Una romería de fanáticos de todos los barrios de Valledupar llegó desde muy temprano este miércoles a la Biblioteca Departamental ‘Rafael Carrillo Lúquez’, donde se dispuso la cámara ardiente del acordeonero y cantautor Omar Geles Suárez.
Sus seguidores lloran al compositor de éxitos absolutos como Los caminos de la vida, A blanco y negro, Tarde lo conocí, La falla fue tuya, Dele que dele, y un sinfín de canciones que quedarán para la historia.
De manera organizada los fanáticos de este genio musical, quien se crió en el barrio Doce de Octubre, iban pasando para ver a quien los acompañó a través de sus canciones en diferentes momentos.
Al subir a la tarima en un paso muy rápido sus fans pudieron ver su rostro a través del vidrio del ataúd, en el que su cuerpo sin vida permanecía vestido de blanco.
Otro momento impactante ocurría cuando se topaban con la estatua de cera que fue ubicada justo al lado del féretro, la cual fue develada en el 2003, y es muy similar al fallecido ‘Diablito del Vallenato’.
Este artista no solo será recordado por las inigualables canciones que le entregó al folclor vallenato, sino también por su don de gente, carisma, humildad y por estar siempre presto a colaborar con los más necesitados, así lo describió Margarita Daza, quien reside en el barrio Primero de Mayo de Valledupar, e indicó: “Sus canciones marcaron toda mi adolescencia, lo seguí en cada una de sus composiciones”.
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Asimismo, Alfredo Bustamante, residente en el barrio Cañaguate, de la capital del Cesar, expresó que Omar Geles tuvo la versatilidad de componer para todas las situaciones y para todos los momentos. “Fue un artista versátil cuando inició su carrera artística como acordeonero, creo que su inclinación era más por ser cantante, pero en todas sus facetas fue extraordinario”, expresó Bustamante.
Desconsuelo en su familia
En desconsuelo absoluto permanecen los familiares del cantautor de 57 años, que se marchó dejando un vacío irreparable entre sus parientes, quienes alrededor del ataúd se abrazaban y se tomaban de las manos para darse fuerzas.
Su compañera sentimental, Maren García, quien estuvo con él por más de 20 años, y madre de sus tres últimos hijos, no tenía fuerzas para estar de pie y recibir el pésame. Las únicas palabras que se conocieron por parte de ella fueron a través de sus redes sociales. “Amor de mi vida entera, me dejaste sin ti. No tengo fuerza, amor, te las llevas todas”, publicó la mujer.
Sus hermanos también lloran por igual la inesperada partida de este maestro, quien los apoyó en cada etapa de su vida. Todos hacían parte de la nómina de la agrupación y les hacía llegar su dinero semanal, incluida su madre, la señora Hilda Suárez, quien fue de las últimas en enterarse de la lamentable noticia.
Gustavo Geles, uno de sus 13 hermanos, contó a EL HERALDO que Omar era el pilar de su familia. “Nos ayudaba a todos y al que no era familia también. Yo soy maestro de obra, pero no pasaba trabajo porque él me ayudaba, es más me metió en la nómina del conjunto. Casi todos en la familia estábamos en nómina, todos los sábados nos llegaba el dinero, incluso hasta un millón de pesos”. A los actos fúnebres llegó su hermana, Naiduth Geles, acompañada de su hermano Juancho Geles, quienes inconsolables se abrazaron con sus demás familiares, sin ver el cadáver. “No doy para verlo, no puedo”, exclamó la reconocida diseñadora de modas.
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Omar Geles tuvo siete hijos, con mujeres diferentes. Entre ellos están Estefany, José Jorge, Omar Yesid y Daniel, quien es el único que hasta el momento ha desarrollado un talento artístico tocando el acordeón. También están sus tres pequeños niños producto de la unión con Maren García.
Concierto de despedida
A las 6:00 p. m. de este miércoles, el féretro fue trasladado a la tarima Francisco El Hombre, en la plaza Alfonso López. Allí se realizaron los homenajes por parte de sus colegas, actos que contaron con la participación de una docena de artistas que interpretaron sus éxitos.
El cantante Miguel Morales, su compañero de fórmula por excelencia y con quien fundó la agrupación Los Diablitos, fue de los primeros en subir a tarima acompañado de sus hijos Kanner y Keyner para interpretar con gran sentimiento el clásico Cómo le pago a mi Dios.
Iván Villazón intentó hacer lo propio con Cómo te pago, pero el llanto no lo dejó. Churo Díaz le cantó al público que colmó la icónica plaza No intentes, canción que inmortalizó Diomedes Díaz.
Silvestre Dangond, quien viajó desde Miami, cantaría A blanco y negro, un éxito que consolidó su carrera musical. “Dejaste el vallenato a blanco y negro”, exclamó. Otras figuras se sumaron al tributo. Hoy a las 8:00 a. m., en la misma plaza, se cumplirán los actos protocolarios por parte de la Gobernación del Cesar y la Alcaldía de Valledupar; a las 9:30 a. m. será la misa campal y sobre las 11:00 a. m. será el sepelio en el cementerio Jardines de Ecce Homo.
