'Es la historia de un sueño', dice la mujer, mientras le da indicaciones a los niños y al coreógrafo para que ensayen la ronda en el parque donde practican. Algo que hace desde hace 27 años, primero ayudando a su mamá y luego como directora.
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Ese sueño no empezó en Barranquilla. Fue en Cartagena, de donde es su señora madre Gloria de la Peña, fundadora de la comparsa infantil. Ella llegó a ‘la Arenosa’ y se enamoró del Carnaval. Tanto que, después de llevar a su hija Rocío a los diferentes desfiles y criarla con ese afecto por las fiestas barranquilleras, decidió fundar la comparsa.
'Fue en 1996 que junto a la reina infantil de la época mi mamá reunió a toda la cuadra para formar la comparsa. La idea era hacer algo diferente, algo que el barrio no tuviera. Uno de los vecinos dijo que de marimonda y así fue', relata Rocío entre risas que se quieren parecer a lágrimas por la nostalgia.
El año siguiente, los vecinos no 'le pararon mucho'- cuenta Rocío -, pero el anhelo de la señora Gloria de seguir con la comparsa la invitó a sacarla nuevamente.
No fue fácil, asegura. Para poder costear todo lo relacionado tuvieron que realizar rifas, bazares, fiestas, recolectas y hasta los directores de otras comparsas del mismo barrio o de Barrio Abajo, que ya eran bastantes para ese momento, les ayudaron.
No está sola en la labor. Sus hijas Daneska y Arianys, y su hijo Lucian la ayudan. 'Mis tres hijos estuvieron en la comparsa y siguen participando en el Carnaval. Mis sobrinos, vecinos, toda la familia ha pasado por las marimonditas'.
'Hubo un momento en que tuve que organizarme desde octubre del año pasado. Ahora lo hago desde junio. Yo empezaba a comprar las telas desde temprano en el año. En ese momento me di cuenta de todo lo que significaba. Recibí mucha ayuda de comparsas vecinas porque ya tenían la experiencia', añade.
Pero detrás de la emoción, el amor por la comparsa y las fiestas, la agrupación fue creciendo tanto que se transformó en un trabajo monumental.
'Yo me di cuenta de la seriedad de todo porque me senté con otros directores de otras comparsas y me hablaban sobre las telas, los presupuestos, lo que había que pedirle a los padres. Desde ahí me organicé. Yo misma, junto a mis hijos, hago el diseño, compro las telas, organizo todo. Es duro, pero a mí me encanta trabajar con niños', asevera Rocío, destacando lo irónico del caso, puesto que el disfraz de marimonda 'no es nada serio'.
'Ven te echo un cuento', dice la señora Rocío mientras recuerda que las primeras máscaras de marimondas para la comparsa 'eran chinas' y era 'en serio'.
'Yo digo que eran chinas porque quedaban con los ojos así como los chinos. Fuimos pasando de modista en modista hasta que ya las máscaras pasaron de ser chinas a barranquilleras (risas)', cuenta la protagonista de la historia.
Con el pasar de los años, la señora Gloria fue encargando cada vez más a su hija Rocío. 'Poco a poco me fui encargando de todo y con el tiempo ya todo se volvió más serio', dice.
'Este es el sueño de mi mamá. Desafortunadamente ella no pudo seguir organizando todo por su Alzheimer. Pero yo he seguido este sueño y hasta que Dios quiera. Me siento feliz al hacerlo por los niños', agrega.
Esos niños, que pueden entrar a la agrupación desde los 2 años y 'desfilar en coche', como cuenta Rocío, suelen estar hasta los 12 o 13 años porque 'cuando son adolescentes se pasan a otras comparsas de adultos'.
'Ya cuando están grandes no quieren estar porque es una comparsa de niños, pero después nos traen a los hijos (risas)', marca la Rocío.
Las ‘Marimonditas de Montecristo’ han participado en todo tipo de eventos, desde coronación de reinas hasta festivales, donde han acumulado hasta este año 2023 9 Congos de Oro.
