de tener dentro del abanico de oferentes a entidades del sector público repotenciadas; y la idea de que la provisión de medicamentos se hiciera a través de Drogas La Rebaja.
Sin embargo, denunció que “en contravía de la Ley Estatutaria de Salud y del propio Acuerdo 03 del FOMAG, que da vida al Nuevo Modelo, se decidió desde Bogotá contratar el primer nivel por capitación y no por eventos y se eliminó para los maestros la libertad de escogencia y para los prestadores la competencia, situación que se agrava si se tiene en cuenta que no se sabe bajo qué criterios se seleccionó a entidades a las que les quedó grande el reto”.
Ante todo esto, el educador anunció que interpuso ya una acción de tutela que correspondió por reparto al Juzgado Catorce Penal del Circuito de Barranquilla, con la cual se busca que, “en función de los derechos fundamentales a la salud, la vida y la participación de los ciudadanos en las decisiones que los afectan, se garantice su libertad de escogencia desde el nivel 1 y desde la apertura de opciones se pase de un modelo de subsidio a la oferta (pago por capitación) a uno de subsidio a la demanda (pago por eventos) como se concebía desde la idea original del Nuevo Modelo”.
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Asimismo, Ortiz se mostró decepcionado tras la reunión que se sostuvo el viernes pasado en la sede de ADEA con presencia de la gerente nacional del FOMAG, María Mercedes Petro, y la vicepresidente de Fiduprevisora, Magda Lorena Giraldo.
“Fue una reunión en la que no se nos dijo nada nuevo y donde solo se plasman buenas intenciones, pero no soluciones concretas a la grave problemática que atraviesa el magisterio”, aseveró.
Añadió: “Cuando lo que está en riesgo y bajo amenaza es la salud y la vida de los maestros y de sus familias, no puede haber posturas frías y dubitativas, en las que se anteponga a la defensa de los derechos e intereses del magisterio, intentar no generarle molestias al gobierno”.
Ortiz hizo un llamado a las bases a pronunciarse y a no dejar pasar estas situaciones por alto. “El que no actúe debería asumir el costo político y dar un paso al costado” finalizó.
