Compartir:

Jason Statham es tal vez uno de los actores en mejor estado físico de Hollywood a los que se le suma Tom Cruise –quien no necesita de doble de riesgo para sus escenas más retadoras- y Arnold Schwarzenegger que a sus 78 años todavía asiste al gimnasio como cuando era todo un fisiculturista de renombre en su juventud.

Lea también: ¿Cuánto debe pagarle a su empleada doméstica tras aumento del salario mínimo para 2026?

Y es que para algunos papeles estar en forma es una exigencia, no tanto por hacer alarde del físico sino por lo exigente de las largas jornadas de rodaje.

Eso lo ha entendido muy bien Statham que a sus 58 años no ha dejado de lado el ejercicio y continúa siendo, pese a su edad, en uno de los hombres mejor conservados de la pantalla grande.

A sus casi 60 años, el británico le sigue los pasos a su colega Schwarzenegger invirtiendo horas y horas diarias levantando pesas y con su reciente papel en ‘Beekeeper: El protector’ la exigencia se duplicó.

Lea también: “Le pido al presidente Petro que le dé una oportunidad a mi hijo”: madre de soledeño requerido en extradición por Lituania

Para esta producción, el actor comenzó a entrenar a las cinco de la mañana, combinando sesiones de jiu-jitsu, boxeo y un trabajo específico de core diseñado para mejorar la estabilidad, la fuerza y el control de su cuerpo, según explicó para la revista Men’s Health.

Pero este trabajo no lo hace solo, a su lado estuvo nada más y nada menos que el exluchador de la UFC y dos veces campeón nacional de taekwondo James Moontasri para supervisarlo durante tres meses, el tiempo que duró la preparación para el personaje.

El buen estado físico de Statham fue un buen punto de partida para la preparación, dice Moontasri: “Jason se mantiene en una forma fenomenal todo el año por sí solo, así que llegó en un momento excelente”.

Lea también: Video: Esta fue la reacción de Teo Gutiérrez cuando lo compararon con Alfredo Morelos

El entrenamiento core fue la base de su rutina que se componía de siete ejercicios enfocados en la funcionalidad que el propio cine de acción exige. A esto se le complementaba con movimientos complejos como dominadas, muscle-ups y ejercicios en anillas. Moontasri en entrevista con la mencionada revista afirmó que el trabajo en solitario del actor fue fundamental para el avance.

La constancia fue otra de las claves para no perder el progreso, pero sobre todo el tiempo que se le dedicaba: “Podemos entrenar tres o cuatro horas sin que nadie se aburra”.