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Hay recuerdos que no pierden el brillo, aunque pasen los años, y el Museo del Carnaval es gran ejemplo de ello, recinto donde este viernes fue incorporada una nueva joya a la colección de coronas, completando así la número 50, que perteneció a Kathy Flesch Guinovart, soberana de la fiesta en 2005.

Aunque Kathy no pudo estar presente porque vive actualmente en Estados Unidos, sus padres fueron los encargados de representar ese legado con la emoción intacta, pues ellos vivieron, paso a paso, una de las etapas más felices de sus vidas. “Fue un acto precioso. Muy lindo, no lo esperábamos”, dijo su padre Hebert Flesch.

A su lado, su esposa, Josefina Guinovart, con ojos llenos de nostalgia, rememoró aquellos días en los que su hija comandó la fiesta cultural más importante del país: “Fue el cansancio más espectacular que he tenido yo. El más rico”.

JEISS0N GUTIERREZ EL HERALDO

Kathy estudió en Estados Unidos, pero regresó a Barranquilla cuando fue llamada para ser reina. Supo liderar las carnestolendas con elegancia, alegría, con una gracia que aún recuerdan quienes la vieron danzar.

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Su traje de coronación, recuerdan sus padres, representaba una flor que se abría en el escenario: “El tallo era verde, el tronco del vestido, y luego plumas amarillas y fucsias. Al final, los bailarines abrían unas telas y se formaba la flor en el escenario. Fue impactante”.

Aunque su vida hoy está en el exterior y es una madre dedicada de tres hijos y profesional en Administración de Empresas, Kathy sigue en la memoria de quienes compartieron su carnaval, y en cada rincón del Museo del Carnaval, donde su corona número 50 ahora tiene lugar de honor.

“Es nuestra única hija, la alegría de la casa, la extrañamos muchísimo. Es inteligente, amiguera y ojalá pueda venir pronto a ver esta joya tan preciosa, digna de ella y nos parece genial que exista un lugar como este porque les muestran que son reinas por siempre con estas fotografías tan bonitas. Estamos muy orgullosos y venir acá nos trajo gratos recuerdos”, expresaron sus padres.

Celebrando historia y color

Katia Nule, primera dama del Distrito, no ocultó su alegría al ver cómo esta sala, inaugurada hace apenas seis años, se ha convertido en una parada obligada para turistas y barranquilleros.

“La Sala de las Reinas se vuelve más interesante, más barranquillera. Más turistas vienen aquí a visitar el Museo y se dan cuenta de lo que el Carnaval representa para nosotros los barranquilleros”, expresó.

Cortesía

Además, manifestó que esta nueva joya es el reflejo del compromiso de la ciudad con su cultura y con las mujeres que han encarnado el espíritu de esta fiesta. “Podemos esperar más”, afirmó la primera dama. “Todos los años viene una reina nueva, y nos faltan unas cuantas de años pasados, no muchas, pero están en fila para tomarse la foto con Francisco Gallo, y apenas las tengamos, las exhibimos”.

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El director de Carnaval de Barranquilla, Juan José Jaramillo, también se mostró muy satisfecho por tener la oportunidad de ver este edificio más engalanado con un brillo como el que representa una corona. “Esto lo soñamos hace seis años y que felicidad ver que día a día lo vamos embelleciendo más”.