Una de las series televisivas más recordadas por los amantes del folclor vallenato es ‘Escalona’, producción inspirada en la vida personal y musical del compositor cesarense Rafael Escalona, uno de los más prolíferos de este género.
La historia tiene como banda sonora clásicos como: ‘El testamento’, ‘El bachiller’, ‘La casa en el aire’, ‘El jerre jerre’ o ‘La despedida’ (Adiós mi Maye).
El maestro Escalona, uno de los creadores del Festival Vallenato junto a Alfonso López Michelsen y Consuelo Araújo Noguera ‘La Cacica’, es interpretado por en la pantalla por el cantante y actor samario Carlos Vives, que junto a la actriz cartagenera Florina Lemaitre, La Maye, protagonizan la producción.
‘Escalona’ se estrenó el 15 de enero de 1991, y ahora, luego de tres décadas, es retransmitida por la plataforma streaming Netflix, que ha colgado los 33 capítulos para que las nuevas generaciones conozcan la trama y también para que los más mayores la revivan.
EL HERALDO dialogó con algunos de los actores que integraron el elenco principal de la serie, quienes evocaron las jornadas de grabación, algunas anécdotas y todo lo que representó este proyecto para sus vidas.
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Vives que en la actualidad tiene 60 años, cuando interpretó al afamado compositor patillalero, tan solo tenía 30 años.
Este papel marcó un hito en el país, ya que se convirtió en el primero inspirado en la vida de un artista, dando paso así a un camino que hasta hoy ha sido muy bien explorado.
'Me ha parecido increíble esta retransmisión de la serie porque he vuelto a revivir esos tiempos y me encuentro gente por la calle muy joven que me empieza a hablar como si eso hubiera sido ayer y lo disfrutan. Yo vivo muy agradecido con el Canal Caracol por esa oportunidad que me dio de poder regresar a mis raíces y empezar a entender, trabajando ahí en Escalona con todos esos acordeonistas y viviendo el epicentro de todo eso, solo así pude ver que podía haber una nueva forma para proyectar nuestra música, un poco rompiendo esos esquemas de lo que llamamos ‘folclor’ dentro de la industria', declaró el ganador de 14 Grammy Latinos y dos Grammy americanos.
El creador de El rock de mi pueblo, recordó que en esa época venía de cantar baladas y Rock and Roll, por lo que al llegar a la provincia a recrear la música de los juglares para hacer un personaje de televisión de época, representó para él una experiencia inolvidable.
'A través de Escalona fue que pude entender la modernidad que debía tener nuestra música. Me quité un poquito las ataduras de lo que mal llamamos folclores y comprendí que la única manera que tenemos de salvar las tradiciones y los folclores es salvando a nuestra gente, a nuestro territorio, ríos y campesinos. Que no se perdieran las tradiciones de nuestra diversidad que se expresan en el campo, en lo rural que es el origen de todo lo que somos y de dónde nació el Rock and Roll y la modernidad, incluida la nuestra'.
'Los niños me temían por ser el diablo'
El acordeonero Gonzalo Arturo ‘el Cocha’ Molina, Rey de Reyes del Festival Vallenato cuenta que Rafael Escalona mencionó a su padre (Arturo Molina) en el tema La mala suerte. 'Díganle a Chema Maestre/ también a Arturo Molina que yo me voy pa’ La Guajira/ que aquí tengo mejor suerte/ y si no puedo volver porque en La Guajira muero/ solo quedara el recuerdo de aquel amigo que se fue'.
'Mi papá era tío de Freddy Molina y de Gustavo Gutiérrez, y abuelo del compositor José Alfonso ‘Chiche’ Maestre, por eso esta historia es tan especial para mí, porque recrea a mi familia'.
