La llegada de un nuevo año está acompañada, en la mayoría de los casos, con la construcción de retos y desafíos. En Barranquilla, una de las tareas pendientes para el venidero 2024 corre por cuenta de la seguridad. Así lo ha reseñado Fundesarrollo, teniendo en cuenta el incremento que se ha registrado -durante los últimos meses- en delitos de alto impacto, que generan una estela de zozobra y preocupación entre la ciudadanía.
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De acuerdo con el centro de pensamiento, entre 2019 y 2022 en la capital del Atlántico han aumentado los registros de delitos como homicidios (14 %), hurto a personas (31 %), hurto a motocicletas (26 %), hurto a vehículos (108 %) y las extorsiones (147 %).
Esto ha impactado en la calidad de vida de los ciudadanos, tal como lo reflejan los resultados de la última encuesta de percepción ciudadana realizada por Barranquilla Cómo Vamos, la cual refleja que solo el 29.2 % de las personas se sienten seguros en la ciudad.
Dicha visión se refuerza con lo expresado un informe publicado en septiembre del presente año por Fundesarollo y el Observatorio de Seguridad Ciudadana de la Universidad del Norte sobre los indicadores de seguridad en la ciudad, en el cual se refirieron a una 'escasez relativa en la oferta del sistema judicial y carcelario de Barranquilla'.
En ese sentido, expusieron que corte de diciembre de 2022, el número de jueces por cada 100 mil habitantes en el país era de 9.6, mientras que en el departamento esta cifra solo alcanzaba a ser de 7.4.
Sobre la capacidad carcelaria, en el informe se detalla que mientras que a corte de abril de 2023 el promedio de hacinamiento nacional en las cárceles era del 22 %, en Barranquilla esta cifra llegó a ser del 61.5 %.
Además, en el documento también se expone una alerta por una creciente tendencia de expresiones sociales que ilustran la disposición de tomar la justicia en sus propias manos frente a los actos delictivos.
'Este fenómeno refleja una creciente desconfianza en el sistema de justicia y en la capacidad de las autoridades para proteger y brindar seguridad a los ciudadanos', agrega el informe.
En este diagnostico expusieron, además, que el crecimiento desorganizado de los municipios conurbados ha llevado a 'altos niveles de segregación social', que a la postre generan desigualdad en el acceso a servicios básicos y, a su vez, problemas de violencia y criminalidad.
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También se refirieron en el documento al incremento de la violencia por el fortalecimiento de estructuras de crimen organizado en la ciudad, que ha marcado la gestión política y estratégica de la seguridad en el Distrito y el departamento.
'La situación de inseguridad en Barranquilla no solo se debe al actuar aislado de bandas criminales locales, sino también es producto de la estrategia de expansión y cumplimiento de intereses de bandas criminales organizadas', indicaron.
Zonas de riesgo
En Barranquilla y su área metropolitana se han identificado escenarios de riesgo que han conllevado a la publicación de dos alertas tempranas por parte de la Defensoría del Pueblo. En el último documento, publicado en junio de 2023, se indica que se han 'profundizado' las dinámicas de violencia y pueden impactar a toda la ciudadanía.
La Defensoría del Pueblo también presenta, en sus alertas tempranas, una localización geográfica de los riesgos. En la localidad Suroriente se concentra en los barrios La Chinita, La Luz, El Milagro, Rebolo, Simón Bolívar, Las Nieves, El Ferry, Montes (barrio chino), Pasadena, Universal, Villa Blanca, Bella Arena, San Antonio Galán, Santa Elena y San Roque.
En la localidad Suroccidente, por su parte, corresponde a Las Malvinas, Los Olivos I y II, La Pradera, El Pueblito, Las Gardenias, La Paz, La Gloria, Villa La Cordialidad, Villas de San Pablo, El Por Fin, Me Quejo, Ciudad Modesto, Evaristo Sourdis, La Manga, Carlos Meisel, Nueva Colombia, El Valle, El Bosque, La Paz, Villas del Rosario, Pinar del Río, Bernardo Hoyos, California, Lipaya, Cuchilla de Villate, Los Ángeles I, II y III etapa, El Edén, Caribe Verde, San Felipe, Fidel Castro y La Esmeralda.
Por su parte, los riesgos en la localidad Norte Centro Histórico se encuentran localizados en los barrios Villanueva - La Loma, La Bendición de Dios, Barranquillita, Barlovento, San Roque, Monte Cristo, El Boliche, El Rosario, Centro, Barrio Abajo y la vereda Las Nubes.
Mientras que en la localidad Metropolitana se prioriza a los barrios Siete de Abril, San Luis, Santo Domingo de Guzmán, Carrizal, La Sierrita, Santa María, Ciudadela 20 de Julio, Santuario, La Magdalena y todo el sector de carrera 8, Kennedy, Villas de San Carlos, Las Granjas, Los Continentes, Villa Sevilla, Las Américas, Las Cayenas, Las Gaviotas y Villa Carmen.
Por último, en la localidad Riomar se concentra en los barrios Las Flores, Siape, La Playa, San Salvador, La Cangrejera y Adelita de Char.
Acciones a priorizar
Ad portas del inicio de 2024, Fundesarrollo presentó una serie de recomendaciones de acciones para atender la problemática de seguridad.
