Tras confirmarse la identidad de los cuerpos, sus familias decidieron velarlos el pasado martes, 31 de diciembre, en sus propios hogares y trasladarlos ayer, miércoles, al cementerio del Suburbio.
Se trata de una estrategia conjunta con la JEP en la que no hay familiares buscando a estas personas.
Según indicó la UPBD, estaban a una profundidad de 1.50 metros, en promedio, y presentaban signos de disposición compatibles con sucesos violentos.
La joven había desaparecido desde el 7 de diciembre de este año.
Es la tercera intervención que la Unidad realiza en este camposanto en cumplimiento de su Plan Regional de Búsqueda Montes de María y Morrosquillo.