Compartir:

El sedentarismo se ha anclado profundamente en la cotidianidad de la juventud, alimentado por el constante uso de dispositivos móviles, la virtualidad en el ámbito laboral y educativo, y el tiempo dedicado a los videojuegos.

Leer más: Ofrecen recompensa para esclarecer el crimen del policía en Barranquilla

Esta tendencia preocupante se refleja en un aumento significativo de diagnósticos de hipertensión arterial entre los jóvenes, un fenómeno alarmante que se destacó este viernes en la conmemoración del Día Mundial de la Hipertensión Arterial.

Aunque tradicionalmente es asociada con la edad avanzada, la hipertensión arterial está afectando cada vez más a los adolescentes y adultos jóvenes, subrayando la urgente necesidad de conciencia y acción preventiva.

Es esencial adoptar un enfoque integral que incluya cambios en el estilo de vida junto con opciones de tratamiento médico.

Un estudio conjunto de la Universidad de Bristol en el Reino Unido y la Universidad de Finlandia Oriental revela que el riesgo varía según el género. En los hombres de 17 a 24 años, la presión arterial sistólica elevada y la hipertensión pueden aumentar el riesgo de daño cardíaco entre un 10 % y un 30 %.

Ver también: Ofertan vacantes con sueldos de hasta 3 millones que no requieren de estudios

Mientras tanto, en las mujeres de estas mismas edades, los riesgos son aún más alarmantes, con un aumento de hasta el 217 % en el riesgo de daño estructural cardíaco y hasta un 65 % en el riesgo de daño funcional.

Es por ello que la doctora Carmen Hernández Vargas, especialista en Medicina Interna, enfatiza en que la hipertensión arterial entre la población joven exige un enfoque holístico que abarque cambios en el estilo de vida y, cuando sea necesario, intervenciones médicas.

“Con conciencia, educación y acción temprana, podemos trabajar hacia un futuro donde esta enfermedad sea una amenaza lejana para la juventud”.

Algunos riesgos

El cardiólogo José Rozo, explicó a EL HERALDO que se considera a una persona hipertensa cuando “en una toma de presión marca 140 de presión arterial sistólica y más de 90 de diastólica. Se puede diagnosticar con registros semanales o con equipos automatizados”.

Además, resaltó que los riesgos más grandes son los llamados eventos vasculares cerebrales, ya sean trombóticos o hemorrágicos (trombosis o derrames).

Le sugerimos: Extrabajadores de Aluminio Reynolds protestan en el norte de Barranquilla

“El daño cardíaco por hipertensión lleva a insuficiencia cardíaca y a la insuficiencia renal. Por último, hay que recalcar que el daño microvascular cerebral puede generar demencia. La hipertensión es la principal causa de demencia en el mundo, no es la enfermedad de Alzheimer, es la hipertensión”.

Rozo destacó que factores como la obesidad , que en Colombia supera el 35 % de prevalencia, tiende a desarrollar la hipertensión. “El sedentarismo, la diabetes y el tabaquismo, son otros factores”.

Agregó que la importancia de medir la presión arterial en casa se ve reflejada en que “el 40 % de la población hipertensa desconoce que padece esta enfermedad, por algo es llamada ‘el enemigo silencioso’, así que el automonitoreo es importante para lograr un control adecuado”, concluyó el especialista.

Andrés lucha una batalla diaria

Andrés Solano Molinares, un licenciado en Biología y Química egresado de la Universidad del Atlántico, lleva consigo una batalla silenciosa desde hace más de una década. A sus 22 años, recibió un diagnóstico que lo llenó de incertidumbre: hipertensión arterial.

Una sentencia que, aunque pesada, no lo derribó: “Uno piensa que se va a morir de un infarto o que esta presión arterial tan alta afectará algún órgano vital”.

Ver más: Mele, Ortega y Borja, en el once ideal de la semana en Copa Libertadores

Sin embargo, los médicos le brindaron una luz de esperanza al asegurarle que, con el tratamiento adecuado, esta enfermedad podía ser controlada.

Andrés optó por el camino de la determinación y el autocuidado. “Aquí más que todo es el tema de la alimentación. Comer bajo en sal, evitar los carbohidratos y salsas”.

Además de lidiar con los síntomas físicos, Andrés también ha caído en las preocupaciones mentales: “Con esta enfermedad el miedo a veces se apodera de uno y más cuando presentas arritmias cardíacas, dolor en el pecho, yo he presentado las dos y me ha tocado irme de urgencias”.

Para prevenir algún capítulo fatídico Andrés sigue al pie de la letra las recomendaciones de los médicos y además de tomarse sus medicamentos, practica natación.