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Desde hace más de 4 décadas, la Corporación Colombiana de Investigación Agropecuaria (Corpoica), el Instituto Colombiano Agropecuario (ICA), y el Centro Internacional de Agricultura Tropical (CIAT), trabajan en investigación para el desarrollo de variedades de yuca mejoradas que puedan adaptarse a diferentes regiones, y han sido 14 las entregadas a productores del Caribe.

Por la demanda de la cadena de este tubérculo, se ha avanzado en la identificación de genotipos élites con ventajas comparativas frente a los testigos comerciales y locales para usos específicos del mercado fresco y la agroindustria; principalmente para condiciones agroecológicas de los valles y sabanas de las costas Norte y Pacífica, y la altillanura.

En el Centro de Investigación Caribia (corregimiento Sevilla, Zona Bananera, Magdalena) estos genotipos se encuentran en diferentes etapas de evaluación, y de acuerdo a su uso se busca mejorar el rendimiento, contenido de materia seca, calidad nutricional y tolerancia a plagas y enfermedades, principalmente, asegura Juan Lucas Restrepo, director nacional de Corpoica.

'Contamos con un programa de desarrollo de variedades para identificar materiales para consumo fresco (yucas dulces), con rendimientos por encima a las 11 toneladas por hectárea y contenidos de glucósidos cianógenicos menores a 100 partes por millón, y para yucas industriales variedades con rendimientos superiores a las 19 toneladas por hectárea de raíces frescas, contenido de materia seca y almidón superior al 35% y 28%, respectivamente', explica el investigador Rommel León, del C.I Caribia.

El consumo nacional de yuca industrial supera las 269 mil toneladas, de las cuales se utilizan 69 mil para almidón y 200 mil para otros usos; pero la estacionalidad de la producción es uno de los problemas que afecta principalmente a esta agroindustria, por la escasez de materia prima causada por la producción que se concentra en determinadas épocas del año.

El 12.64% de la yuca industrial cosechada, es decir 15.113 toneladas, ha sido destinado al consumo en fresco, presentando los porcentajes más altos en Caldas, Risaralda y Tolima, donde prefieren variedades de doble propósito para aprovechar situaciones coyunturales del mercado y obtener mejores beneficios.

Se buscan materiales que puedan ser cosechados durante ciclos más largos sin que el contenido de materia seca disminuya drásticamente. Corpoica y CIAT liberaron 3 nuevas variedades: Belloti, Ropain y

Sinuana, para uso industrial y mejoradas en características para rendimiento de campo, contenido de almidón y baja afectación de limitantes fitosanitarias.