En las memorias literarias de Héctor Abad, la página de su existencia se ha impregnado con tintes intensos de lo inesperado. El capítulo más reciente de su vida se despliega como un drama épico, donde la muerte jugó un papel protagónico, rozándolo de manera impactante luego de someterse a una operación a corazón abierto.
Aquel 27 de junio de 2023 quizá sea una fecha que le quede grabada por siempre al escritor colombiano. Ese día, fue víctima del bombardeo ruso de Kramatorsk cuando se encontraba en una pizzería acompañado de la fallecida colega Victoria Amelina, el ex Alto Comisionado para la Paz Sergio Jaramillo y la periodista Catalina Gómez.
En una reciente entrevista con EFE, Abad confesó que la literatura es el salvavidas que le ayuda a digerir las vivencias complejas, ejemplo de ello es su último libro ‘Salvo mi corazón, todo está bien’, que le ayudó para reconciliarse con su propio corazón.
(Le puede interesar: Murió Julio E. Sánchez Vanegas, pionero de la Radio y TV. nacional)
'Antes de este libro no tenía una relación particular con el corazón. Me parecía un órgano más, una víscera más, sin ninguna carga emocional o simbólica. Sin embargo, siempre me había llamado la atención un hecho real de un cura que se había ido a vivir a mi casa esperando un trasplante de corazón después de que me había separado'.
Con ello, logró un viaje introspectivo. A través de la narrativa, Abad se sumergió en las profundidades de su ser, utilizando la escritura como un instrumento de autoexploración.
'Mientras empecé a escribir esa historia también enfermé del corazón. Me hicieron una operación de corazón abierto y entendí la dimensión psicológica mucho más compleja que tiene enfermarse de algo que uno sabe que si se para se muere'.
Cosas por digerir
Y es que en un giro inesperado, Abad se encontró en tierras lejanas, donde un misil amenazó con interrumpir su narrativa vital.
'Es una cosa que todavía tengo que digerir. Yo para digerir algo creo que lo tengo que escribir. De algún modo la novela del corazón, me sirvió para reconciliarme con mi propio corazón abierto operado y para sobrevivir a esa muerte temporal que es una operación'.
El sonido ensordecedor del misil corta el silencio, y en ese instante, todo parece haberse pedido, lo que lo hizo reflexionar sobre la fortuna de estar vivo.
'Para saber exactamente qué es lo que pienso en mi experiencia de Ucrania, del hecho que nos hubiera caído un misil tan cerca, de que si hubiera muerto en ese atentado de los rusos. Eso despierta muchos sentimientos. A veces de culpa y de extrañeza por estar vivo. Es como si en el caso del corazón y el del misil la muerte me pasara rozando muy cerquita, pero no me ha matado todavía por algún motivo'.
¿Y será que esa experiencia desafortunada que tuvo que enfrentar logró cambiar su visión sobre la guerra en Ucrania?
'No. Esto simplemente confirmó lo que yo pensaba: es una invasión criminal de (Vladimir) Putin, del ejército ruso, de una potencia imperial contra un país más joven y más pequeño. (...) Todos pudimos haber muerto. Estamos vivos de chiripa, milagro, gracias a la buena suerte o al azar, pero los que tiraron ese misil, lo tiraron para matar'.
La política en Colombia
El escritor también se refirió a las negociaciones por la paz en la Habana entre el Gobierno colombiano y el ELN, reflexionando sobre si algún día la nación gozará de este estado social.
'Colombia ha hecho muchos avances hacia la paz. Lo que pasa es que hay que hacerlo bien. El Gobierno de (Juan Manuel) Santos (2010 - 2018) hizo un proceso de paz con la guerrilla más grande de Colombia, las FARC, y ese proceso de paz fue exitoso y llegaron a un acuerdo muy valioso'.
De acuerdo con Abad, cuando llegó el gobierno de (Iván) Duque (2018 - 2022) no se implementaron porque el gobierno no estaba de acuerdo con ese acuerdo de paz.
'Ahora el gobierno de (Gustavo) Petro (actual presidente de Colombia) quisiera hacer cualquier tipo de paz, con todo el mundo, de cualquier manera y rápido. Y el ELN es un grupo bastante complejo'.
Hizo hincapié en que cuando hubo un proceso de paz con las FARC, lo primero que se exigió era que no podían seguir secuestrando. Eso ni siquiera se ha exigido al ELN. Creo que como casi todo en este Gobierno se arrastra hacia adelante con buenas intenciones y buena voluntad pero con resultados muy pocos satisfactorios.




















