En muchas partes del mundo, informar se ha vuelto una tarea arriesgada, y la libertad de prensa, uno de los pilares de la democracia, se enfrenta a la censura, la manipulación y la desinformación. Frente a este panorama, la Alianza Francesa de Barranquilla se unió este jueves a esta conversación global a través de las caricaturas en la edición 2025 ‘La Noche de las Ideas’.
Este evento, nacido en Francia en 2016 y celebrado en más de 100 países, llega este año bajo el lema “Pouvoir Agir” (Poder actuar).
Karine Christophe, directora de la Alianza Francesa en la ciudad, explicó que el enfoque local de esta edición se centra en el vínculo entre caricatura y prensa como elementos de crítica, verdad y poder ciudadano.
“La idea de la Noche de las Ideas es favorecer el debate entre franceses, francófonos, colombianos, barranquilleros, sobre temas muy actuales. Pensamos que para poder actuar, tengo que tener la información, y una información correcta. Por eso decidimos trabajar con caricaturistas y la prensa”.
Los invitados para esta conversación fueron Kristian, caricaturista francés, Angie Mansur, artista plástica, visual e ilustradora barranquillera, Jair Lízcano, conocido como ‘Ligre’, caricaturista, docente y diseñador barranquillero y Ronny Pérez Gómez, diseñador gráfico e ilustrador barranquillero.
Mirada femenina
No todo lo que se dibuja es bonito. A veces, lo que conmueve es precisamente lo que incomoda. Lo que expone. Lo que nos desnuda con ironía o con ternura. Eso lo sabe bien Angie Mansur, artista visual y plástica barranquillera que, bajo el seudónimo de Greta con ganas, ha creado un universo ilustrado donde las emociones, los miedos, los placeres y las contradicciones se dibujan sin filtro, pero con sensibilidad.
Formada desde pequeña en academias de arte como Bellas Artes y nutrida por su paso por Buenos Aires, donde participó en talleres en museos como el MALBA y fue reconocida por la Municipalidad, Angie ha hecho del dibujo un manifiesto y es una de las pocas mujeres en el mundo de la caricatura.
“Me encantaría decir que es espectacular, porque me lo gozo, porque es lo que me gusta hacer, pero no es fácil… no es fácil porque exponemos distintas necesidades, y porque cada quien tiene en su cabeza un mundo”.
En sus ilustraciones, la vida cotidiana no se idealiza, se asume como es. Con drama, con humor, con desamor, con deseo. Porque como ella misma dice, dibujar también es un acto político. Es nombrar lo que antes se callaba. Es hacer visible lo invisible.
“Hoy por hoy siento que, de pronto, ahora estoy yo sola, y en un futuro seremos más mujeres las que nos sentemos aquí”.
¿Cómo es hacer caricatura para los medios?
En el papel, los trazos parecen sencillos. Pero en ocasiones hay una historia que no siempre se puede contar completa. Así lo explicó Jair Lízcano, conocido como ‘Ligre’, quien recordó los procesos que tenía cuando publicaba sus caricaturas en EL HERALDO.
“A veces decía que hoy quiero meter un gol. Y lo seguía intentando, y lo seguía intentando. Y de vez en cuando se iba un gol”.
Una de sus caricaturas más recordadas fue inspirada en una frase del hoy gobernador del Atlántico cuando dijo: “el sur está blindado”.
“Decidí dibujar una urna de hierro encarnada. Esa caricatura se fue, pero siempre teníamos que pasar por una revisión”.
Cuando empezó a hacer caricaturas, lo único que tenía claro Ronny Pérez Gómez, diseñador gráfico e ilustrador barranquillero era que quería ilustrar. No pensaba en ideologías, ni en posturas políticas. Solo en dibujar y publicar.
Pero pronto entendió que trabajar en un medio de comunicación es otra cosa. “Uno quiere decir lo que piensa, pero se encuentra con la línea editorial. A veces te dicen: ‘eso no puede salir’, o ‘cámbiale esto’”, dijo.
Hay temas sensibles, otros que deben ser tratados con cuidado, y muchas veces las caricaturas deben pasar por más de un filtro.
Recuerda que cuando trabajaba en EL HERALDO, el director de entonces, Ernesto McCausland, hacía algo poco común: tenía una mini sala de redacción solo con él para hablar de la caricatura del día.
“No era con todos los periodistas. Era conmigo nada más. Qué vamos a hacer hoy, qué tema toca”.
En ese tiempo, las caricaturas estaban al lado de las columnas de opinión. Eran ilustraciones de lo que escribían otros. Pero gracias a ese espacio, la caricatura ganó independencia. “Nos separaron de las columnas. Ya no era solo acompañar una opinión, era dar la propia”.
Aun así, no todo se podía publicar como salía del lápiz. Algunas veces tocaba editar detalles. “Una caricatura tenía mucha sangre. Me pidieron que le bajara. A veces no era cambiar la idea, sino cómo mostrarla”.
Trazos cruzando fronteras
Con una trayectoria que comenzó antes de cumplir los 20 años, el caricaturista francés, Kristian Petit, ha convertido el dibujo en una forma de intervenir, cuestionar y celebrar la realidad desde la imaginación.
“Era el más joven profesional en Francia cuando comencé. Estuve en medios como Dauphiné Libéré, Le Parisien, France 3 Côtes d’Azur, Nice Matin y en Japón, con el magazine Chopin Shinsho”.
Desde entonces, su carrera no se ha detenido. Hoy vive cerca de Cannes, en el sur de Francia, y continúa diseñando, entre otros proyectos, las icónicas carrozas del Carnaval de Niza: “Hasta ahora hay 60 que han sido construidas a partir de mis dibujos”.
Para el francés, el tema de esta edición es oportuno y cercano: “El dibujo tiene todo su lugar en el debate de las ideas. A través de la caricatura se pueden tratar temas ligeros con humor, pero también asuntos complejos: políticos, ambientales, sociales. Es una forma de expresión universal”.
También reflexionó sobre el lugar del dibujo en la prensa contemporánea y su capacidad para hablar incluso cuando las palabras fallan.
“El dibujo tiene una importancia evidente. Los lectores lo adoran. El dibujo puede ir más allá del texto porque activa la imaginación del lector. Abre otro universo. El dibujo no reemplaza al texto. No es lo mismo. Es otra manera de pensar y de sentir”.
Pensamiento crítico
Más allá del humor, de la sátira o del impacto visual, la caricatura, cuando se publica en un periódico, se convierte en una herramienta poderosa para despertar el pensamiento crítico. Así lo ve el caricaturista Jair Lízcano.
“El periódico es una plataforma importante para generar solidaridad. Cuando el periódico enfrenta una demanda, el primero que pone el pecho es el medio. Es como un filtro. Si lo hacemos de manera independiente, vamos a perder el control sobre nosotros”.
Por eso, explica, el verdadero objetivo es hacer pensar, despertar. Que una caricatura no solo arranque una risa, sino una reflexión.
“Lo que tratamos es de opinar para que la gente cuestione. Por ejemplo, ahora mismo estamos pasando por una negativa a la reforma laboral. ¿Cómo hacerle sentir a la gente que la política nos incumbe a todos? Desde que nos subimos al transporte público o nos sentimos inseguros en las calles, estamos viviendo decisiones políticas”.