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Apoyados por el clima fresco proveniente de las decenas de árboles frondosos que se movían al ritmo del viento en el atardecer, la comunidad de Los Andes se concentró desde la mañana en el remodelado parque para celebrar los 65 años de su fundación, en el que destacaron la transformación del barrio, pero no omitieron la problemática de inseguridad que los afecta.

Las danzas folclóricas, un amplificador de audio que reproducía diferentes géneros y el entusiasmo de los adultos mayores, padres de familia, jóvenes y niños fueron suficientes para amenizar el típico ambiente caribeño, en el que no faltó el pudín y los carros de raspao en los alrededores del espacio recreativo ubicado en la calle 61 con carrera 27.

En medio de la celebración también hubo espacio para recordar cómo inició el barrio que hoy en día tiene 6.489 habitantes y hace parte de la localidad Suroccidente de Barranquilla, desde la calle 57 hasta la calle 64 y entre las carreras 21B y la 27 (ver mapa).

'Lo que antes era puro monte por allá en los años 40, empezó a poblarse en 1953 inicialmente en el sector del ala sur, es decir, lo que es el área comprendida entre la iglesia de San Clemente hacia la carrera 23', sostuvo el contador público Álvaro Arazo.

Mientras que el último sector que completó Los Andes, según agregó, fue el comprendido desde la carrera 27 hasta la 21B y desde la calle 63B hasta la calle 64, conocido dentro del barrio como la urbanización María, tras ser 'un lote adquirido en 1964 por una familia de empresarios turcos con una propiedad llamada María y Compañía', contó el hombre de 75 años, quien fue el encargado por la comunidad de relatar la historia al ser referenciado por la misma como 'el dueño de una memoria prodigiosa'.

De acuerdo con Arazo, el nombre del barrio tiene que ver con su altura en comparación con los otros barrios que lo rodean, tales como Nueva Granada, Lucero, Los Pinos, Pumarejo, El Valle y San Felipe.

Personajes de la política local y de la cultura también se acercaron hasta el parque a celebrar más de seis décadas con los habitantes de Los Andes, como es caso de la reina del Carnaval de Barranquilla-2019, Carolina Segebre, quien le puso color y tradición al agasajo con un vestido colorido y acompañada de cumbiamberas.

65 años después. Los beneficiados del mini carnaval formado espontáneamente fueron sus habitantes, quienes aprovecharon la música para danzar al compás de la flauta de millo, y aprovecharon para destacar la evolución que se ha generado en Los Andes 65 años después.

'El barrio ha recobrado bastante vida, ha ayudado mucho la presencia de un CAI y las actividades recreativas. Llena de alegría este parque, donde ahora los niños sí pueden venir a divertirse y no como antes donde los vándalos y los consumidores de droga se habían adueñado de él', dijo Inmaculada Sandoval.

Al festejo del aniversario también asistieron habitantes de barrios circundantes, como Ricardo Salas, un vecino de Buena Esperanza, quien concurrió en compañía de sus sobrinos para ser testigos de la celebración y resaltar a Los Andes como el barrio 'donde cruzan tantas rutas de buses' en la ciudad.

'Es el eje central de Barranquilla, donde circulan en su interior y en su periferia más de 20 rutas de buses, un número que es muy difícil que se encuentre en otro barrio de la ciudad', dijo.

El corredor de la salud. Además del parque y del transporte urbano, los vecinos de otros sectores de Los Andes resaltan el 'corredor de la salud', como le llaman a la calle 57 entre carreras 23 y 25, debido a la ubicación de los edificios del Cari de Alta Complejidad y del antiguo Instituto del Seguro Social (ISS).

A pesar de la actualidad de ambos (crisis funcional del Cari y abandono de la edificación del ISS), los residentes recordaron los mejores tiempos de la salud con estas instituciones.

'Estuve ahí casi un año hospitalizado. Eso era increíble, lo mejor que había en la salud era el Seguro Social. Da lástima que lo hayan dejado perder', aseguró Guillermo Ortega, quien recientemente se enteró de que la edificación será demolida y pasará a ser un complejo comercial de uso mixto.

El pensionado de 73 años se refirió a los rumores que circulan alrededor del antiguo ISS, donde 'supuestamente se aparece una señora vestida con bata blanca, no creo en eso, pero el abandono y la oscuridad en las noches se presta para ese tipo de historias', añadió.

Inseguridad aqueja

Sin embargo, estos relatos paranormales en el vecindario no son causantes de temor para Rosalba Morrón, quien manifestó que de ese edificio abandonado solo 'salen ratas de cuatro y de dos patas'.

'Eso se convirtió en un antro, donde se esconden ladrones que han dañado la imagen de Los Pinos y de Los Andes', sostuvo la mesera.

A sus declaraciones se le une Ruth Mejía, quien indicó que 'no nos podemos sentar en las terrazas porque corremos el riesgo de ser atracados'.

A pesar de la adversidad, la comunidad no se amilanó y celebró los 65 años de su barrio hasta el atardecer, con la satisfacción de los adultos por un buen presente, y con la alegría inquieta de los niños por un mejor futuro.