Eran las 5:15 de la tarde del pasado lunes cuando tres hombres armados ingresaron a una panadería del municipio de Sampués, Sucre, y dispararon contra los patrulleros de la Policía que se encontraban en el sitio.
Diego Felipe Ruiz Rincón, un uniformado bogotano de 25 años, fue el que recibió la peor parte. Fue auxiliado rápidamente por los presentes, pero en videos aficionados quedó reflejado el grave estado de salud en el que se encontraba. Murió minutos después en un centro asistencial.
La histórica es trágica. Ruiz Rincón, quien residía en la localidad de Suba, en Bogotá, apenas contaba con 45 días de servicio en la institución. No había recibido su primer pago, según información entregada en Sucre, y dejó en vida a una niña de tres años.
Esa acción fue la segunda con la que inició esta semana dado que en la madrugada ya había sido hostigada a balazos la Estación de Policía del municipio de Chalán.
Al igual que en Chalán, los uniformados de la Policía también fueron atacados en Toluviejo.
A la estación de este municipio fue la primera que la noche del domingo 26 de junio le lanzaron una granada que, por fortuna, pegó en un árbol de almendra y solo ocasionó daños menores en la estructura.
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Ese mismo día, casi que en simultánea, atacaron a balas a las patrullas del cuadrante en la zona urbana de San Onofre y a la Infantería de Marina en zona rural de Ovejas.
Los ataques continuaron en Sincelejo el martes 28 de junio cuando en la zona norte dispararon contra una patrulla que terminó afectada en el panorámico y un patrullero herido.
El 29 de ese mes los balazos fueron para otra patrulla en la zona céntrica del municipio de Betulia, dejando también a un patrullero herido.
Hasta ese momento las acciones se habrían registrado contra uniformados que estaban en servicio, pero la noche del 30 de junio llegaron a la casa de un patrullero en San José de Pileta, zona rural de Corozal, y lo hirieron a balazos delante de su familia.
Comenzó el mes de julio y con él siguieron las acciones del Clan del Golfo contra los policías. En esta oportunidad, el sábado 2 hirieron a balazos a un policía que estaba de civil en un lavadero de motos en el municipio de Sampués.
El lunes festivo 4 de julio atacaron con granada a los policías que estaban en un puesto de control en la Troncal de Occidente, a su paso por el municipio de Ovejas, y allí un civil perdió la vida y tres policías resultaron heridos.
{"titulo":"Van 25 policías asesinados por el Clan del Golfo en lo corrido de 2022","enlace":"https://www.elheraldo.co/colombia/clan-del-golfo-ha-asesinado-25-policias-en-2022-dice-general-jorge-luis-vargas-925953"}
Tras este hecho, los ataques se frenaron y cuando se creyó que había cesado la horrible noche aparecieron las acciones con ataques a bala a un puesto de control en la zona urbana de San Benito. A los uniformados les dispararon desde una casa en la mañana del lunes 18 de julio.
Luego, el martes 19 a las 3:45 de la tarde, miembros del grupo ilegal lanzaron una granada al CAI Cruz de Mayo, en la zona norte de Sincelejo, y con esa acción 7 civiles resultados heridos, entre ellos una mujer embarazada.
Posteriormente, la madrugada del 21 de julio el grupo ilegal hostigó a la subestación del corregimiento Santiago Apóstol, en San Benito.
Pero la violencia no paró ahí. Al día siguiente le lanzaron una granada a la Estación de Policía en el municipio de Majagual que no detonó.
Entrado el fin de semana, la Infantería de Marina ubica y detona de forma controlada un cilindro bomba que habían ubicado en un puente en la vía hacia Pichilín, en el municipio de Morroa.
Asimismo, el Clan del Golfo lanzó el domingo 24 de julio una granada a la Estación de Policía en San Marcos. Por último, uniformados de la Estación de Chalán fueron hostigados el lunes 25.
Por otro lado, en Sincelejo las unidades de la Policía hicieron efectiva la aprehensión de un ciudadano que está sindicado de haber atentado contra varios uniformados en el barrio Cielo Azul.
Debido a esto, prohibieron la circulación de moto con parrillero hombre.
Ataques en Bolívar
De camino a sus hogares cuando terminan el turno de vigilancia, o comiendo en cualquier restaurante, así han sido asesinados tres policías por el Clan del Golfo durante el último mes en Bolívar.
Uno de los casos se registró en el municipio de El Carmen de Bolívar, el domingo 26 de junio, cuando sicarios mataron al patrullero Iván de Jesús Acosta Julio, de 30 años, mientras descansaba en su casa, en el barrio Los Laureles, sector El Campo.
Al día siguiente, es decir el 27 de junio, pero en el barrio Torices, de Cartagena, nuevamente sujetos armados y motorizados mataron a un miembro de la institución, esta vez patrullero William Jesús Palacio Izquierdo cuando también se dirigía a su casa, luego de terminar su turno en la Estación de Caracoles. Llevaba seis años y cuatro meses en la Policía.
