“Sería feliz si muero en una tarima”: Rafael Ithier
El director de El Gran Combo de Puerto Rico, a sus 95 años, sigue vigente. Habló en exclusiva con EL HERALDO sobre su vínculo con Barranquilla y los amigos que ha hecho en esta ciudad.
Con paso lento, repartiendo abrazos y una sonrisa fácil, aparece el maestro Rafael Ithier, director fundador de El Gran Combo de Puerto Rico a nuestro encuentro.
Se bajó de tarima a las cuatro de la madrugada el pasado 7 de noviembre, pero desde las ocho de la mañana está despierto, sin señal alguna de trasnocho, pues a sus 95 años sostiene que no bebe y que sabe recuperar bien el sueño perdido.
El moreno de cabello canoso llama la atención porque no luce sus tradicionales lentes oscuros, sino unos de aumento.
Viste una camisa en tonos tierra, jean y tenis negros con suela blanca.
Don ‘Rafa’ como lo llaman de cariño los integrantes de la “Universidad de la Salsa”, rompe el hielo al decir que en Barranquilla se siente como en casa.
“El clima es de maravilla, la gente ya es parte de mi familia, así que en Barranquilla me siento como en Puerto Rico”, manifiesta con una alegría que se refleja en el brillo de sus ojos.
Cuenta que su debut en la capital atlanticense lo hizo en 1971, en la caseta ‘La Piragua’ (donde hoy está ubicado el Mercadito del barrio Boston).
“Allí estuvimos con Gabriel ‘Rumba’ Romero, la gente nos acogió con mucha alegría y desde entonces no hemos parado de venir”, rememora el pianista, arreglista y compositor.
Ithier y sus muchachos regresaron a Barranquilla luego del parón de la pandemia para tocar en el Centro de Eventos ‘Puerta de Oro’.
Sostuvo que este viaje le recargó las baterías y le hace olvidar por completo las difíciles condiciones que afronta el planeta a raíz del coronavirus.
“Nos sentimos bien contentos, nos pidieron un nuevo número que a mí me encanta, se llama Tilín Tilón, siempre quise cantarlo por acá, donde nos quieren mucho”.
Y es que a sus 95 años, este boricua sigue vigente, le gusta entrar al estudio para seguir dándole rienda suelta a su talento y crear nuevas canciones. Precisamente su álbum En cuarentena, creada durante la pandemia, estuvo nominada a los Grammy Latinos 2021 en la categoría Mejor Álbum de Salsa, premio que recayó en manos del panameño Rubén Blades.
Al preguntarle sobre la clave para cumplir 95 años y mantenerse saludable, no duda en decir que es gracias a su buena alimentación, la cual está basada en arroz y habichuelas, tal como se titula uno de sus temas.
“También me gusta mucho la arepa de huevo, yo no puedo irme de Barranquilla sin comerme una”.
El nonagenario artista agrega que además de alimentarse bien, el truco está en llevar una vida ejemplar.
“La verdad es que nunca he tenido vicios, me pego un trago de aguardiente si hay que pegárselo, pero beber cuatro o cinco, me parece mucho”.
Además cuenta que se mantiene en buena forma haciendo una rutina de ejercicios al despertarse y que no hay un día en que deje de sonreír.
“Le pedí a Dios que me permita llegar a los 125 años, cumplí 95 el pasado 29 de agosto, vamos por buen camino. Mi hermano Quique Lucca, fundador de la Sonora Ponceña llegó a 103, pero yo le voy a ganar”, advierte.
Cuando está por fuera de los escenarios, el exintegrante de Cortijo y su Combo se la pasa en casa, viendo béisbol, boxeo, baloncesto y fútbol.
“En el béisbol acabo de perder la Serie Mundial, porque le iba a Houston, allí hay varios puertorriqueños, entre ellos Carlos Correa. En el fútbol simpatizo con algunos jugadores, yo vi a Pelé, a Messi, a Ronaldo, que son grandes estrellas”.
También aprovecha para escuchar otro tipo de música distinta a la salsa.
“Me encantan la música de tríos, en especial Los Panchos, el Trío San Juan y Los Tres Ases. Ahora ya no hay tríos, lo que manda es el reguetón, eso es lo que está dando palo, y yo les doy crédito porque encontraron el truco para hacer billete y están millonarios”, agregó.
Sobre si ve cercano el momento de su retiro, es enfático en decir que eso solo lo decide Dios y que por ahora le preocupa más lo que está ocurriendo en la industria musical donde los reguetoneros son las estrellas.
“Creo que hay que cerrar todas las escuelas de música, porque para hacer lo que hacen los reguetoneros no hay que estudiar. Me pregunto ¿qué futuro tienen los que estudian música?, porque hay un montón de músicos buenos y no están teniendo oportunidades, hoy todo lo quieren hacer con las computadoras y eso frustra. Si no se corrige eso, creo que hasta yo terminaré desplazado, aunque no quiero que eso pase, porque de verdad sería feliz si muero en una tarima”.
Este virtuoso músico exclama que le “encanta el vallenato” y destaca que El Gran Combo es la orquesta que más canciones de este folclor ha adaptado a la salsa. Menciona tres temas para dejar constancia de ello: Matildelina, escrita por el juglar Leandro Díaz; Nido de amor, de Octavio Daza y Amor comprado, de Armando Zabaleta.
En este sentido complementa que todos “han sido unos palos” y que los deben tocar donde se presenten.
De la costa Caribe colombiana también destaca grandes amigos, entre ellos los barranquilleros Luis Altamiranda, Ley Martin y Carlos Martin, este último trabaja a su lado hace 36 años, y lo considera un hijo más.
Ithier tiene seis hijos (cuatro mujeres y dos varones), no quiso que ninguno se dedicara a la música “por miedo a que tomaran rumbos equivocados”.
Sin embargo, la vida le regaló a Don ‘Rafa’ muchos hijos adoptivos, los cuales ingresaron a su orquesta con ganas de surgir.
De ellos, le tiene un cariño especial a Andy Montañez, a quien le bautizó a su hija mayor.
“Él quiso ser solista y ha luchado por ese objetivo, le recomendé que debía tener mucho cuidado porque asumiría mayores responsabilidades y me escuchó el consejo porque le ha ido bien”.
Por último, sostiene que la satisfacción más grande que tiene con El Gran Combo es el cariño que le demuestran en diferentes países.
“Lo llamé El Gran Combo y no el Combo de Rafael Ithier porque tenía la convicción que en siete meses no existiría, pero ya estamos cerca de cumplir 60 años, así que me siento muy satisfecho. La mayor enseñanza que dejo es la organización y disciplina, nosotros hacemos lo mismo que las otras orquestas, pero con respeto por el público”.
El Gran Combo sorprendió al mundo salsero con su nueva producción, De trulla con El Combo, su primer álbum navideño, luego de 36 años.
El nuevo disco, lanzado bajo el sello Rimas, contiene 10 canciones con temáticas jocosas, sociales y de parranda típicas de la época decembrina. Su última propuesta de este tipo había sido ‘Nuestra música’, lanzada en 1985.
Sobre su más reciente trabajo Ithier destacó que esta vez elaboraron el álbum con rapidez, mientras que antes tardaban “entre 10 y 12 años en hacer un disco de Navidad”.
“Por eso, a mí me cautivó la idea y lo hicimos. Lo logramos en un tiempo récord, y más en estos tiempos de pandemia”.
