Hoy en día, los chats se han convertido en la forma más común de comunicarse, no solo con amigos o familiares, sino también en entornos laborales.
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Herramientas como WhatsApp permiten intercambiar mensajes de manera rápida, directa y sin necesidad de agendar una reunión o hacer una llamada. Sin embargo, este tipo de plataformas también han comenzado a usarse para temas mucho más delicados, como por ejemplo, despedir a un trabajador.
Esto ha generado una gran pregunta: ¿es legal en Colombia que una empresa despida a alguien por WhatsApp o por redes sociales?
Aunque suena frío y poco profesional, la respuesta no es tan simple como un “sí” o un “no”. Según explica Yuly Andrea Rodríguez Gómez, directora de Gestión del Talento Humano de la Universidad de América, lo que determina la legalidad de un despido no es el medio por el cual se informa, sino el cumplimiento de ciertos requisitos legales.
En otras palabras, el problema no es el WhatsApp en sí, sino lo que se dice y cómo se lleva a cabo todo el proceso. En Colombia, el Código Sustantivo del Trabajo, en su artículo 62, establece que un empleador puede terminar el contrato laboral si existe una causa justa.
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Estas causas incluyen incumplimientos graves, faltas reiteradas sin justificación, actos de violencia, entre otras razones específicas. Lo que no está definido con exactitud es el canal que debe usarse para comunicar esa decisión, por lo que, en principio, un despido notificado por chat podría ser válido, siempre y cuando se respete el debido proceso.
¿Y qué implica esto? Que la empresa debe dejar claro el motivo del despido, notificar al trabajador de forma oportuna, brindarle la posibilidad de ejercer su defensa y formalizar la decisión mediante documentos firmados que puedan ser verificados en caso de que se llegue a una disputa legal.
En ese sentido, un mensaje por WhatsApp puede servir como aviso inicial, pero jamás debería ser el único medio que respalde una decisión tan importante como la terminación de un contrato.
Además, aunque los mensajes digitales pueden tener valor probatorio ante un juez, usarlos como único soporte puede generar varios problemas. Por ejemplo, podrían no dejar registro suficiente, dar lugar a malentendidos o incluso afectar la dignidad del trabajador si el tono es ofensivo, poco claro o si el mensaje llega de manera abrupta y sin contexto.
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En casos así, el trabajador podría alegar que se vulneraron sus derechos fundamentales, como el derecho al debido proceso, la información clara o la defensa.
¿Cómo debería proceder una empresa si desea despedir a un trabajador?
Lo ideal es entregar una carta escrita, ya sea en formato físico o digital, con la fecha del despido, el motivo y la firma del empleador. También se debe dejar constancia de que el trabajador recibió el documento, ya sea con su firma, con el envío por correo electrónico o mediante testigos.
Y si previamente hubo advertencias por faltas o sanciones, también es clave que eso esté registrado, ya que aporta transparencia al proceso.
En los casos más extremos, se han reportado despidos informados por notas de voz, mensajes directos en redes sociales o incluso publicaciones privadas. Aunque esos mensajes podrían llegar a usarse como evidencia en un juicio, no cumplen con el estándar legal que exige el sistema laboral colombiano, y podrían considerarse irregulares o incluso humillantes.
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Otro punto importante es lo que ocurre cuando un trabajador se niega a firmar la carta de despido. En estos casos, la empresa debe demostrar que intentó notificarlo por otros medios y dejar evidencia de ese intento. Enviar el documento por correo certificado, o notificarlo mediante testigos o canales digitales formales, puede servir como respaldo ante una eventual demanda.
Si el despido, además de informal, fue ofensivo o se dio en un contexto de maltrato continuo, podría incluso configurarse como acoso laboral. Según la Ley 1010 de 2006, cualquier situación que afecte la dignidad o estabilidad emocional del trabajador puede denunciarse si hay pruebas de hostigamiento o persecución. Esto incluye despidos mal manejados, con lenguaje inapropiado o sin justificación clara.
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Si una persona fue despedida por WhatsApp, lo recomendable es guardar todos los mensajes o audios como evidencia, solicitar por escrito la carta de despido y acudir al Ministerio de Trabajo si considera que sus derechos fueron vulnerados. En caso de un despido sin justa causa o con formas que atenten contra la dignidad del trabajador, también es posible presentar una demanda laboral.
