De Don Quijote de la Mancha, la obra literaria creada por el escritor español Miguel de Cervantes Saavedra, parecen conocerse sus personajes que habrían sido incluidos no como un producto de la imaginación, sino por sus características reales.
Así lo hizo saber el investigador español Javier Escudero, quien está ad portas de publicar su ensayo Las otras vidas de don Quijote.
Según Escudero, Alonso Manuel de Ludeña, era vecino de Cervantes en Esquivias (Toledo) y a su vez, el informante que permitió escribir el Quijote.
'No todo es como se nos había contado. Cervantes es un escritor organizado e informado, y la novela es verosímil y creíble. Su forma de escribir es como la de otros escritores, conoce a una serie de personas, le parecen interesantes y las incluye en sus novelas', explicó el investigador.
Este descubrimiento se hizo posible gracias a la investigación que ha llevado a cabo Escudero durante dos décadas, en donde a través de la indagación de un considerable número de documentos de finales del siglo XV, pudo relacionar procesos judiciales, localizando a multitud de personajes y aventuras que no solamente son protagonistas del Quijote sino de otras novelas de Miguel de Cervantes como La ilustre fregona, La gitanilla, Rinconete y Cortadillo o El retablo de las maravillas.
Pudo hallar situaciones y personas del Quijote, como el hidalgo que atacó un molino de viento, el que compró un rocín que se le cayó o los que vestían como caballeros medieval.
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El informante
Alonso Manuel de Ludeña es el informante del que habla el investigador, el cual representa como un hidalgo importante en aquella Mancha que se sitúa entre los municipios toledanos de Quintanar de la Orden, Miguel Esteban y El Toboso y que entre 1594 y 1607 vivió al lado de Cervantes en Esquivias, alejado de la Mancha.
Ante esto, el investigador, no quiere que se cuestione la creatividad de Cervantes, por lo que resaltó que el escritor español no realizaba improvisaciones en sus obras.
'Hay mucho miedo a poner en cuestión la creatividad de Cervantes' pero tiene claro, a raíz de los documentos que ha localizado, que el escritor no improvisaba ni era contradictorio sino que era una persona 'concienzuda', indicó.
Además, sostuvo que Cervantes no utilizaba sus personajes de forma literal, es decir, tomaba nombres y hechos reales para hacer una obra reconocida universalmente, aspecto que para el investigador, no le resta valor a la obra que representó un éxito literario.
