En cada rincón de Ovejas se escucha el sonido festivo de la gaita, el instrumento que por años ha servido para que los campesinos a través de la música expresen sus sueños, vivencias y el trasegar de un mundo que otrora solo transcurría en el campo.
Anoche se inició el gran homenaje con la inauguración de la XXIX edición del Festival Nacional de Gaitas Francisco Llirene que en esta ocasión le rindió homenaje póstumo a Juan de Dios Narváez Rivera
En reconocimiento al aporte que le brindó a la música de gaita durante toda su vida, Yairsiño Díaz, presidente del Festival, le entregó El Mohan de Oro, insignia del evento, a Juan de Dios Narváez Bohórquez, hijo del homenajeado y quien se mostró agradecido con la organización y con el pueblo ovejero por tan magno reconocimiento, al tiempo que cantó a capela varios temas musicales de la autoría de su padre.
Varias agrupaciones locales y regionales se presentaron en tarima pero indiscutiblemente el show se lo robó la orquesta de Álvaro Ricardo, un hijo de Ovejas radicado en Barranquilla donde ha sido merecedor de varios galardones.
En la mañana se realizó la tradicional alborada que da aviso del inicio del Festival y en durante todo el día se presentaron los grupos participantes.
Sincelejo