La primera corresponde a priorizar la contención del crimen organizado y sus expresiones. En ese sentido, explicó que se requiere la coordinación de agendas permanentes de trabajo interinstitucionales para atender las dinámicas de violencia y criminalidad tanto de baja intensidad como de alta complejidad.
También expuso que se necesita el respaldo del Gobierno central para el fortalecimiento del aparato judicial, los sistemas de observación y seguimiento a los delitos.
Indicó, además, que es necesario robustecer las capacidades institucionales locales para implementar estrategias de prevención donde la juventud sea parte fundamental, así como ampliar la política de seguridad y convivencia ciudadana en todo el territorio priorizando los lugares con alta concentración de actos delincuenciales.
Recalcó que es necesario coordinar acciones con líderes locales y nacionales para enfrentar eficazmente el crimen organizado y riesgos postconflicto.
¿Qué dicen los expertos?
EL HERALDO consultó a varios expertos en seguridad sobre la pertinencia de las recomendaciones hechas por Fundesarrollo, con el fin de establecer -según su concepto- las acciones más relevantes ante la situación que se registra en la ciudad.
En ese sentido, Janiel Melamed, director del Observatorio de Seguridad Ciudadana de la Universidad del Norte, sostuvo que para hacer un abordaje integral de la problemática de seguridad se debe conocer su génesis.
'Hay que tener claro el panorama de seguridad que recibirán las nuevas administraciones. Una adecuada y temprana lectura de los desafíos que enfrentarán es fundamental para no caer en improvisaciones y viejos errores a partir de diagnósticos sesgados', expuso.
Agregó que 'hay expresiones del crimen organizado de índole local o regional y otras de articulación nacional y transnacional. En este sentido, algunos retos de seguridad necesariamente requerirán del apoyo de las capacidades del nivel central'.
Para el académico Alejandro Blanco, el panorama en seguridad ciudadana conlleva a que la colaboración Interinstitucional entre diversos entes -como la policía y las instituciones judiciales- sean de vital importancia.
Se mostró de acuerdo con la necesidad de que el Gobierno respalde a las autoridades locales con recursos financieros, capacitación y tecnología avanzada para fortalecer el sistema de Inteligencia y contrainteligencia.
'Esto último es clave, porque un porcentaje importante de las extorsiones en Barranquilla se planean y ejecutan desde las cárceles; en este sentido, otro punto clave para la inteligencia y la contrainteligencia es la zona portuaria, por allí se exportan toneladas de cocaína', agregó.
También expuso que la participación de la sociedad civil en este proceso es vital, más allá de las redes de cooperación: 'Se puede incluir la creación de redes de vecinos y el fomento de una cultura de cara a la convivencia pacífica'.
Agregó, además, que la academia puede aportar ideas de cara a la construcción de una política pública en lo referente a la seguridad ciudadana.
Luis Trejos, docente de la Universidad del Norte, expuso que el Gobierno entrante debe contar con un 'diagnóstico riguroso' no solo de los actores criminales -organizados y comunes- que operan en Barranquilla, sino también de sus rentas, poniendo énfasis en el narcotráfico, el microtráfico y la extorsión.
'Se esperaría que se inicie un proceso de gobernanza de la seguridad abriendo espacios de diálogo permanente con organizaciones de la sociedad civil y gremios como Undeco y Asocentro, con el fin de contar con insumos que hagan más robusta la formulación de la política pública de seguridad y convivencia ciudadana del Distrito', dijo.
Además, recalcó que es necesario que se logren alinear algunos planes y proyectos del Plan de Desarrollo local con el nacional, 'con el fin de enlazarlos con la estrategia del Gobierno'.
Expresó que en la agenda de los congresistas del Atlántico debe incluirse el tema de la seguridad ciudadana, teniendo en cuenta que 'se hace necesario que desde el Congreso y MinJusticia se aborden temas como una profunda reforma al sistema carcelario y aumento de capacidades para los operadores de justicia'.
Fortalecer la capacidad de respuesta ante la inseguridad
La articulación interinstitucional, inversión para el fortalecimiento de capacidades, focalización, gradualidad y participación ciudadana son los cinco pilares de la estrategia de seguridad que se implementará en Barranquilla, a partir del primero de enero.
El anuncio lo realizó el alcalde electo, Alejandro Char, al momento de anunciar el equipo que liderará esta tarea desde la Secretaría de Seguridad y la Alta Consejería para la Seguridad, el cual se encuentra conformado por Yesid Turbay, el mayor general (r) Julio César González, el general (r) Mariano Botero Coy y el coronel Tahir Rivera Suescún.
'La protección de los barranquilleros ante la delincuencia va a ser nuestro principal derrotero. Para ello fortaleceremos los gestores de convivencia, realizaremos inversión en tecnología que nos permita vigilar de manera más efectiva ciertos puntos de la ciudad y sobre todo tener una reacción rápida de las autoridades', sostuvo Char.
Señaló que se busca con esta nueva Secretaría que la ciudad cuente con una estructura robusta, encargada de la articulación con la fuerza pública, los organismos de seguridad y de justicia.
Además, que pueda planificar, lograr y fortalecer una sinergia de capacidades que permita atender las necesidades de la gente y emplear estrategias tendientes a la resolución de conflictos, disminución de la delincuencia instrumental, el respeto por los derechos humanos y el rechazo a todos los tipos de violencia.
