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En Expoportuaria 2025, uno de los temas centrales fue el mismo que mantiene en incertidumbre a buena parte del sector exportador. A través del panel “Impacto de los Aranceles en las Exportaciones hacia Estados Unidos”, líderes empresarios hablaron con franqueza sobre cómo este panorama les cambió los planes, los presupuestos y hasta las conversaciones diarias con sus clientes.

Sergio Karagumechian, presidente de CEA, sostuvo que cada industria atraviesa su propia realidad. Además, indicó que en su empresa, por ejemplo, el 75% de la producción se fabrica en apenas cuatro meses. “Cuando ya tienes todo hecho, es muy difícil ajustar eficiencias. Toca pedirle una mano a la logística, a los puertos”.

Contó que para no perder participación de mercado, desde su empresa tuvieron que renegociar contratos e incluso asumir completamente el arancel del 10%. “Nos tocó tragarnos el golpe. Era eso o dejarle el mercado a otro”.

En Ditar, el panorama tampoco ha sido fácil. Su gerente, Juan Carlos Díaz, recordó con humor y angustia a la vez aquel famoso “domingo tranquilo” en el que se enteraron de los aranceles.

“Cada vez que Trump y Petro dicen algo, el lunes estoy llamando clientes para calmarlos”, confesó.

Además, manifestó que Ditar depende en un 70 % del mercado estadounidense, y cualquier cambio abrupto podría dejarlos en vilo.

Aun así, Díaz ve un lado positivo tras señalar que las tarifas altas sobre China e India dejaron espacio para que varios productos latinoamericanos se volvieran más atractivos. Agregó que su compañía creció 50 % en fabricación y 29 % en ventas; sin embargo, aseveró que Mantener depósitos en Estados Unidos, la caída inesperada del dólar y el aumento de costos internos han golpeado los márgenes.

“Este año hemos vendido más, pero ganado menos”, resumió.

También afirmó que para 2026, prepara una estrategia basada en eficiencia, tecnología e inteligencia artificial.

A su turno, Tatiana Pomar, representante de Maersk, recordó cómo la noticia de los aranceles generó pánico en el sector de acero y aluminio.

“Los clientes salieron a exportar todo lo que pudieron antes de que entraran en vigencia”, dijo.

Contó que Maersk tuvo que ajustar tarifas para ayudar a los exportadores a sortear la tormenta.

El enfoque portuario lo puso Manuel Buitrago, CEO del Puerto de Barranquilla, quien recordó que la zona portuaria mueve el 5% del PIB de la ciudad tras señalar que el impacto de los aranceles es para todos los sectores.

Consideró que Colombia ha salido mejor parada que otros países de la región.“Pasamos del 51% al 72% de productos exentos del arancel. No estamos tan mal”.

Puso de presente que el puerto ha reforzado alianzas para asegurar continuidad y mejores prácticas. “Nos toca enfocarnos en lo que sí podemos controlar: la eficiencia. Lo demás no está en nuestras manos”.

Finalmente, Vicky Osorio, de Probarranquilla, afirmó que pese a la situación, la región sigue siendo atractiva para empresas que buscan instalarse y exportar.

“Nuestra cadena logística y portuaria es nuestra carta de presentación. Por eso las compañías llegan y se quedan”, puntualizó.

Es importante destacar que la conversación dejó claro que, aunque los aranceles movieron el piso de muchas empresas, el sector está decidido a adaptarse y a abrirse nuevas puertas para que la economía no pierda el impulso