Juan Miguel Curvelo fue el primer sorprendido por la manada de delfines que lo acompañó en su faena diaria de pesca en las playas de Dibulla, en La Guajira.
'De repente miré hacia afuera y vi un poco de cosas alborotadas, paré mi faena y me encontré con ocho delfines. Había visto uno o dos, pero ocho nunca. Empecé a hacer un video y cada vez que me voy a acostar los veo y me emociono. Será un día de pesca que nunca se me va a olvidar', narró en los videos que compartió con Corpoguajira.
Una escena similar se vivió en la Bahía de Cartagena, y de inmediato los videos empezaron a viralizarse a través de redes sociales, al igual que las panorámicas de la Bahía y del Rodadero, cuyas aguas permanecen más cristalinas.
'Son los animales retornando a su ecosistema que ha sido invadido y maltratado por el hombre', aseguran ambientalistas de todo el mundo refiriéndose al respiro que ha tenido la naturaleza por efectos del coronavirus que obligó al aislamiento mundial.
Jamison Ervin, gerente del Programa Global sobre Naturaleza para el Desarrollo, PNUD, afirma que por la pandemia los eventos de biodiversidad de este año también han sido pospuestos hasta el próximo año.
'Sin embargo, si podemos aprender lecciones difíciles de la COVID-19 y aplicarlas a la crisis existencial de pérdida de biodiversidad a medida que nos acercamos a la recuperación, 2020 podría resultar ser un ‘Super Año’ para la naturaleza después de todo'.
La pandemia dejaba hasta ayer 63.902 personas fallecidas (32 de ellas en Colombia) y más de un millón de contagiados en el planeta.
Panorama en la Costa. En medio de esta crisis, que obligó a decretar la cuarentena nacional hasta el 13 de abril como parte del paquete de medidas para evitar que los casos de COVID-19 sigan propagándose, la flora, la fauna y los cuerpos de agua del Caribe colombiano han tenido un 'respiro' como ha ocurrido en otras naciones.
Mientras los humanos permanecen confinados, en los senderos del Parque Tayrona han sido captadas especies como la serpiente ‘Limpiacaminos’ y o ‘Bejuquilla’. Pero también reaparecieron osos perezosos, guacamayas y peces que en otra época del año permanecen aislados.
'Esta es una de las buenas noticias en medio de esta cuarentena, por eso las salidas de las diferentes especies observadas las hemos ido documentando en las redes sociales', dijo la directora de Parques Nacionales, Julia Miranda, a quien le preocupa la ocurrencia de incendios forestales en la Sierra Nevada de Santa Marta.
En Córdoba han sido avistadas tortugas gigantes, felinos, manatíes, hurones y aves, entre muchas otras especies.
Albeiro Arrieta López, subdirector de Gestión Ambiental de la Corporación Autónoma Regional de los Valles del Sinú y el San Jorge, CVS, explica que la falta de circulación de personas no solamente en las ciudades, sino en el campo, ha hecho que podamos divisar hoy muchas especies.
El jueves, vecinos del barrio San Francisco, en el norte de Montería, se toparon con una hembra de hurón (Galictis Vittata), que recorría por las terrazas de la zona en las horas de la noche, en compañía de sus cachorros. Una especie que se creía estaba totalmente extinguida.
O como ocurrió en Moñitos ( Córdoba), donde pescadores divisaron una tortuga laúd (Dermochelys cariocea) de 420 kilos. Está considerada una de las especies más grandes del mundo.
En La Guajira, la empresa Interaseo reportó que los residuos recogidos disminuyeron desde el comienzo de la cuarentena: en la semana del 17 al 23 de marzo fueron 1.076 toneladas las que se recogieron, mientras que del 24 al 30 de marzo recolectaron 874 toneladas, una diferencia del 9,45%.
Los niveles de contaminación también han bajado en departamentos como el Cesar. Allí, la Corporación Autónoma Regional del Cesar, Corpocesar, reportó que las emisiones atmosféricas y el material particulado han descendido en más del 50 por ciento', dijo el director ejecutivo de la entidad, John Valle Cuello.
En la zona minera, que tradicionalmente es una de las áreas de mayor afectación por la explotación de carbón, las emisiones de material particulado también decayeron.
La disminución del flujo de tractomulas, camiones, vehículos particulares y de pasajeros, así como motocicletas, ha contribuido en esta reducción, afirmó el funcionario.
Mejora calidad del aire
En Barranquilla la ausencia de ruido, de emisiones de gases y de otro tipo de contaminantes producto de la reducción de tráfico vehicular, de la baja producción de las industrias y de los residuos que han disminuido en las calles, han permitido una mejora sustancial en la calidad del aire que respiran los ciudadanos.
De acuerdo con Barranquilla Verde, las estaciones de monitoreo en las que se presentan usualmente valores elevados han mostrado una baja de estos contaminantes.
Esto permite entender por qué tantas especies han salido de sus refugios para invadir avenidas, parques y zonas que antes de la cuarentena eran acaparadas por humanos.
Por eso recomiendan que ante la presencia de especies como la boa, que apareció hace unos días en el Gran Malecón del Río o de otros lagartos y mamíferos, se debe dar aviso a la autoridad ambiental.
El mar es otro ejemplo de cambio, en los últimos días se ha podido observar aguas más limpias y menos turbias en algunos playas de la Región Caribe.
A las plantas también las beneficia que la atmósfera esté más limpia, porque les permite hacer mejor su proceso de fotosíntesis.


