El anuncio realizado por el Consejo Superior de la Universidad Autónoma del Caribe (UAC) de iniciar los trámites para convertir a este tradicional centro de estudios superiores en una entidad pública a través de un proyecto de ley que será presentado ante el Senado de la República ha generado diversas reacciones.
Mientras en un sector ha generado sorpresas, para otros se trata de la “única medida” de poder avanzar a la salvación de esta alma mater.
En un comunicado de prensa, la universidad manifestó que “en la sustentación del proyecto presentado por el rector se tuvieron en cuenta las múltiples actividades de pedagogía y participación para analizar y discutir la propuesta general en el seno de los diferentes estamentos universitarios, incluyendo sus organizaciones”.
Al respecto, el rector Jorge Senior expresó –en su perfil de la red social X (antes Twitter)– que lo mejor que le puede suceder a la UAC es pasar a ser pública: “Una opción conveniente para la nación, para los estudiantes y padres de familia, para trabajadores y docentes, para la Región Caribe. Una propuesta bien sustentada”.
Problemas económicos
Según manifestó la Uniautónoma en su comunicado, la votación de la presentación del proyecto de ley tuvo el respaldo mayoritario del Consejo Superior. Solo hubo un salvamento del voto, la de la representante de las estudiantes, Luisa Fernanda Acosta Salinas, quien se abstuvo.
Javier Manjarrés, representante de los egresados de la institución, detalló que la grave situación económica tendría a meses del colapso a la universidad.
“Es un tema que se venía hablando de hace un tiempo, porque las deudas de la universidad son insostenibles. Una de las tablas de salvación de la universidad es volverla pública, pero del orden nacional. El Consejo Superior autorizó al rector a que presentara ese proyecto, que lo va a presentar a través de la senadora Laura Fortich”, explicó en diálogo con EL HERALDO.
El consejero fue enfático al sostener que “la situación de la universidad es muy difícil. Si seguimos en el ritmo en que vamos, en dos años, la universidad colapsa. Entonces, antes de que la universidad llegue a ese estado, hagamos el ejercicio para ver si el Gobierno nacional la asume. Cada día, el déficit fiscal de la universidad aumenta, porque no se le paga la seguridad social a los trabajadores y eso cada día va socavando. El déficit fiscal de la universidad en este momento es de más o menos 200 mil millones de pesos”.
Otra de los grandes problemas de la UAC, según detalló Manjarrés, es el descenso dramático de la población estudiantil: “Tiene cupo para 14 mil estudiantes, la universidad tiene ese aforo. Ahora hay 6.300 estudiantes. Yo, como miembro del Consejo Superior de la Universidad, apoyo esa conversión de privada a pública. Me parece que es la salida mucho menos traumática y es la más expedita que se puede hacer”.
Dudas desde el sindicato
Nataly Álvarez Vergara, actual presidente de Sintrauac, el mayor sindicato de trabajadores de la Uniautónoma, manifestó su preocupación puesto que no les compartieron el texto del proyecto aprobado.
“Una vez más creo que el Ministerio de Educación no está haciendo su labor y desde la organización sindical existe una preocupación frente a las maneras y a las formas con que este proyecto ha sido aprobado por el Consejo Superior. El actual rector no ha no se ha reunido con Sintrauac, por ejemplo. Tengo entendido que tampoco con los otros sindicatos. Y además él no ha presentado el proyecto a los estamentos, es decir, no sabemos qué se aprobó porque la comunidad hoy no conoce el proyecto”.
Álvarez hizo hincapié en que “el documento como tal no lo conocemos. Y nos asisten muchas dudas frente a la estabilidad laboral y frente a la continuidad de los derechos que hoy tenemos”.
El trámite a surtir en el Congreso de la República
Javier Manjarrés, representante de los egresados, explicó cual es el procedimiento para la aprobación de la ley.
“El trámite primero es que se presente este proyecto de ley, se hagan las discusiones a las que haya lugar en el Senado y Cámara. Todo depende de cómo se tramite la ley. Si la ley no garantiza los derechos laborales de los trabajadores, yo votaré en contra de la misma. No apoyaremos una masacre laboral”.
Sin embargo, esto no termina ahí: “Cuando lo apruebe el Congreso, eso tiene que pasar nuevamente por el Consejo Superior, y ahí vamos a votar si se convierte o no la universidad. Es una es una potestad del Consejo Superior”.