Un amor ‘especial’ basado en las ‘simples cosas’

'Todo lo que se hace por amor, se hace más allá del bien y del mal', dijo alguna vez el filósofo alemán Friedrich Nietzsche, haciendo referencia a que el amor toca muchas fibras.

Reflejo de ello es la relación que sostienen Mateo Alberto Rebolledo Lavalle y Andrea Carolina Cuello, una pareja en la que el más puro sentimiento está por encima de todo.

Este noviazgo, en el que ambos tienen síndrome de Down, lleva tres años y cinco meses y –según los enamorados– esperan llegar al altar.

Por un lado está Mateo, de 26 años, a quien la cultura y el Carnaval le corren por las venas. Él ha diversificado sus quehaceres en diferentes frentes. Ejemplo de ello es que en 2018 fue rey Momo del Carnaval de Puerto Colombia.

También ha incursionado como fotógrafo, y en 2019 ganó el tercer puesto en la categoría Primer Plano del concurso fotográfico Mira al Centro. Asimismo, hizo parte de la serie La invencible Esther, un homenaje a ‘La Novia de Barranquilla’, producida por Telecaribe.

Por otro lado, aparece Andrea Carolina Cuello, de 30 años, cuyo mundo se mueve alrededor del arte. Las destrezas artísticas son las que más la caracterizan. El baile, el canto y dibujar, hacen parte de las cosas que definen la vida de esta mujer.

'A veces le canto a Mateo canciones de Fanny Lu, Maía, Thalía, canciones románticas', puntualizó Andre en vísperas de la celebración de Amor y Amistad, expresando así todo su romanticismo.

A Mateo le gusta que le canten canciones cargadas de sentimientos y también dedicar algunas.

'A veces le canto, siempre he sido romántico con Andre, me gusta compartir con ella, amarla', expresa el joven.

Estudiar inglés se ha convertido en una de sus ocupaciones y dominarlo es una de sus metas a corto plazo.

'Mi mamá conoció a mi suegra en un parque de El Golf, así mismo conocí a Andre. Invitarla a comer helado fue el primer plan que le propuse', rememoró Mateo sobre cómo conoció a su enamorada.

A Rebolledo Lavalle, Andre, como le dice con cariño, le gustó desde el primer momento. Sin embargo, esa primera salida se vio interrumpida por su familia. 'Mi papá llegó e invitó a varios familiares y me interrumpieron la primera cena. Pero, la gocé mucho con ella'.

Por su parte, a Andre también la flechó Cupido desde un comienzo, y todo quedó sellado con un beso.

'Él me agarró de la mano y me abrazó, me gustó mucho. Yo estaba sonriente, disfruté mucho ese momento'.

Mateo Alberto no desaprovechó la oportunidad, y el 18 de marzo, día del cumpleaños de él, le pidió a Andrea Carolina que aceptara ser su novio. Ella, en las mieles del amor, no lo dudó. La respuesta que hizo sonreír a ambos fue un 'SÍ' en mayúsculas.

Desde entonces las salidas se volvieron constantes. Compartir las cosas en común los ha ido uniendo. El cine ha sido uno de esos puntos de encuentro en el que ambos se sienten plenos.

A Andre le gustan más las películas de Harry Potter, las de princesas, Blancanieves, Cenicienta, Mulan, aunque también están entre sus preferidas, Titanic y Scooby Doo.

En cambio, a Mateo le encantan las románticas como La La Land o Coco, que para él 'es como la vida y la muerte de cualquier cosa y así uno puede recordar todo desde el corazón'.

Mateo y Andrea tienen claras sus metas, saben hacia donde están direccionando sus vidas. Por eso han dejado claro sus intenciones de querer conformar un hogar.

'Quiero casarme, tener muchos hijos, una familia grande', sostuvo Mateo Rebolledo.

Por eso, ya han ido planeando cómo quisieran que fuera, no solo el compromiso, sino la boda misma. 'Quiero pedirle la mano a mi novia, ponerle el anillo de compromiso en Cartagena'.

Para la fiesta de compromiso quiere que los invitados vayan con ropa de lino.

Anhelan que la celebración de la boda sea en el Hotel El Prado.

'Ahí se va a hacer el matrimonio, un desayuno y una fiesta con música de Carnaval y Champeta', puntualizó Andre.

Uno de los objetivos de la pareja es construir juntos el proyecto llamado ‘La casa de las simples cosas’, una idea que surge como una forma de inclusión hacía las personas en condición de discapacidad.

'La idea es hacer un café, un estudio. Lo que queremos hacer es tener una familia grande', comentó Mateo Alberto.

Este café esperan convertirlo en un espacio de conversaciones, exposiciones de arte y cultura tanto para personas en condición de discapacidad como para aquellas que no, con el fin de brindar una agenda cultural diferente en la ciudad.

'Es un proyecto que necesita el apoyo de patrocinadores, debido a que tenemos una condición especial', mencionó la pareja.

Asimismo, los creadores de este proyecto esperan generar alrededor de 15 empleos directos en personas en condición de discapacidad.

El origen del nombre hace referencia a una canción de la artista chilena Mercedes Sosa llamada Canción de las simples cosas, tema que le gusta mucho a Mateo y decidió que así se debería llamar la iniciativa que han creado.

'Vamos a necesitar de todo el mundo, socios y administradores que nos ayuden. Nosotros tenemos una condición especial y al final como jóvenes con Síndrome de Down tenemos un cromosoma más, eso es lo único que nos diferencia del resto', finalizaron los jóvenes que buscan sacar adelante esta iniciativa, con el apoyo de sus familias.