Preservar la Madre Tierra es una obligación que la humanidad pareciera olvidar. Creer que la naturaleza siempre estará ahí para suplir las necesidades diarias del planeta es un grave error que se ve representado en la destrucción de ecosistemas.
Buscando dar a conocer el estado actual de nuestra biodiversidad, el Instituto Humboldt entregó este miércoles el Reporte Bio 2020. El informe de 110 páginas se realizó teniendo como contexto 'la actualidad política, social, económica, cultural y ambiental' del país.
En su elaboración participaron 161 autores y 44 instituciones. Los resultados están publicados en 31 fichas organizadas en cuatro capítulos conectados entre sí. Dentro de los diferentes apartados fueron estudiadas todas las regiones de Colombia.
En el Caribe se encontraron datos relevantes que dejan en evidencia los retos que afronta la región en materia ambiental.
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Alerta en el Caribe y en la región Andina
Hay más de 26.000 especies de plantas en el país, de esas, casi 6.000 son consideradas árboles y arbustos, 1.254 son endémicas (solo existen en el territorio colombiano), y de esa cifra el 45% se encuentra en riesgo de extinción.
'La mayoría de estas especies están en la región Andina y el Caribe porque allí se presenta mayor destrucción de sus hábitats por la ampliación de la frontera agropecuaria para ganadería, cultivos o infraestructura', señala Cristina López-Gallego, bióloga y profesora del Instituto de Biología de la Universidad de Antioquia.
El problema de perder tantos árboles y arbustos, explica Mario Murcia, investigador adjunto del Instituto Humboldt, 'implicaría la pérdida del servicio ecosistémico, la regulación hídrica y la capacidad de tener subniveles de carbono, lo que nos hace más vulnerables frente al cambio climático. Además, aumenta el riesgo de desastres naturales'.
En el informe también se reconoce que 'del bosque seco tropical (BST) queda solo el 8 % de la cobertura original, distribuida en seis regiones a lo largo del Caribe'. Ante este panorama, Murcia dice que posiblemente el daño haya sido ocasionado por la alta intervención humana para la producción agrícola, ganadera, la minería, el desarrollo urbano y el turismo. A su vez, destacó que la posible pérdida del BST representaría no solo una pérdida ecosistémica sino también cultural y económica.
'De desaparecer el BST, se perdería bienestar humano, capacidades económicas, estabilidad para el desarrollo, pérdidas en cultivos agrícolas, de exportaciones e infraestructura (…) Afecta principalmente a las especies animales que viven en ese hábitat como el mono tití cabeciblanco (especie endémica que habita entre Atlántico y Bolívar)'.
El experto enfatizó en la correlación entre la degradación ambiental con los indicadores de desarrollo humano, superación de la pobreza y la competitividad. El Atlántico 'tiene el índice de huella humana más grande del país', que hace referencia a la magnitud del impacto que la actividad humana tiene sobre la biodiversidad y los ecosistemas naturales. En Córdoba, Sucre, Magdalena, Bolívar y Cesar las cifras 'también son altas'.
Por último, dijo que en la región Caribe hay una 'falta grave' de políticas públicas en pro del cuidado de estos ecosistemas, siendo 'de los que más degradan los recursos naturales'.
{"titulo":"Luriza, el bosque seco tropical de más de 470 mil hectáreas del Atlántico","enlace":"https://www.elheraldo.co/atlantico/luriza-el-bosque-seco-tropical-de-mas-de-470-mil-hectareas-del-atlantico-852279"}
Más hallazgos
Luz Adriana Moreno, investigadora del Instituto Humboldt y editora del Reporte Bio 2020, explicó que el 51 % de los páramos (que proveen cerca del 70 % del recurso hídrico del país) están bajo alguna 'figura de protección', y que el 86 % del total de estos tienen coberturas naturales, es decir, que están rodeados por vegetación. Las figuras que protegen estos páramos son los parques nacionales y el Registro Único Nacional de Áreas Protegidas (RUNAP).
'No es solamente generar áreas protegidas en los páramos, es importante también reconocer la participación de las comunidades que habitan estos territorios en la toma de decisiones, de la gestión y del ordenamiento territorial', detalló Moreno.
A su vez, señaló que en Colombia los humedades que poseen el mayor porcentaje de cobertura natural están ubicados principalmente en el complejo de La Mojana, en Tumaco (Nariño,) y en la región del Darién.
Moreno recordó una de las mayores preocupaciones del país en términos ambientales. 'Según el reporte se evidencia que la deforestación sigue siendo un problema, y el llamado debe ser a que haya una política forestal en Colombia'.
Muchas de las especies que no están en riesgo de extinción se encuentran dentro de Parques Nacionales Naturales y otras zonas protegidas, lo que demuestra la importancia de la gestión en estas áreas estratégicas para la conservación de especies en el país.
{"titulo":"La siembra de mangle en Providencia ya es un hecho: Minambiente ","enlace":"https://www.elheraldo.co/san-andres/la-siembra-de-mangle-en-providencia-ya-es-un-hecho-minambiente-850761"}
Árboles en peligro de extinción
- Gustavia latifolia.
- Critoniopsis glandulata.
- Schefflera paniculitomentosa.
- Oreopanax.
- Ceiba barrigona.
{"titulo":"Atlántico recibe 62 hectáreas de bosque seco tropical","enlace":"https://www.elheraldo.co/atlantico/atlantico-recibe-62-hectareas-de-bosque-seco-tropical-827535?"}





















