No, no son satánicos ni mucho menos se trata de una secta que profana la religión. En el grupo The Satanic Majesties Request solo hay música, pasión por el rock y energía desmesurada. Está conformada por los jóvenes barranquilleros Camilo Palomino, como voz principal; Christian Medina, en la guitarra principal y la armónica; Joshua Ruiz, en la batería, y Juan Carlos Mendoza, en el bajo.
El nombre hace referencia a uno de los célebres álbumes de los Rolling Stones ‘Their Satanic Majesties Request’. Para todos era muy claro: el nombre debía llamar la atención, tener vida propia. Por lo que eligieron honrar a una de las bandas que más ha impactado su música.
Los barranquilleros se presentaron este 31 de agosto en el festival de música alternativa Timeless, en el Malecón del Río. Y contagiaron a los espectadores con el blues y el rock inherentes en los tres sencillos que han lanzado hasta el momento: ‘En la pretina’, ‘Sister’s blues’ y ‘Devil’s boogie’.

Hacer y cantar rock en Barranquilla, una ciudad dominada por el guaguancó y el despeluque, no es sencillo: por lo general, existe un estigma hacia este género por parte de los habitantes. Y, siendo una ciudad tan festiva y alegre, comentarios como: “Mira ve, ahí va Juanes”, al ver a un hombre con el pelo largo y llevando una guitarra, no faltan.
Sin embargo, ni las bromas ni la incomprensión a este género es un obstáculo para los jóvenes, porque hay sinergia musical y entre ellos confluyen la pasión y la química de cuatro amigos. Aquí no hay apariencias colectivas ni individuales. Son lo que son, o en palabras de Christian Medina: “simplemente música y pasión”.
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No solamente en el escenario entregan todo de ellos. Los cantantes barranquilleros trabajan en un call center y todos sus recursos económicos van destinados a la música, “somos esclavos del sistema”, bromea Camilo Palomino - también líder de la banda-, quien al salir del colegio supo que debía adquirir una guitarra respetable. “Yo salí del colegio y lo primero que pensé fue “necesito comprarme una máquina”; entonces me puse a trabajar. Empecé a cantar en la calle, en los buses y en cualquier lugar”.
Todo empezó en el ‘parche’ y con una fría (cerveza) al lado
Camilo Palomino y Christian Medina se conocieron en Soledad 2000 y eran vecinos de rock. Ambos habían estado anteriormente en bandas musicales y los unió precisamente su amor por el género. Luego, ingresaron Joshua Ruiz y Juan Carlos Mendoza.
“Yo ya me había mudado y estaba viviendo en un apartamento en el barrio San José. Ahí todos llegaban y sucedía todo. Empezamos a armar canciones por diversión, para pasar el rato en un fin de semana”, comentó Palomino.
Y agregó Medina: “A partir de los constantes ensayos la cosa se tornó más seria. Desde los primeros toques a la gente le agradó mucho la propuesta y, por supuesto, nos llegaron buenas propuestas de otras partes… Todo fue una conexión desde el primer ensayo. Ya sabíamos a lo que íbamos”, finalizó.

Las referencias musicales que inspiraron a la banda fueron Hank Williams, Black Sabbath, Rolling Stones, Robert Johnson y Delta Blues. No obstante, como buenos barranquilleros, escuchan de todo: “En la costa todos crecimos escuchando una combinación de música con ritmos africanos y caribes que suenan en las verbenas de acá, las cuales son unas fiestas que se realizan en los barrios populares de la ciudad”.
Los ritmos caribeños y africanos son la nueva propuesta musical de la banda, pues el líder enfatiza que estos iban de la mano en el rock y el rock and roll de los 70’s y tienen el propósito de incorporarlos en sus próximos sencillos.
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El fruto de la autogestión y la meritocracia
A The Satanic Majesties Request le tocó armar lo propio, pues, cuentan los jóvenes, para emerger tuvieron que autogestionarse eventos en bares y esperar que festivales como el Timeless lleguen a la ciudad. Con esta, sería la segunda vez que participan.
“Realmente son los días de ensayo, toques, festivales y grabaciones los que nos han llevado a este punto. Pero siempre es un camino muy difícil”, comentó Medina.
En aras de seguir dándose a conocer, a la banda le realizaron un corto documental llamado ‘The Satanic Majesties Request: En la Pretina’, el cual estuvo dirigido por el joven barranquillero José Alejandro Pareja Galindo y recientemente ganó en la categoría ‘Mejor corto local’ del Ficica 2024.
A The Satanic Majesties Request aún le queda mucho camino por recorrer, pero su motor precisamente es su talento innegable, la descarga energética que desbordan en el escenario y la química que se genera al juntar cuatro jóvenes amigos que aman desbocadamente un mismo género.





















