La evolución constante del ecosistema tecnológico ha llevado a Google a tomar una decisión que afectará a millones de usuarios de dispositivos Apple más antiguos. Con el lanzamiento de iOS 26, el gigante tecnológico ha establecido nuevos requisitos mínimos que dejarán sin acceso a Chrome a varios modelos de iPhone y iPad.
Apple ha introducido con iOS 26 una serie de mejoras y funcionalidades avanzadas que requieren mayor capacidad de procesamiento y memoria. Esta actualización del sistema operativo marca una línea divisoria clara entre los dispositivos que podrán continuar recibiendo soporte y aquellos que quedarán rezagados en versiones anteriores.
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La incompatibilidad surge cuando los equipos no logran actualizarse más allá de iOS 16, creando una brecha tecnológica que Google ha decidido no salvar manteniendo versiones obsoletas de su navegador.
Dispositivos afectados por la discontinuidad
Los modelos que perderán acceso a Google Chrome incluyen equipos lanzados entre 2016 y 2017:
- iPhone X
- iPhone 8 y iPhone 8 Plus
- iPad de quinta generación
- iPad Pro de 9,7 pulgadas (primera generación)
- iPad Pro de 12,9 pulgadas (primera generación)
Estos dispositivos, aunque funcionales, no cuentan con el hardware necesario para soportar las demandas técnicas de las aplicaciones modernas y los nuevos protocolos de seguridad.
Safari emerge como la solución inmediata para los usuarios afectados. El navegador nativo de Apple mantiene su compatibilidad con dispositivos más antiguos y continúa recibiendo actualizaciones de seguridad adaptadas a cada versión de iOS.
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Esta herramienta, diseñada específicamente para el ecosistema Apple, ofrece optimización superior en términos de rendimiento y consumo de batería, características que resultan especialmente beneficiosas para equipos con recursos limitados.
La decisión de Google refleja una estrategia común en la industria tecnológica, donde empresas como WhatsApp y YouTube también han establecido cortes similares para sus servicios. Esta práctica responde a la necesidad de mantener estándares elevados de seguridad y rendimiento, aunque implique dejar atrás a usuarios con equipos más antiguos.
