Atlántico

Las dos caras de la virtualidad escolar para el comercio

Mientras crece la demanda de productos tecnológicos, baja la de papelería, calzado y vestuario.

La temporada escolar no es la misma para el comercio en 2021. Atrás quedaron aquellos momentos en los que las tiendas físicas estaban abarrotadas y a gritos los consumidores impostaban su voz para hacer sus pedidos y lograr que el personal que atendía en el mostrador los escuchara. Quedaron en el pasado reciente las escapadas de los padres con sus hijos en una maratónica mañana de un fin de semana para escoger el maletín, las libretas y los zapatos del día a día y de educación física.

La pandemia de la covid-19 se encargó de que estas actividades cotidianas de cada principio de año ahora sean un recuerdo de una vida donde la virtualidad no estaba tan presente en el calendario académico.

Este mortal virus provocó un cambio trascendental en la educación en el país y los pupitres de madera o acero, fueron sustituidos por mesas de cocina o escritorios estilizados; cambió los cuadernos por tabletas o computadores, pero sobre todo provocó una merma en las arcas de la gran mayoría de mipymes y de los padres cabeza de hogar.

La temporada escolar solía ser una de las mejores épocas del año para los comerciantes especializados de Barranquilla. Los negocios pertenecientes a sectores como papelería, vestuario o calzado, solían ‘hacer su agosto’ en enero y con el producido de las ventas podían cancelar las facturas de diciembre.

Tras permanecer cerrados durante buena parte del 2020 a razón de las cuarentenas, con los anuncios de un posible regreso a clases de forma presencial para el 2021 su esperanza renació, pero se ha ido diluyendo ante el pasar del tiempo y el alza de los contagios que terminó aplazando el retorno completo a la presencialidad para mantener la virtualidad o en algunos casos la alternancia.

Sin embargo, no todo es malo para los comerciantes. Un grupo en especial ha visto incrementadas sus ventas como resultado de la virtualidad, tales como los negocios de tecnología o de mobiliario, los cuales se caracterizan por ofrecer computadores, teléfonos móviles o tabletas electrónicas, sillas y escritorios, los artículos más demandados.

Luz Dary Mora, territory manager de Viewsonic para Colombia, afirmó que esta coyuntura definitivamente aceleró la adopción tecnológica en beneficio de la educación y que se esperan ventas superiores a las registradas el año pasado al inicio de clases. “Sin embargo es importante que antes de hacer una inversión en estas herramientas, tanto los padres de familia como los estudiantes evalúen cuáles son sus necesidades específicas y en esa medida escojan la mejor opción”, señaló.

Según un sondeo de la Federación Nacional de Comerciantes (Fenalco alusivo a la temporada, el 61% de padres encuestados manifestó que redujo las compras en útiles escolares frente a lo que empleó para el año pasado, mientras que el 56% dijo que no destinó recursos para la compra de ropa y calzado estudiantil.

“Para este año reduje los gastos escolares. No tuve que comprar zapatos ni uniforme porque quedaron del año pasado. Estando en la casa sólo lo usó las veces necesarias”, explicó Omar Pérez, padre de familia.

“Sin duda, la pandemia precipitó una reducción en los gastos en educación. La virtualidad y el aislamiento exigen un menor consumo de ciertos útiles escolares así como un cambio en la alimentación de los escolares y estudiantes en general”, indicó Jaime Alberto Cabal, presidente de Fenalco.

Llama la atención al gremio que las ferias escolares que gozaban de gran popularidad han ido perdiendo demanda y solo representan el 7% de preferencia de los consumidores que ahora le apuntan a comprar directamente en las papelerías y librerías.

El dirigente gremial aseguró que les preocupa que se registren altos índices de deserción escolar en el este año. “Consideramos deseable y conveniente estimular la apertura física de los establecimientos educativos, bajo parámetros de seguridad para maestros y estudiantes”, advirtió.

El sondeo permitió establecer que persiste la incertidumbre entre los padres de familia respecto a la seguridad de las clases presenciales. Sin embargo, más de la cuarta parte de las respuestas señalan que los establecimientos educativos están bien preparados para la presencialidad.

Un 24% de los encuestados no tiene claro si escuelas, colegios, universidades y demás centros educativos están listos para regresar a clases en los establecimientos físicos, así sea en forma parcial.

La soledad de una papelería

En la papelería La Carroza no recordaban una temporada así en los más de diez años que llevan instalados en plaza de San Nicolás en el centro de Barranquilla. El personal de la tienda murmura entre las brechas de tiempo muerto sobre cómo era la temporada escolar en otros años. “Una auténtica locura”, coinciden. La soledad de sus pasillos refleja los complicados números que están registrando este año y lo amarga que está siendo una época escolar que solía ser especial en ventas.