Al Cocha le correspondió hacer el papel del diablo, algo que admite le disgustó, pero como se trataba de una historia que jugaba mucho con la ficción, aceptó el llamado. 'Grabé con el director Sergio Cabrera, todo un genio, hombre respetuoso de nuestra cultura, por eso es que Netflix se interesó en esta historia y la rescató para proyectársela a las nuevas generaciones. Fue un proyecto visionario, porque se hizo en formato cinematográfico, pensando en el futuro. En ese proyecto había actores de primer nivel, algunos de ellos ya han muerto como Álvaro Ruiz o Rodrigo Obregón, no se escatimó en el presupuesto. Recuerdo que
Rodrigo vivía en Los Ángeles, EE. UU., y fue contratado directamente para que grabara, él interpretó a Anastasio Espuelas, El Espuelón'.
El actual compañero de fórmula de Poncho Zuleta, también rememoró que contrataron a una persona que vino de Los Ángeles para realizar los efectos especiales de la serie.
'Hizo que le saliera el rabo al diablo, los cachos y también la impactante escena de la explosión, es por eso que esta producción quedó en la retina de los niños de la época. Recuerdo hoy entre risas que en aquel entonces cuando esta serie era la sensación y en las noches quedaban las calles solas, porque todo el mundo se la veía, los niños de mi barrio me tenían miedo cuando me veían pasar caminando porque creían que yo en realidad era el diablo. Realmente esos efectos jamás se habían visto en la televisión colombiana'.
El acordeonero, compositor y cantante Omar Geles, Rey Vallenato 1989, que le dio vida a el Compay Simón, trajo a colación la memorable escena de la explosión en la que junto a Vives vencen a El Cocha (El diablo) y al Espuelón.
'Esa escena culmina con un estallido, eso nos lo hicieron grabar unas tres veces, debido a que en esa época la tecnología no estaba muy avanzada. Pasó algo curioso y fue que cuando estábamos repitiéndola por tercera ocasión El Cocha amenazó con no rodar más debido a que creyó que en realidad le podían quemar la cara, todos soltamos una carcajada al ver su pataleta'.
Dos mujeres desempolvan sus recuerdos
La actriz cartagenera Florina Lemaitre, que le dio vida a La Maye, contó que el plan de producción duró 10 meses y tuvo como locaciones Valledupar y Mompox.
Fue una temporada de trabajo ardua y el único descanso largo que tuvieron fue en Semana Santa, debido a que Mompox se llena de turistas y debieron suspender el plan de producción.
De lo más difícil que le tocó hacer fue fingir tener menos edad, debido a que debía interpretar a una mujer de unos 16 años.
'Ya yo tenía dos hijas imagínense y me tocaba hacer de adolescente, eso en la pantalla es complicado, me tocaba caminar dando brinquitos para que me creyeran que tenía menos edad. Es más fácil ponerse viejo con el equipo de maquillaje, pero rejuvenecer, eso aún lo está trabajando la ciencia', dijo Lemaitre a Bravísimo City TV.
Florina contó que la casa en la que vivía en Mompox, ahora es un hotel que se llama Casa de La Maye. 'Esta serie me dejó en el corazón de los colombianos y tengo mucho que agradecerle. El último recuerdo físico que tenía era el sombrero de La Maye, pero se me perdió. A partir de eso me convertí en coleccionista de sombreros'.
Por su parte la monteriana Adriana Ricardo, que interpretó el papel de Desideria Zabaleta ‘La Molinera’, resaltó que esta historia no tenía carencia, y que por el contrario faltó mucho por contar.
'Cada personaje era robusto en sus diálogos. Desideria era muy inocente y con eso despertaba muchos suspiros porque era muy sensual también. Aún me acuerdo de los parlamentos, cuando le decía a Pipe Socarrás: ‘Pipe coge esa cinta y esos sufragios y llévalos al río, y que ese río los saque al mar, porque allá tú me vas a estar esperando’, eran parlamentos tan poéticos y tan bellos que se metieron en mi alma y permanecen ahí'.
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