Trabajadores de las empresas de conducción del Atlántico protestan en la mañana de este viernes en la sede del Ministerio de Transporte de Barranquilla, ubicada en la carrera 57 #75-42, por las fallas que viene presentando el nuevo sistema de control y vigilancia en los Centros de Enseñanza Automovilística del país.
Samir Villa Acosta, propietario del Centro de Enseñanza Automovilístico de Soledad, explicó que el sistema de control que les impuso la Superintendencia de Puertos y Transporte ha presentado fallas desde el primer día que entró a operar, 18 de diciembre de 2017.
Afirmó que en ese software deben validar que el estudiante asista a la clase con el sistema de la huella biométrica, pero este no deja ingresar los datos.
'Llevamos un mes, dónde al estudiante no se le ha podido realizar el certificado de ingreso a la escuela', señaló Villa Acosta.
Aseguró que en el país hay 12.000 licencias sin entregar, de las cuales 2.000 son del Atlántico.
'La Supertransporte dice que el sistema funciona, pero les hemos demostrado que no', dijo el propietario del Centro de Enseñanza Automovilística.
Qué dice la Supertransporte
Entre tanto, la Superintendencia emitió este viernes un comunicado en el que aseguró que 18.200 alumnos se han inscrito en las últimas 3 semanas a los cursos de conducción, desde la implementación del Sistema de Control y Vigilancia (Sicov).
En el comunicado explican que la supervisión comenzó el 18 de diciembre y que valida biométricamente la identidad de alumnos e instructores y monitorea las evaluaciones y asistencias a clase en los 742 Centros de Enseñanza Automovilística (CEA) del país, 'con el objetivo de combatir y erradicar el fraude en la expedición de certificados, y velar por la idoneidad de quienes aspiran a obtener una licencia de conducción'.
La totalidad de los alumnos fueron inscritos en el 70% de las escuelas de conducción (520) y pudieron realizar satisfactoriamente el proceso de inscripción. El 30% de las escuelas restantes no ha comenzado a operar dentro del sistema, debido a iniciación tardía de contratos y de operaciones, falta de instalación de equipos, parametrización incompleta dentro del sistema, uso de software sin licencia, problemas de conectividad por ancho de banda y falta de bancarización (algunos ni siquiera tenían cuenta corriente). Todo esto hace aún más complejos los ajustes para la puesta a punto de cualquier plataforma en proceso de implementación.




