“Con respecto al año anterior las ventas han estado quietas. Lógicamente debido a que los colegios siguen a la expectativa de saber cómo estarán, si presencial o virtual. Muchos otros no han enviado las listas y hay padres que no han matriculado a sus hijos”, afirmó Omar Zuluaga, administrador del negocio. Señala que en comparación con el año 2020 las ventas han caído entre un 70% y 80%, debido a que para la temporada anterior el 100% de los colegios estaban abiertos. Vale la pena recordar que la época escolar pasada pudo completarse normalmente ya que la cuarentena del país por la pandemia de la covid-19 ocurrió a finales de marzo.

Zuluaga recuerda que el calendario escolar tipo A es “la más fuerte de las temporadas escolares” al ser donde más trabajan los colegios públicos. Enfatizó que tras escuchar los anuncios de un regreso presencial a las clases para este año comenzó a preparar la logística para la temporada con fabricación e importación de mercancía. “Decidimos arriesgarnos, un poco menos, pero lo hicimos y así estamos”, precisó.

Sube la demanda de tecnología

La continuidad de las clases a distancia, al menos para el primer trimestre del 2021, fue una noticia que cayó “como anillo al dedo” para los comerciantes dedicados a la venta de tecnología o mobiliario, porque, según su propia voz, “hay padres que esperaban para tomar una decisión de comprar un computador, pero ahora ya lo ven como una necesidad”.

Jairo Pérez* es uno de los comerciantes que se sienten esperanzados por el regreso a clases. Comenta que, si bien durante el año pasado facturó “muchísimas ventas de todo tipo”, espera que este año el crecimiento sea menor. “Estas ventas serán la de padres que esperaron hasta último minuto para comprar un computador u otro elemento tecnológico. Los que creían que los niños regresarían para el 2021”, explicó.

Una encuesta realizada por Fenalco a nivel nacional reveló que el 54% de los padres consultados consideró que el gasto en productos electrónicos relacionados con la educación en 2020 fue mayor que en 2019. Mientras tanto, en esta temporada escolar, el 28% de los padres se decantó por la compra de un computador, bien sea de escritorio (10%) o portátil (18%).

De hecho, según este mismo estudio el 63% de los padres destinó un presupuesto de hasta $400 mil por hijo para las compras de este año.

Ventas de calzado escolar no despegan

Una compra obligatoria en la temporada solían ser los zapatos escolares, ya fuera por el cambio de talla, el desgaste o el uso indebido. Para este sector, las ventas en 2021 no serán las mismas.

Nelly Pineda recorre los pasillos vacíos de la zapatería que administra pensando en estrategias para esta temporada escolar y aunque su esperanza se mantenga activa, la realidad golpea mucho más fuerte. Diciembre fue un mes atípico, pero tuvo una dinámica de compra, ahora, el panorama es diferente. “Inexistente”, así calificó Pineda la venta de la temporada escolar para este 2021 en comparación con años anteriores. “No hay nadie buscando zapato colegial porque los niños no van al colegio. Para nosotros es como si estuviésemos cerrados. Es durísimo”, confesó la administradora.

De acuerdo con sus datos, la caída de las ventas para la tienda es cercana al 90% frente años anteriores. “El colegio lo mueve todo”.

En las instalaciones del almacén Calzatodo de la Costa también funciona una fábrica de calzado escolar que por la temporada prácticamente está paralizada. “Nosotros cerramos en marzo del año pasado y nos quedó inventario, nos quedaron las cajas del calzado que fabricamos porque nadie ha pedido. De hecho, la gente tiene el calzado escolar que les quedó del año pasado y no se usó”, precisó Pineda.

“Si esto no arranca, cada vez se irá complicando más y más”, planteó la administradora.

El vestuario sigue en las bodegas

El sector de vestuario es otro de los afectados por esta atípica temporada escolar. En Distribuidora González así lo viven. “En años anteriores todas las ventas que se facturaban era de la ropa escolar. Camisillas, medias, pantalones, de todo. Ahora, a duras penas la gente se está llevando algo, pero nada para el colegio”, señaló Diego Morales, gerente comercial de la empresa.

“No hemos vendido nada en esta temporada”, sentenció tajantemente Morales, con actitud de decepción. Recordó que su negocio, al ser un distribuidor mayorista, está anclado a las peticiones que realicen otros almacenes más pequeños, bien sea en la Costa Caribe o en el interior del país. “Muchos de los clientes aún tienen mercancía que les quedó del año pasado”, indicó.

Para Distribuidora González la época escolar es “quizás la más importante” del año, ya que les permite arrancar con buen pie tras el cierre de diciembre, pero están conscientes de que este año es diferente. La temporada de colegios les ayuda a cumplir con las facturas de finales de 2020, que trabajan con períodos de 30 días. “Sabíamos que no iban a entrar al colegio con modalidad presencial para este año y paramos los pedidos. Sin embargo, como generamos encargos para diciembre de otra mercancía y como los proveedores dan plazo para pagar la factura con 30 días, no hemos podido corresponder con ellas”, señaló el gerente comercial, quien recordó que en su bodega se han quedado cientos de cajas con mercancía escolar sin destino.

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