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Gabriel García Márquez dijo alguna vez que el vallenato tenía un origen estrictamente narrativo, que los juglares iban de pueblo en pueblo haciendo justamente eso: narrar, contar sus historias. Y, si la música de acordeón tuvo un narrador excelso como pocos ese fue el maestro Rafael Calixto Escalona, un genio que sus composiciones han logrado traspasar las barreras del tiempo.

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Con su talento para la escritura, se convirtió en uno de los mejores compositores de este género musical, siendo un cronista del vallenato, dejando clásicos que hoy siguen sonando por muchos rincones, entre estos: La casa en el aire, El mejoral, Honda herida, Jaime Molina, La creciente del Cesar, entre muchos otros.

Este lunes 13 de mayo se conmemoran 15 años de la partida de esta figura, que junto a la gestora cultural Consuelo Araujo Noguera, y el político liberal Alfonso López Michelsen, crearon el Festival de la Leyenda Vallenata.

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Por ello para conmemorar este aniversario EL HERALDO conversó con dos de sus hijos quienes contaron detalles de la obra de su padre y los homenajes que se harán.

Precursor de la crónica cantada

El solo nombre de Escalona ya supone un aura única. Poesía. Literatura. Vallenato. Su figura monumental supuso un antes y un después en la manera de contar y decir las cosas en la música de acordeón.

Es por ello que para su hijo Pachín Escalona su padre fue el precursor de la crónica pues él llevó y transmitió a los pueblos de la región los sucesos que solían transcurrir en Valledupar y sus alrededores.

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“Es el caso de La custodia de Badillo, por ejemplo. Anteriormente, como no había medios de comunicación masivos, no existía la televisión en esta región, no existía el teléfono, no teníamos periódicos constantes, sino que llegaban de Santa Marta una vez al mes. Entonces, una forma de comunicar cualquier hecho importante era a través de una canción. Y el canto, como dice el mismo maestro Escalona, se iba como el bostezo, de boca en boca”, dijo Pachín a EL HERALDO.

Es por ello que sus canciones se cantaban desde Patillal, su terruño, hasta San Juan del Cesar, pasando por todos los pueblos de Cesar y La Guajira.

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“De esa manera, el maestro Escalona marcó la pauta en ese sentido, porque fue el primer narrador de historias y de sucesos del Vallenato. Fue el cronista que le dio identidad a ese tema”, añadió el hijo del compositor.

Por su parte, Rafael Escalona, hijo y quien porta su nombre con mucho orgullo, explicó además que sus canciones son historias cantadas y que mediante su narrativa permitieron y aun permiten que el mundo entero conozca de una región y de sus personajes propios que bajo ninguna posibilidad hubieran tenido la resonancia que hoy tienen en el mundo entero sin las canciones de Escalona.

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Un padre cariñoso

Justamente Rafael hijo detalló que lo que más recuerda de su padre a 15 años de su fallecimiento son esos momentos de su infancia, con un papá que era muy cariñoso y el disfrute de esos momentos disfrutaban de la lluvia, de las cosechas de mango que en la región son abundantes, y además que en el patio de la casa tenían dos de estos árboles.

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“Era un hombre único, ya en familia el armaba su existencia diaria a su gusto, recuerdo que cualquier día nos preparábamos para un día especial con actividades normales y el decidía recordar lo que hacía en su juventud y cambiaba los planes proponía ir al mercado a comprar pescado y el mismo guiar la preparación, si por casualidad cualquier personaje de la música o política del país llegaba a visitarlo él lo vinculaba al plan y terminaban acompañándolo y disfrutando de las anécdotas que refería acompañado de un whisky”.

Por su parte, Pachín Escalona destacó que él era una persona que impactaba con solo verlo. “Si estábamos en Bogotá, ver a una persona con un sombrero y una gabardina realmente llamaba la atención”.

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De igual forma detalló que aun cuando hablaba con un tono de voz muy bajito apenas pronunciaba palabra alguna todos hacían silencio para escuchar atentamente lo que tuviera para decir.

“El maestro Escalona siempre fue el eje central de cualquier reunión. Nosotros lo mirábamos como un personaje, como lo que era, como lo que fue realmente. Un personaje grande, grande entre los grandes. A esto le podemos agregar que el maestro Escalona era una persona muy amorosa. Por su condición de hombre bohemio, diría yo que él tenía una percepción de la vista totalmente diferente a todos nosotros en la región. Él era una persona muy amable con las damas, el mejor de los amigos. Para él un amigo significaba lo más importante de la vida”.

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Preservar su legado

El maestro Escalona no solo dejó un legado musical con sus canciones que siguen siendo entonadas a grito herido por los amantes del folclor, esos que bajo la sombra de un palo de mango tertulian con guitarra y acordeón, sino que además dejó el más grande festival de música de acordeón más grande del mundo: el Festival de la Leyenda Vallenata.

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Y es precisamente ese legado que su familia no quiere que se olvide nunca y para ello a través de la Fundación Rafael Escalona se trabaja en pro de ello. “El objeto principal de la fundación es que el legado de Escalona se sostenga en el tiempo como un referente de las nuevas generaciones. Dentro de nuestros propósitos está la enseñanza del vallenato autóctono y preservar la música de Escalona que es un referente de nuestro folclor”, detalló Rafael hijo.

Entretanto, Pachín precisó que desde el Festival de la Leyenda Vallenata, se busca también esa preservación y la divulgación de la verdadera música auténticamente vallenata. “No solamente se conserva el legado del maestro Escalona, también de sus contemporáneos amigos compositores como son el maestro Leandro Díaz, Tobias Enrique Pumarejo, Gustavo Gutiérrez, Toño Salas, el viejo Emiliano Zuleta”.

Homenajes en su día

Para conmemorar los 15 años del fallecimiento del maestro Rafael Escalona, la fundación que lleva su nombre, en conjunto con la alcaldía de Valledupar, ha organizado una serie de homenajes que comenzarán a las 8:00 a.m. con una ofrenda floral que hijos, nietos, sobrinos y demás familiares del maestro llevarán hasta el cementerio Jardines del Eccehomo donde se encuentra el mausoleo de este insigne juglar.

Los homenajes continúan a las 6:00 p.m. con el concierto ‘Escalona Inmortal’, que tendrá lugar en la tarima ‘Francisco El Hombre’ de la Plaza Alfonso López, donde las mejores voces del país harán un recorrido musical por las canciones que inmortalizaron al poeta de Patillal.

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En este escenario también actuarán la orquesta sinfónica infantil y juvenil de Valledupar, el grupo vallenato de la Escuela de formación artística Leonardo Gómez, la banda Escuela Municipal, y la niña Andrea Sofía Villegas, la pequeña artista que se ha cautivado el corazón de los vallenatos.

Las actividades continuarán el martes 14 de mayo a las 8:30 a.m. con el conversatorio ‘Del Canto Vallenato al Canto Coral’ en el auditorio Consuelo Araújo Noguera de la Biblioteca Departamental Rafael Carrillo Luque.

Los expertos en folclor Vallenato Tomás Darío Gutiérrez, Alberto Beto Murgas y Julio Oñate Martínez, entablarán un diálogo con la maestra Diana Cifuentes, directora del Coro Nacional de Colombia.

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