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El maestro ronero cubano Giraldo Mituoka Kagana, cata ron en la Zona Franca.
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Así son los rones del Caribe colombiano

Las premiadas marcas roneras La Hechicera y Dictador, presentes en 67 países, son producidas en Barranquilla y Cartagena.

En dos oscuras bodegas que pasan desapercibidas en la Zona Franca de Barranquilla y en Mamonal, en Cartagena, reposa desde hace 20 años un dorado líquido que ha sorprendido a los más exigentes catadores de ron del mundo.

En el cálido interior de estas reservas de licor, también conocidas como soleras, se mezclan los aromas de la madera de los barriles y el dulce de la melaza de caña que se impregna en la ropa de los visitantes.

Al entrar en estos recintos silenciosos se siente como si el tiempo se detuviera bajo la sombra de los barriles, mientras el mundo exterior continúa su marcha.

El ron se añeja casi que sagradamente y su prestigio se define a kilómetros de distancia de donde es producido y embotellado. Alemania, Gran Bretaña y Estados Unidos, son sede de las principales competencias de licores destilados del mundo donde dos rones producidos en la Costa han ganado importantes reconocimientos. “En Alemania degustar ron colombiano y fumar tabaco se ha convertido en un estilo de vida”, afirma el alemán Gerald Gassmann, cónsul honorario de Colombia en Stuttgart y creador del primer museo virtual del ron colombiano.

Las marcas La Hechicera, de Barranquilla, y Dictador, de Cartagena, han marcado  un alto nivel de excelencia en cuanto a la elaboración de licores de alta gama en el mundo.  “Eso coincide con el renacimiento de Colombia internacionalmente a nivel de negocios y de destino de turismo”, opina Miguel Riascos, fundador de La Hechicera.

Este ron fue escogido por la revista GQ del Reino Unido como una de las 100 mejores cosas del mundo en 2013 y también fue reseñado en el diario Financial Times.

“Ya la gente se está atreviendo a probar rones de 15 y 35 años. Nosotros teníamos el ron en barricas desde que fundamos la compañía para poder apuntarle a ese mercado”, señala Riascos, quien, en parte, describe el ron que produce como un homenaje a la mujer: “Es una metáfora de lo que es Colombia, por la magia de nuestra tierra, y es una celebración de lo que es la energía femenina, la fertilidad, de la voluptuosidad de la topografía, del encanto de sus mujeres”.

Por su parte, el ron Dictador ha participado en más de 50 concursos internacionales y ha obtenido galardones en Estados Unidos, Alemania y Francia. “Hemos ganado medallas de oro y hemos sido aplaudidos con notas sobresalientes”, explica Hernán Parra, presidente de la Destilería Colombia, que lo produce.

Este empresario también habla de cómo promocionó este licor desde un Caribe desconocido para el mercado internacional. “El producto nos lleva por primera vez al Caribe. A Colombia no la percibían en el exterior como un país caribeño sino suramericano y no como un lugar que también está enmarcado en el Caribe”.

Este giro promocional dio a conocer a este ron en Europa. “La marca Dictador es muy reconocida en Alemania por sus galardones, por la calidad del licor y su sabor seco; mientras que La Hechicera se caracteriza por su sabor dulce. Ambos rones los considero como los mejores del país ”, opina Gassmann, quien también es catador de ron.

El espíritu del ron

Fue Facundo Bacardi quien creó el principio del ron cubano. Hacia 1862, para añejar ron a este español se le ocurrió la idea de usar toneles de roble blanco americano utilizados para producir whisky y que luego desechaban en Estados Unidos.

Por ello, la receta del ron cubano es el producto del aguardiente de caña añejado en toneles de roble blanco americano con un pase de whisky, desde aquella época hasta la actualidad.

Pero, además de esta simple ecuación de valores, para crear un ron de calidad que termine siendo galardonado se requiere de un clima específico, agua pura, excelentes materias primas, un equipo humano que revise el proceso constantemente y, lo más importante, tiempo. Una buena reserva puede tardar en producir un ron de alta gama entre 20 a 35 años y el precio de una buena botella de ron puede superar los 5.000 dólares.

La periodista Rocío del Pilar Vega ha escrito sobre el ron definiendo que es una bebida alcohólica proveniente de la caña de azúcar, cuyo jugo es fermentado, destilado y añejado. “Colombia tiene la ventaja de que gracias al clima, se puede sembrar y cortar caña durante todo el año”, afirma.

Luego del corte, la caña es prensada y allí obtienen un líquido que contiene sacarosa. En un proceso químico después aparecen dos componentes que son la fructosa y la glucosa. Ambas sustancias se fermentan por la levadura, la cual, a su vez, segrega enzimas que van desapareciendo los azúcares y transformándolos en alcohol.

