Determinar el peso ideal es una preocupación común entre hombres y mujeres, ya que es fundamental para mantener una buena salud. Sin embargo, establecer un peso saludable no es un proceso sencillo ni uniforme para todos, debido a la influencia de múltiples factores como la composición corporal, el nivel de actividad física, la genética y el estado de salud general.
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Por lo anterior, cuando se trata de identificar nuestro peso ideal para ser saludables, es necesario adoptar un enfoque personalizado que tenga en cuenta tanto las necesidades individuales como el bienestar integral.
La manera más común de estimar el peso ideal es a través del Índice de Masa Corporal (IMC), un método que consiste en dividir el peso de una persona (en kilogramos) por el cuadrado de su altura (en metros).
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Este índice clasifica a las personas en diferentes categorías, que van desde el bajo peso hasta la obesidad:
- Peso normal: IMC entre 18.5 y 24.9
- Bajo peso: IMC inferior a 18.5
- Sobrepeso: IMC entre 25 y 29.9
- Obesidad: IMC de 30 o más
A pesar de su popularidad, el IMC no es un indicador perfecto. Aunque puede ser una guía útil, no toma en cuenta la masa muscular, el porcentaje de grasa corporal ni otros aspectos como la retención de líquidos. Esto significa que dos personas con el mismo IMC pueden tener estados de salud diferentes.
De acuerdo con el sitio web ‘Tua Saude’, cada cuerpo es único y responde de manera diferente a los parámetros de peso, altura, y composición corporal. Por ello, el cálculo del peso ideal no debería limitarse a un simple número obtenido del IMC.
Para lograr el peso ideal, es fundamental adaptar tanto la dieta como la rutina de ejercicios a las necesidades individuales. Si se necesita perder peso, es recomendable consultar a un nutricionista que pueda diseñar un plan alimenticio personalizado. Una dieta balanceada no solo ayuda a acelerar el metabolismo, sino que también contribuye a reducir la ansiedad, facilitando el proceso de pérdida de peso.
La incorporación del ejercicio regular en la rutina diaria es igualmente importante, ya que ayuda a quemar calorías y a mejorar el metabolismo. En casos de obesidad mórbida, un médico podría recomendar opciones adicionales como el uso de medicamentos o la cirugía bariátrica. No obstante, estas intervenciones deben ir acompañadas de cambios en el estilo de vida, incluyendo una alimentación adecuada y actividad física constante, para asegurar resultados duraderos.
Por otro lado, si se está por debajo del peso ideal, es crucial buscar la orientación de un profesional que ayude a desarrollar un plan para aumentar la masa muscular de manera saludable. Incluir alimentos ricos en proteínas, como huevos, queso, pollo y salmón, y establecer un horario de comidas que permita comer cada tres horas, puede ser beneficioso.
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Finalmente, la clave para alcanzar y mantener un peso saludable radica en un enfoque equilibrado que combine una nutrición adecuada con ejercicio regular.
Además, dado que no existe un número único aplicable a todos, la personalización de los planes de alimentación y ejercicio también es fundamental para asegurar que se cumplan las necesidades específicas de cada persona. Así, es posible lograr no solo un peso saludable, sino también un estado de bienestar general que permita disfrutar de una vida plena y activa.




















