María Mulata, nominada al Grammy Latino: 'El álbum nace de un proyecto para preservar las tradiciones'

Mirar musicalmente a Colombia una colcha hecha de diferentes músicas cual retazos que se unen por el hilo de la diferencia, la cantadora Diana Hernández, conocida artísticamente como María Mulata, hace un recorrido sonoro por el país en su álbum Colcha de retazos, nominado al Latin Grammy.

Aunque es nacida en San Gil, Santander, en sus adentros lleva la poderosa voz de las cantadoras ancestrales del Caribe y el Pacífico. Su trabajo discográfico aspirará a llevarse el gramófono por primera vez en la categoría Mejor álbum infantil, cuando este jueves se entreguen los galardones en Sevilla, España.

Y es que este álbum tuvo que pasar un viaje, no solo musical sino social para poder desarrollarse pues nació de una iniciativa que ha tenido durante su carrera la María Mulata: preservar las tradiciones.

'Es un proyecto en el cual trabajo desde el 2012 con niños en estado de vulne​​​​​​​rabilidad, donde se hace una academia itinerante que enseña músicas colombianas de varias regiones para que los niños empiecen a acercarse y a reconocer esos sonidos y a ponerlos en el mapa', explicó la artista a esta Casa Editorial.

Justo así, como su álbum, se llama el proyecto que ha liderado y en el momento que se adentró en ese mundo se dio cuenta que no había suficiente material para enseñarle a los niños su propósito: reconocerse en las sonoridades.

'Yo siempre he hablado de la colcha de retazos que Colombia, son retazos unidos por un mismo hilo pero todos los retazos son diferentes, de diferentes tamaños, de diferentes colores pero que finalmente eso es lo que hace rico un país como Colombia'.

Este proyecto consistía en enseñarle a los más pequeños sus ancestros musicales, de dónde provenía su cultura y así terminó yendo a comunidades como Palenque o El Oasis en Soacha donde hay un asentamiento de desplazados del Pacífico.

'El álbum empezó como un proyecto que pretendía preservar esas tradiciones que yo veía que ya los jóvenes no estaban adoptando y que ese era mi afán también de cantar la música que yo estaba aprendiendo como el bullerengue con Etelvina Maldonado De la Hoz'.

Luego de eso, en plena pandemia empezó la construcción del proyecto musical para llegarle a esos niños, con música ancestral y es así como los sonidos de la marimba, de la gaita y diferentes ritmos que atraviesan desde el Amazonas hasta La Guajira se compenetran en su álbum.

Esta será la tercera vez que María Mulata opte al gramófono. Sin embargo, se encuentra tranquila pues 'yo no hago la música, ni los discos, ni los proyectos en función de los premios, pero cuando llegan es una ayuda grande para una artista independiente como yo'.

Es por ello que esa aventura en Sevilla espera disfrutarla, conocer artistas y ver si puede colaborar con algunos de ellos.

'Si ya salimos como ganadores de este premio, la verdad será un reconocimiento a un trabajo muy juicioso, muy dedicado, muy apasionado, que llevo ya muchos años en esto'.

Aunque nació a kilómetros del Caribe y lejos del contexto de las cantadoras de bullerengue, Diana Hernández lleva en su nombre y en su voz el legado de una de las más magistrales: Etelvina Maldonado De la Hoz.

'Terminé siendo yo como su pupila porque ella nunca tuvo hijos que le siguieran el legado, entonces al ser yo tan amiga de ella y ella además ver que yo tenía madera para eso pues ella de alguna manera me tomó como su alumna'.

El recuerdo lo tiene claro en su mente cuando se encontraban en el sector de La boquilla de Cartagena y Etelvina le daba su conocimiento del bullerengue cuando llegaron las aves que le dieron su nombre.

'Mientras ella me enseñaba a cantar bullerengue al oído, las María Mulatas llegaron a cantar ahí con nosotras, y entonces a ese bonito recuerdo yo empiezo a investigar sobre el ave'.

Además de Etelvina, su profundo gusto y admiración por las cantadoras fue alimentado por el magistral Paulino Salgado ‘Batata’.