Luis Rodríguez Lezama, uno de los grandes fotoperiodistas de Barranquilla, siempre vivirá en el corazón y la memoria de cada una de las personas que tuvieron la fortuna de compartir momentos gratos a su lado.
El periodismo en Barranquilla se encuentra de luto porque se ha marchado un verdadero luchador del oficio y de la vida propia. El artista de las cámaras que hacía parte de esta casa editorial, falleció el pasado domingo debido a complicaciones de salud.
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En su despedida solo fueron contadas anécdotas increíbles acerca de su personalidad, la manera en la que conversaba con personas de todas las edades, pues siempre tenía algo interesante que decir y compartir según sus experiencias en la vida y en su carrera periodística.
El sepelio de Rodríguez Lezama tuvo lugar el Cementerio Los Olivos en la mañana de este martes. Amigos, familiares y colegas le brindaron un homenaje para despedirlo con todo el amor que en aquel momento de aparente tristeza le profesaban.
Rodríguez dejó un legado inmenso en el periodismo visual, debido a que en su labor de tantos años no solo capturó momentos importantes de la historia en la Costa, sino que también reflejó la realidad y la esencia de la vida.
Mensajes de cariño
Durante su eucaristía se encendió una vela como el símbolo de la luz perpetua y guía para que donde quiera que se encuentre Rodríguez se reúna con Dios.
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Sus familiares y amigos compartieron recuerdos que pusieron en evidencia su pasión por la fotografía y su dedicación al oficio. Además mencionaron que era un hombre muy alegre, conversador, consejero, una persona con buen sentido del humor, pero también un apasionado por el futbol.
Su esposa Astrid Soto, pronunció algunas palabras de despedida y habló de los últimos momentos que compartió con Lucho, como muchos amigos le llamaban.
“Luis era muy querido por muchas personas, yo soy su esposa y para nadie es un secreto que desde hace mucho tiempo no estábamos juntos, pero siempre contábamos el uno con el otro. Yo fui quién estuvo con él en sus últimos días, a mí fue quien me llamó y lo acompañé. Gracias a todos por mostrar ese cariño y por estar aquí, él con su forma de ser hizo a muchas amistades”, expresó Soto.
Así mismo, sus amigos del Colegio Americano de Barranquilla donde se graduó de bachiller y los colegas que compartieron intensas jornadas en la redacción de EL HERALDO, contaron algunas anécdotas.
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Su hija Laura Rodríguez, igualmente se refirió hacia su padre como un hombre que le regaló momentos lindos y le transmitió algunos gustos como el amor que él les tenía a los animales.
La directora de esta casa editorial, Erika Fontalvo, pronunció un sentido discurso en el que destacó la pasión y compromiso inquebrantable de este hombre por obtener siempre las mejores fotografías.
“La casa editorial EL HERALDO fue el hogar de Luis durante 17 años, allí conoció a muchos de ustedes y entregó su pasión por este oficio, quiero decirle a Luis hasta siempre”.
