La mayor feria electrónica de consumo del mundo, CES (Consumer Electronic Show), la semana pasada abrió sus puertas en un formato mixto virtual y presencial en Las Vegas (Nevada, EE. UU.).
En esta edición algunas novedades tecnológicas sorprendieron a los asistentes. El fabricante surcoreano Samsung se llevó gran parte de la atención durante la primera jornada del evento al mostrar por primera vez al público su nuevo pequeño y elegante proyector Freestyle con una resolución de 1080 píxeles y un precio de 899 dólares (unos $3.596.000)
Además de proyector, el dispositivo de Samsung emite luz y funciona como un altavoz inteligente, puede rotar hasta 180 grados y es fácilmente transportable (algo que tradicionalmente había sido un problema en estos aparatos).
Para su uso, Freestyle puede enroscarse directamente en un soporte para bombillas.
Otra de las empresas que sorprendieron en CES fue la japonesa Sony, que anunció los primeros detalles de la nueva generación de sus dispositivos de realidad virtual, PlayStation VR2, que incluyen un visor renovado y dos mandos, uno de ellos equipado con su tecnología Sense.
Los dispositivos, desarrollados para PlayStation 5 (PS5), buscan aportar 'una mayor sensación de presencia' del jugador para permitir que interactúen 'de una manera mucho más visceral', explicó, al presentarlos, el vicepresidente senior de planificación y gestión de plataformas de Sony, Hideaki Nishino.
El nuevo visor incorpora resolución 4K con imágenes de alto rango dinámico (HDR), un campo visual de unos 110 grados y tecnología de rastreo de movimiento ocular.
En paralelo, Sony también reveló que establecerá una nueva unidad de negocio de vehículos eléctricos mientras explora la posibilidad de comercializar sus hasta ahora prototipos y entrar en este mercado.
También en el sector del motor, el histórico fabricante estadounidense de maquinaria agrícola John Deere aprovechó el evento para mostrar su primer tractor autónomo, es decir, que circula por los campos de cereales y hortalizas sin necesidad de que haya nadie al volante.
En lugar de tener que estar sentados en el vehículo, los agricultores podrán controlarlo tranquilamente desde una aplicación en su teléfono móvil, desde el que recibirán señal de video en tiempo real y todo tipo de datos sobre las condiciones del terreno y de las plantaciones.




















