Compartir:

La lucha contra las drogas en Colombia suscita una polémica permanente que en estos momentos vuelve a poner en la balanza la garantía de un derecho fundamental como es la salud.

La controversia gira en torno al uso del glifosato, un pesticida cuyo uso con aspersiones aéreas ha sido restringido por la Corte Constitucional, pero que el Gobierno nacional defiende como un método clave para atacar los cultivos ilícitos de coca que cada año crecen más, según la Oficina para Política Antidrogas de la Casa Blanca.

A propósito de esta controversia nacional, cinco expertos de la Universidad Simón Bolívar analizaron este tema y dieron sus conceptos político, jurídico, medioambiental, agrícola y de la salud.

Una decisión más política que sanitaria

El Gobierno insiste en el uso del glifosato en una decisión más política que económica o sanitaria. Organizaciones internacionales han expresado el aumento del cultivo de coca en Colombia, que se ha convertido en el primer productor mundial.

El Estado, con base niveles de gobernanza y gobernabilidad, quiere bajar la presión internacional sobre el tema.

La Corte Constitucional ha expresado en tres ocasiones su posición en torno al uso del glifosato y su aspersión área, medio que quiere volver a usar el Estado para combatir los cultivos ilícitos. La Corte evidenció afectaciones a la salud y el medio ambiente, como consecuencia del uso del fitosanitario.

Concluyó que 'es una sustancia tóxica, que dependiendo del nivel de exposición y de la cantidad que se usa, puede causar cáncer u otras afectaciones a las células humanas'

El Estado debe –según la Corte– 'tomar medidas que anticipen y eviten cualquier daño' a la salud y el medio ambiente y hallar 'una forma alternativa de erradicación con una sustancia química que no esté catalogada como tóxica'.

*Sociólogo y abogado, con doctorado en Filosofía y Ciencias Políticas.

Ensayos ‘in vitro’ evidencian afectaciones

Desde Unisimón, en el laboratorio, hemos realizado ensayos in vitro con células humanas y notamos que se afecta su viabilidad, inclusive muerte celular cuando se prueban concentraciones similares a las que utiliza un campesino en su día a día para fumigar la maleza.

El compuesto con glifosato al interactuar directamente con la célula, genera daños en el ADN. Estos estudios serán publicados pronto. Las altas concentraciones de glifosato, sin dudas, podrían ocasionar afectaciones al sistema nervioso, respiratorio o sanguíneo al entrar a las personas por vía oral, respiratoria o por contacto con la piel.

Así mismo, podría dañar no solo a las personas, sino a toda la fauna que entre en contacto con el glifosato. Es una afectación a largo plazo generando daños lentos que podrían resultar en cáncer, problemas respiratorios o de piel. Lo mejor es no utilizar glifosato.

Se deben implementar otros métodos de erradicación como el manual, sustitución de cultivos u otras moléculas que sean menos toxicas, con menos concentración para matar el cultivo ilícito sin afectar las células de los organismos. Se deben dejar a un lado los intereses políticos y económicos, y priorizar la salud.

*Microbiólogo e inmunólogo, doctor en Bioquímica y Biología Molecular.