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Margarita Rosa de Francisco dijo mucho sin decirlo todo. Durante varios días, la actriz y escritora caleña jugó con la expectativa de sus seguidores en redes sociales con mensajes cortos como “ya casi” y un conteo regresivo que mantuvo a muchos atentos.

Al final, la revelación fue muy íntima. Se casó frente al mar con su pareja Will Van Der Vlugt, con quien en 2025 cumple 15 años de relación. La imagen que selló el anuncio fue acompañada por esta frase: “Y vivieron felices para siempre”.

Nada de excesos ni protocolos rígidos. Margarita lució un vestido midi beige, elegante y sobrio, ajustado con un cinturón de cuero café. Will, por su parte, optó por un traje en el mismo tono, con camisa blanca por fuera, dando al conjunto un aire relajado y playero, acorde con el lugar y el espíritu de la ceremonia.

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Desde finales de noviembre, la también exreina había comenzado a sembrar pistas. Publicaciones sugerentes, fotos íntimas y algunas que despertaron rumores de estar intervenidas con inteligencia artificial.

Según ha contado la propia Margarita, estos 15 años han sido suficientes para saber que está con la persona correcta y que el paso valía la pena. Ella misma ha explicado que, aunque se considera agnóstica y se ha mantenido al margen de los esquemas tradicionales y religiosos, el matrimonio tiene para ambos un valor simbólico, más que ceremonial.

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“Es de esas cosas en las que los dos coincidimos y que ambos queremos hacer simbólicamente, porque después de 15 años ya sabe uno: ah, sí, ahora sí me puedo casar con este”.

Aunque el enlace está previsto para 2025, advirtió que no tiene intención de compartir detalles ni de convertir el momento en un espectáculo público.“Tiene que ser una cosa extraña, muy al estilo Margarita… algo muy nuestro, muy desde la familia, muy simbólico”, explicó.

La historia sentimental de Margarita Rosa de Francisco no es ajena al ojo público. En 1988 se casó con Carlos Vives, en una ceremonia religiosa que, aunque breve, ha descrito como fundamental en su vida, al punto de llamarlo “mi gran amor”. En 2003 volvió a casarse con el empresario Daniel Castello, unión que terminó antes del primer año.