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El Día Mundial de la Prevención del Suicidio (DMPS), se celebra cada año el 10 de septiembre, esta fecha fue creada por la Asociación Internacional para la Prevención del Suicidio (IASP) y avalada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para crear conciencia sobre la prevención del suicidio en todo el mundo.

La Organización Mundial de la Salud reporta aproximadamente 700.000 muertes por suicidio cada año, lo que corresponde a una muerte cada 40 segundos, afectando principalmente a individuos jóvenes entre 15 y 29 años. Además, identifica al suicidio y a sus intentos, como uno de los problemas más graves de salud que pueden afectar a las personas. Nuestra contribución radica en informarnos para identificar las personas en riesgo y buscar ayuda oportuna.

La mayoría de las personas que piensan en suicidarse realmente no quieren morir, lo que desean es liberarse de las circunstancias intolerables de su vida y del sufrimiento emocional, mental y físico que sienten. Es por ello, que casi siempre viven en una constante ambivalencia entre razones para vivir frente a razones para morir, y es la conducta suicida, la única alternativa que ven.

La desesperanza que diferentes situaciones generan en el ser humano, le impulsa a escapar de estos sentimientos intolerables, con formas de actuar que atentan contra su vida.

¡No dejemos que siga pasando!, Unamos esfuerzos para hacer que nuestras voces sean escuchadas a través de la más espesa nube de dolor en la que se encuentre alguno de nuestros amigos, familiares, compañeros, conocidos, seres amados y poder así extenderles la ayuda que necesitan, servir de apoyo, informarles y guiarles en la búsqueda de atención en salud mental.

Estrategias para hacer frente a una situación de riesgo

1. Conocer y tener disponible personal capacitado o teléfonos de ayuda.

2. Limitar el acceso a posibles medios lesivos.

3. No dejar a la persona en riesgo sola, es importante contactar a su red de apoyo.

4. Estar dispuestos a escuchar y preguntar sin juzgar.

5. Autocuidado de la familia y el entorno.

La doctora Gisella Martínez, especialista en pediatra de los Centros Médicos Colmédica, habla sobre el suicidio infantil. “El suicidio infantil se puede prevenir, para esto, hay que identificar los factores de riesgo y tener una comunicación constante con nuestros hijos”, dijo la especialista.

Las señales de advertencia pueden ser cambios físicos o emocionales, entre los que se encuentran:

  • Hablar o escribir sobre la muerte o acerca de morir.
  • Hacer comentarios sobre sentirse desesperanzado, inútil o indefenso.
  • Expresiones acerca de no tener una razón para vivir o un propósito de vida cosa como: 'sería mejor no estar aquí, o soy una carga para los demás'
  • Consumo de drogas o alcohol en adolescentes.
  • Aislamiento de los amigos y la familia: no querer salir a ninguna parte, en el caso de chicos en edad escolar, no querer jugar con los amigos.
  • Cambios en el sueño.
  • Comportamiento imprudente o actividades peligrosas en adolescentes.
  • Mal rendimiento escolar repentino.
  • Dificultad repentina en las tareas escolares, quehaceres domésticos u otras responsabilidades.

Ángela Gissette Caro, psicóloga, docente e investigadora del Politécnico Grancolombiano, y Magnolia del Pilar Ballesteros, psicóloga, docente e investigadora de la Universidad Nacional de Colombia, realizaron la investigación de metodología Scoping Review que identificó cuáles son los factores individuales, sociales e interpersonales asociados a la ideación suicida en jóvenes y adolescentes de América Latina y el Caribe.

La impulsividad y el temperamento son los principales factores individuales que intervienen en la ideación suicida; sin embargo, los que se asociaron con mayor probabilidad de experimentar el inicio de esta ideación son los niveles altos de emocionalidad negativa (la agresión, la frustración y el estado de ánimo deprimido), bajo afecto positivo, alto afecto negativo y la carencia de inteligencia emocional.

Además, se halló que el consumo excesivo y abusivo de alcohol, sustancias psicoactivas y tabaco, junto a trastornos del estado de ánimo, trastornos alimenticios, el género, la identidad y la orientación sexuales, son factores relevantes a la hora de hablar de la ideación suicida en los adolescentes y jóvenes.

En cuanto a los factores sociales, se tienen en cuenta los aspectos socioeconómicos que están asociados al hambre, la pobreza, la calidad de vida y la clase económica. En Colombia, la victimización por crimen puede ser un riesgo significativo para los síntomas depresivos y la ideación suicida entre los estudiantes universitarios.

Otros factores importantes que hay que resaltar son el bullying, el acoso escolar, la soledad, las adversidades experimentadas en los primeros años de vida y el bajo apoyo social independientemente del sexo. Por otra parte, se evidencia una interconexión entre sobrepeso/obesidad y la ideación suicida con planificación entre las mujeres; ser creyente de cualquier religión hace menos propensos a los jóvenes a la ideación suicida; y las personas que han sido expuestas a la violencia física y/o sexual pueden estar en riesgo significativo.

Finalmente, en relación con los factores interpersonales, las investigadoras identificaron principalmente que el apoyo de la mamá es indispensable para evitar la ideación suicida al disminuir los niveles depresivos y de ansiedad, pero el apoyo paterno no logra moderar estos síntomas. Se hace hincapié en que los factores que más influyen en los jóvenes recaen en los padres por sus relaciones conflictivas, vida familiar inexistente, ausencia en el hogar, divorcio, bajo apoyo, la baja supervisión, disfunción familiar y estilo autoritario.

El apoyo social puede en muchos casos moderar la relación entre la sintomatología depresiva y la ideación suicida; siendo el apoyo familiar la interacción más fuerte, seguido de apoyo de una persona significativa, el apoyo en la escuela y el apoyo de los amigos. Hay que añadir que otros factores interpersonales que influyen en la ideación suicida son las discusiones, la ruptura con una pareja romántica, el abuso emocional y los intentos de suicidio en personas cercanas.

Por último, se evidenciaron diversas barreras de acceso a servicios de salud mental por parte de los universitarios. Según la docente del Politécnico Grancolombiano, los estudiantes enfrentan dificultades significativas para acceder a estos servicios debido a limitaciones económicas, las largas distancias, los tiempos de desplazamiento y agendas convenientes (que se ajusten a los horarios de los estudiantes) y de tiempo: “Nuestros estudiantes tienen una agenda llena y generalmente en los horarios en los que ellos pueden acceder a servicios de salud mental, estos no están disponibles.