Hay un Congo que se recuerda con pena, pero a la vez con gratitud, dice Roció. Era uno que para ella en primera instancia no lo merecían.
'Yo recuerdo un Congo muy particular, uno de los últimos. Ese Congo nos lo ganamos pero no era para nosotros (risas). El coreógrafo mandó a los niños a hacer la ronda pero cada niño lo hizo por su lado, hizo lo que quiso. Yo estaba molesta. Yo sabía que ese Congo ya no era para nosotros', narra.
Sin embargo, para sorpresa de la señora Mármol de la Peña, ganaron el primer lugar. La razón, cuenta la directora, no la sabe aún exactamente, pero asegura que le dejó una enseñanza.
'Es que la marimonda es repelencia, es un baile espontáneo, jocoso, eso representa. El hecho de que saliera cada niño a bailar como quería fue lo que hizo que ganáramos. Desde ese día yo aprendí el verdadero significado de lo que es la marimonda para el Carnaval de Barranquilla', relata.
El legado, lo que le deja la comparsa al Carnaval y a Barranquilla, es lo más importante para la señora Rocío. Dejar ese amor por las fiestas a los niños es su mejor recompensa.
{"titulo":"Las brujas que salvaguardan el 'correo oral' del Carnaval","enlace":"https://www.elheraldo.co/sociedad/carnaval-de-barranquilla-2023-las-brujas-que-salvaguardan-el-correo-oral-de-las"}
'Yo quiero que todos los que pasen por la comparsa se queden con ese amor por el Carnaval. Ese amor que sentía mi mamá por la celebración. Mi mamá, a pesar de su enfermedad, todavía tú le pones música y empieza a aplaudir. Ella todavía lo tiene por dentro', cuenta Rocío.
Para la directora de la agrupación folclórica, que fue la primera comparsa infantil en participar en el Carnaval de Barranquilla, no hay mayor satisfacción que ver a los niños que pasaron por su grupo disfrutar y ser incluso parte de los hacedores de la fiesta.
'Si un niño me dice hoy que no quiere seguir porque va a participar en una cumbia mayor o en otra comparsa del Carnaval, yo me siento feliz. Eso quiere decir que estamos haciendo bien el trabajo', dice.
El deseo de Rocío es que sus hijos sigan con la comparsa cuando ella no pueda continuar. Por eso les recuerda día a día lo importante que es el grupo de las ‘marimonditas’ para seguir dejando en cada niño del barrio Montecristo la pasión por el Carnaval.
'Yo les digo ‘esto es serio, tienen que ponerse serios’ porque a los niños no solamente se les enseña el baile espontáneo de las marimondas, también otros bailes como el mapalé, la cumbia y hasta salsa. Por eso la importancia de que nunca dejen esto', expresó.
Como mensaje, la hacedora de Carnaval espera que las nuevas generaciones mantengan el respeto por la celebración como una expresión cultural, el amor por las tradiciones de la ciudad, y que nunca se deje de sembrar la pasión por el Carnaval, porque 'esto que tenemos en Barranquilla no lo hay en ningún lado. Somos pocos los que tenemos la suerte de nacer o vivir en esta ciudad y lo que se aprende de niño no se aprende de grande'.
La marimonda nació en el Carnaval como una burla a la diferencia de clases. Era una manera de 'jugar' con ese acento diferente que 'tratan de imponer', además de vestir bien, sarcásticamente.
Sin embargo, se ha convertido en cultura, en folclore, en alegría, en baile, pero sobre todo en amor por el Carnaval. Así lo demuestra la señora Rocío, lo demostró la señora Gloria, y lo seguirán demostrando los niños de las ‘Marimonditas de Montecristo’.
{"titulo":"Isabella Garman y su colorido de Carnaval","enlace":"https://www.elheraldo.co/sociedad/isabella-garman-y-su-colorido-de-carnaval-979055"}
