'Yo vencí el racismo a través de la música', Teresita Gómez

A escondidas, pero nunca perdida. Como parte de una historia hilvanada a partir de la composición de acordes, la vida de Teresita Gómez, la pianista colombiana más importante ante el mundo, cumple 80 años, de los cuales destaca que la gratitud y la pasión han sido siempre su mayor motivación.

Los sonidos de las artes vivieron de manera permanente en su casa, ya que al ser adoptada por los porteros del Palacio de Bellas Artes en Medellín, lugar en el que residían, creció rodeada de todas las expresiones artísticas posibles. Eso sí, sin acercarse mucho, porque para ella estaba prohibido.

No era solo el hecho de ser pobre, mujer o hija adoptiva, es que sin quitarle peso a las anteriores ‘condenas’, Teresita era negra en medio de una sociedad que segregaba a los de su color.

Sin embargo, la inquietud misma de un talento excepcional buscó una salida, y atendiendo al llamado que le hacía su incipiente oído músical, a los 6 años se hizo experta en encontrar sitios para esconderse y así escuchar lo que las maestras de piano le enseñaban a las niñas que sí podían tomar las clases.

De tanta atención que ponía detrás de la cortina ya se había aprendido dos piezas en piano, las cuales practicaba cada noche cuando su papá la llevaba a recorrer el Palacio, ahí él le permitía tocar un poco antes de cerrar, mientras su mamá moría de miedo porque era consciente de que aquello no se podía.

'En ese momento él se levanta, me pide que lo espere y va a buscar a mi mi mamá, repito todo, la venia, la presentación y toco. Ella no me aplaudió, sino que lo miró a él y le dijo: ‘Tenemos que hacer algo’'.

Así fue como hablaron la profesora de Bellas Artes, y luego de hacerle una prueba le otorgan una beca para que estudie piano, pero con una condición, debía ser la mejor, cosa que no le costó en lo más mínimo.

A pesar de lo destacada que se hizo en el piano en los recitales siempre iba de última y de un color diferente al de las demás niñas, aunque esto poco le importaba realmente.

'Uno como niño no sé da cuenta de esas cosas, y a pesar de todo yo me sentía muy querida por las mamás de mis compañeras. Sin embargo, hubo momentos en los que me sentí muy sola, pero siempre me repetía: ‘Pero tengo la música’'.

Por encima de todo esto, en su conversación Teresita siempre tiene muy presente su diferencia 'Cuando uno se da cuenta que es negro, tiene que aprender a ser negro, las diferencias se hicieron para disfrutarse, por eso creo que me ha pasado tanto en la vida, mi parte africana me ha ayudado a resistir'.

En su paso por la vida Teresita es capaz de verla con gratitud, actualmente es la pianista más importante de Colombia para el mundo, su música y las historias que cuenta a través de esta han tenido su espacio en los escenarios más importantes, entre esos el concierto que ofreció junto a Blanca Uribe el pasado viernes en el Teatro José Consuegra Higgins de Barranquilla.

'En Barranquilla encontré una llama. Ver el auditorio lleno inyectó vida, no dejen apagar esa llama que encontré aquí, siempre será lo más valioso'.