“Ese alcohol se pone luego en una columna de destilación que separa los aldehídos del alcohol. Con los alcoholes sobrantes trabajan luego los roneros para el proceso de añejamiento”, describe Vega.

Bajo el sol de mamonal

La planta embotelladora del ron Dictador en Mamonal vive los trajines del puerto. Su posición privilegiada casi a la orilla del mar hace que este microclima sea ideal para el añejamiento del ron. “Se tiene una temperatura ambiente superior a los 25 grados que tiene una humedad relativa por encima del 85 por ciento al año y una cercanía al mar que le da sabor al ron”, describe Hernán Parra.

El empresario sabe que históricamente el departamento de Bolívar tiene una tradición azucarera. “Cartagena fue el lugar por donde entró la caña de azúcar a Colombia y el primer ingenio que tuvo el país”.

Hoy en día cerca de la zona de Maríalabaja hay subcultivos importantes de caña de azúcar y eso le ha dado las características específicas a nuestro ron”.

El hechizo de 3 magos

En la Zona Franca, mientras en sus patios el sol hierve, en la factoría de La Hechicera el lugar luce oscuro y seco. Hileras de toneles de ron, que se elevan hasta siete metros y desprenden un olor a plantación de caña y alcohol.

Allí trabaja desde hace 13 años el ingeniero químico cubanojaponés Giraldo Mituoka, junto a quienes llama “sus hechiceras”, las también ingenieras Kenia Cabrera y María Sanjuanuelo.

Ellos, ataviados con inmaculadas batas blancas, como científicos dedicados a sus experimentos, son los encargados de vigilar periódicamente que el precioso líquido albergado en los toneles logre una correcta evolución.

Mituoka pertenece a la tercera generación de maestros roneros cubanos que llegaron a Colombia para compartir sus saberes. “A veces en Barranquilla me siento más en La Habana que en La Habana”, asegura el maestro, con un pronunciado acento isleño que lo acompaña.

Giraldo Mituoka es un hombre que sabe de azúcar, una de las principales materias primas del ron.

Hijo de padres japoneses que llegaron a la isla buscando un porvenir, desde muy joven cortó caña de azúcar en las plantaciones cubanas y, poco a poco, fue conociendo todo el proceso de su elaboración hasta que se graduó como ingeniero químico después de la revolución.

“El ron es un producto del trópico que requiere de unas excelentes materias primas y de un buen equipo de trabajo”, asegura.

Desde su laboratorio, en el que reposan en igualdad de condiciones tanto tubos de ensayo y aparatos de condensación como copas de licor, continuamente Mituoka crean nuevos productos partiendo de la ciencia.

Allí ha dirigido la elaboración de docenas de rones, entre los cuales se encuentra el ron de café para la marca Juan Valdez, que pasó por más de 60 pruebas.

“Barranquilla tiene un clima muy particular y favorable para producir ron. Tiene una alta temperatura por lo cual logramos un añejamiento en menos tiempo que en un clima frío. Teniendo al mar y al río Magdalena esto hace que una serie de factores influyan en su microclima seco que evita la pérdida por evaporación”, asegura el maestro ronero.

Mituoka sabe que la clave para hacer un buen ron es pensar en el futuro. “Desde el principio hay que pensar en producir rones que superen la línea del tiempo y que sabemos que no seremos nosotros sino otros, en el futuro, quienes los irán a envasar”, puntualiza.

Magia en una botella

La Hechicera fue creado hace 21 años no como marca sino como una empresa familiar. En 2014 este ron ganó Medalla Oro con el ‘World's Best Rum Design 2014’, Medalla Oro en categoría Super premium de Spirits Business Masters, Medalla Oro en categoría "Oro añejado por más de 12 años" de Spirits Business Masters y fue ganador de la medalla Oro en la categoría "Ron Añejado por encima de 16 años" del international Spirits Challenge. Se hace usando el jugo concentrado del primer prensado de la caña de azúcar, llamado “miel de caña virgen”.


Detrás de las murallas

Los orígenes de la marca Dictador se remontan a la Cartagena de 1913. Allí, don Julio Arango y Parra fundó la Destilería Colombia, pionera en la elaboración de ron en el Caribe. Don Julio heredó el negocio de su padre, el asturiano Severo Arango y Ferro, quien llegó a Cartagena de Indias en 1751. El temible carácter de Severo Arango se ganó el sobrenombre de Dictador, que bautiza la marca. El ron se ha ganado más de 50 galardones en importantes eventos de licores en Estados Unidos, Francia y Alemania.

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