Siguiendo el ataque sistemático en contra de la fuerza pública, solo tuvieron que pasar unas horas, es decir el martes 28 junio, cuando se reportó el homicidio de Antonio José Ramos Rodríguez, de 33 años y natural de Sincelejo. Supo que se encontraba de civil, desayunando en un local en la calle Bolívar, casco urbano de San Martín de Loba, cuando un sicario le disparó a quemarropa y sin mediar palabras. Su muerte fue en el acto. Un civil que estaba cerca resultó herido.
Recientemente fue baleado el patrullero Anderson Pérez Barrios, en hechos ocurridos durante la noche del 9 de julio, El Bosque, cerca de la Avenida Crisanto Luque, quien fue auxiliado y trasladado a un centro asistencial, donde se encuentra fuera de peligro. El uniformado lleva 9 años en esa institución y desde hace cuatro está adscrito a la Policía Metropolitana de Cartagena como integrante de la fuerza disponible.
Violencia en Córdoba
El uso constante de chalecos antibala, sumados al refuerzo en los patrullajes son algunas de las medidas implementadas por la fuerza pública en este departamento donde tres policías han sido asesinados y otro más resultó herido.
La crítica situación de orden público ha llevado a los uniformados a patrullar en moto bajo la modalidad de ‘espalda con espalda’, una vieja técnica implementada en los años 90’s, durante la lucha contra el Cartel de Medellín, y que consiste en que el parrillero va de espaldas al piloto de la moto.
La ola de temor generada por el reciente plan pistola atribuido a la banda criminal Clan del Golfo se desató desde el pasado viernes 15 de julio, cuando sicarios asesinaron al patrullero Kevin Daniel Mejía Arrieta, acribillado en instantes en que se disponía a realizarse un corte de cabello, en una barbería del corregimiento Las Palomas, zona rural de Montería. De la víctima mortal se supo que llevaba 12 años al servicio de la Policía Nacional.
Posteriormente, el 18 de julio fue asesinado el patrullero Kevin José Martínez Luna, de 25 años, en momentos en que se encontraba de descanso en su vivienda, en la vereda San Antonio, del municipio de Cereté. El patrullero Martínez Luna llevaba 6 años de servicio en la Policía Nacional, su cuerpo presenta cuatro heridas de bala.
Pero las muertes no pararon ahí, pues en las primeras horas del pasado miércoles 20 de julio, se reportó el homicidio a bala de un patrullero de la Policía Nacional, identificado como Edilson Manuel Borja Yánez, en el municipio de Tuchín, subregión del Bajo Sinú cordobés. En ese mismo hecho resultó herido el también patrullero Armando José Vidal Espitia, quien se recupera satisfactoriamente.
Sobre el patrullero Edinson Manuel Borja Yánez se supo que tenía 35 años de edad, llevaba 15 años en la institución, sumaba 36 felicitaciones, y era oriundo de Momil.
Por último, las autoridades confirmaron en las últimas horas la captura de Karina Esther Jiménez, alias la China, una presunta integrante del Clan del Golfo, quien figura en el cartel de los delincuentes más buscados en el departamento de Córdoba.
Cabe recordar que por información que permita dar con los autores materiales e intelectuales de esta serie de ataques, las autoridades ofrecen una recompensa de hasta $50 millones.
Francotirador asesina a policía en Tibú
Otro atentado contra la Fuerza Pública fue perpetrado en la mañana de este martes. Esta vez ocurrió en Tibú, Norte de Santander, cuando una patrulla de la subestación de Petrólea se trasladaba en zona rural del municipio y recibió un ataque por parte de un francotirador. Uno de los proyectiles impactó a un uniformado, quitándole la vida.
El funcionario fallecido fue identificado como James Antonio Morales, de 33 años, oriundo de Leticia. A pesar de que el patrullero tenía chaleco antibalas, el proyectil logró impactarlo.
Según las informaciones preliminares, el ataque habría sido perpetrado por el ELN o las disidencias de las Farc, que operan en la región, como retaliación a los golpes que han dado las autoridades reciéntemente en ese municipio y en el Catatumbo.
El pasado 17 de julio, Ejército y Policía logró dieron muerte en combate a Roque Antonio González, alias Roque, cabecilla del frente GAOr-E33, estructura crimial que se formó de las extintas Farc. En el municipio de Tibú operan el frente Juan Fernando Porras del ELN y el frente 33 de las disidencias de las Farc. Este suceso coincide con el denominado plan pistola que ha venido implementando el Clan del Golfo desde el 2021.
Habló Mindefensa
El ministro de Defensa, Diego Molano, explicó que con la reciente escalada de violencia, el Clan del Golfo busca 'posicionarse políticamente' para una eventual negociación con el gobierno del presidente electo, Gustavo Petro, que se posesionará el 7 de agosto. 'Asesinatos cobardes como el de la PT. Fernanda Zuleta en Yarumal nos duelen a todos. Es inaceptable que reductos del Clan del Golfo pongan precio a la vida de un policía solo para posicionarse políticamente. Hasta el último minuto del 7 de agosto los perseguiremos sin tregua', manifestó Molano en su Twitter.


