Por estos días el mundo tiene los ojos en París donde se desarrollan los Juegos Olímpicos. Miles de deportistas asisten al evento deportivo más importante del globo, todos con las ansias de alzarse en el podio aunque son pocos quienes lo logran.
Incluso las celebridades parecieran no perderse ningún acontecimiento de las justas deportivas. Hemos visto a figuras como Snoop Dog, Beyoncé, Kendall Jenner, por mencionar a algunos, asistir a competencias o enviar sus mensajes de apoyo a sus atletas favoritos.
Pero hay otros que van más allá como lo hizo Adele que interrumpió su concierto en Múnich el pasado 3 de agosto para que su público viera la final de atletismo en los 100 metros femeninos.
Por unos minutos el escenario de la cantante inglesa pasó de albergar un concierto de música a ser una gradería de la final de atletismo que dio como ganadora a Julien Alfred corredora de la isla de Santa Lucía llevándole la primera medalla olímpica en la historia del país.
Julien, la “inesperada” ganadora
Sha’carri Richardson, dominadora estos últimos tiempos de la velocidad, y la jamaicana Rajindra Campbell, que encarnaba la ‘resistencia’ del equipo otrora dominador fueron superadas por Julien Alfred (10.84), de Santa Lucía, cuyas sensaciones eran magníficas, pero pocos pensaban que Richardson iba a dejar escapar una oportunidad tan grande. Sin embargo, su error en la partida (la peor capacidad de reacción con 0.221) le resultó letal.
Alfred, joven de 23 años, que reside en Austin, había sido quinta en los Mundiales de Budapest, lejos de Sha'carri. Esta vez aprovechó la circunstancia. Fue de las mejores en la salida (0.144) y desplegó todo su poderío para, sobre la mojada pista de Saint Denis, completar la sorpresa y dar la primera medalla olímpica de la historia a Santa Lucía, dejando una sensación de campanada como la que ofreció hace 21 años Kim Collins en este mismo escenario.
Paró el crono en 10.72. Richardson remontó y remontó, pero 'tan solo' pudo llegar a la segunda plaza con 10.87, y su compatriota Melissa Jefferson cerró el podio con 10.92. A Estados Unidos se le fue una de las victorias más deseadas, más ansiadas tras tantos años de dominio jamaicano.
