La decisión de Roy Barreras de mostrar sus cartas políticas y legislativas apenas arrancando el 2023 tiene nerviosos y muy preocupados a los dirigentes del Pacto Histórico, alianza política que respalda al presidente Gustavo Petro. Aunque conocen muy bien a Barreras y saben de su habilidad para moverse en las aguas turbulentas de la política, esperaban un poco de lealtad con quien apenas hace seis meses llegó a la Casa de Nariño. 'Sabíamos que se iría, pero no tan rápido', me dijo un petrista consumado, quien no oculta su sorpresa por las últimas jugadas realizadas por el presidente del Senado.
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Las movidas de Barreras que tienen nerviosos y asustados a los petristas de pura cepa son fundamentalmente dos: la creación de su nuevo partido político –a Fuerza de la Paz– y las numerosas observaciones –incluyendo descalificaciones a la ministra Carolina Corcho– que le ha hecho a la reforma a la Salud. Ambas –creen los petristas 'pura sangre'– atentan contra la unidad del Pacto Histórico y comprometen la suerte de la reforma en el Congreso.
Sobre la creación del partido la Fuerza de la Paz, se trata de una astuta jugada de Barreras que no solo lo proyecta a nivel nacional, sino que le da músculo electoral en un año en el que se define la suerte del Pacto Histórico en las regiones. Barreras tiene, pues, chequera propia para girar avales a los aspirantes a alcaldías, gobernaciones y concejos.
Y en lo que tiene que ver con la reforma a la salud el asunto es tan delicado y complejo como el político. Barreras no solo es el presidente del Congreso –donde se define el futuro de la reforma–, sino que también es médico y conoce como nadie los verdaderos alcances de la iniciativa en la que está embarcado de cabeza el presidente Petro. A Barreras nadie le puede echar cuentos sobre cómo funciona el sistema nacional de salud, incluyendo las EPS, convertidas en el 'trofeo mayor' de la reforma. Además, escogió un contendor al que medio país detesta en estos momentos: la ministra de Salud.
Es Roy Barreras ¿héroe o villano?
¿Encarna Roy Barreras lo peor de la clase política?
La llegada de Roy Barreras al Pacto Histórico para respaldar la candidatura presidencial de Gustavo Petro fue recibida con reservas y desconfianza por parte de quienes han estado al lado del hoy presidente desde el comienzo. Uno de los más reservados y desconfiados fue Gustavo Bolívar, quien siempre ha manejado un discurso radical contra la corrupción y la politiquería.
Bolívar considera que Barreras encarna los peores vicios de la política, los mismos que ellos quieren acabar. Pero la habilidad de Roy Barreras, su capacidad para convencer indecisos y su compromiso con las banderas petristas –entre ellas la paz– muy pronto lo posicionaron como el 'hombre fuerte' de la campaña del Pacto Histórico. Supo acomodar sus fichas en las listas al Congreso y terminó desplazando a quienes creían que tenían el control de la nueva alianza política. Logró ser elegido presidente del Senado –derrotando a Bolívar– y conformó una 'aplanadora' en el Congreso para brindarle pleno respaldo a las leyes del gobierno. Petro –que lo conoce muy bien– sabe que Barreras mueve a los congresistas con ideas y con mermelada.
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Un partido político más santista que petrista
La pelea electoral de Roy Barreras es por el centro. Sabe que el radicalismo y los extremos solo garantizan la derrota. Es un pragmático convencido y tiene una buena dosis de cinismo para mentir sin rubor. Define al Pacto Histórico como una alianza política de 'centro izquierda' en la que él representa más al centro que a la izquierda. En ese sentido, Barreras es más alumno aventajado de Juan Manuel Santos que de Gustavo Petro. Al primero lo acompañó por convicción y al segundo por conveniencia.
Su partido –la Fuerza de la Paz– será, pues, más santista que petrista. De hecho, en la lista de futuros candidatos de la Fuerza de la Paz ninguno representa al petrismo recalcitrante que encarnan Bolívar y compañía. Tener al partido de Barreras dentro del Pacto Histórico no deja de ser un riesgo para los petristas incondicionales, porque sus candidatos podrían terminar por imponerse en alcaldías y gobernaciones estratégicas para el Gobierno. De hecho, las peores descalificaciones las han recibido los posibles candidatos de los propios integrantes del Pacto Histórico. Barreras asume el riesgo con tranquilidad porque sabe que su apuesta más ambiciosa es por la Presidencia de la República en el 2026, donde tendrá que enfrentar a los petristas incondicionales que ya están haciendo cola.
Barreras le dispara a Corcho y no a Petro
La reforma a la salud terminó por enfrentar a Roy Barreras con la ministra Carolina Corcho, quien cuenta con el pleno respaldo de Gustavo Petro. Pero Barreras sabe muy bien que es mucho más fácil 'comer ministra' que 'comer presidente'. Es decir: Barreras le dispara con todo a Corcho, mientras trata de salvar a su jefe. La verdad es que la reforma a la salud más que de Corcho es de Petro. Si la reforma es 'ideologizada', como cree Barreras, es por cuenta tanto de la ministra como de Petro. Punto. Barreras lo sabe, pero prefiere dispararle al mensajero y no a quien escribió el mensaje. Si el sistema de atención en salud se destruye por cuenta de la reforma, como pronostica Barreras, es por culpa de Petro, que es quien mueve los hilos detrás de la ministra.
Nadie mejor que Barreras sabe que la ministra no es capaz de 'desautorizar' a Petro, pero prefiere emprenderla contra ella y no contra su jefe. A la postre la reforma que saldrá del Congreso –si la ministra y Petro no asumen una posición intransigente que la ponga en peligro y termine hundiéndola– será mucho más parecida a la que quiere Barreras que a la que quieren Petro y Corcho.
{"titulo":"Choque entre Gustavo Petro y exministro Fernando Ruiz por reforma a la salud","enlace":"https://www.elheraldo.co/colombia/reforma-la-salud-choque-entre-gustavo-petro-y-exministro-fernando-ruiz-por-proyecto-de-ley"}
Roy Barreras, ¿héroe o villano?
Lo único que le faltaba a Roy Barreras era tener su propio partido político. En el único partido político en el que no ha militado o tenido alguna relación estrecha es con el Conservador. De resto, ha estado en casi todos, desde el Liberal donde comenzó hasta el de La U, de donde lo expulsaron. Barreras ha sido gavirista, samperista, uribista, vargasllerista, santista y ahora petrista.
Quienes lo conocen lo definen como un político tan inteligente y astuto como para saber en qué momento hay que saltar del barco para buscar mejores vientos. Así ha hecho siempre: cuando había que ser 'uribista pura sangre', Barreras lo fue hasta la médula; y si había que ser santista, Barreras lo fue; y cuando vio que había que ser petrista, no dudó en subirse en ese bus. ¿En esta oportunidad será héroe o villano? Hay quienes consideran que si logra mejorar el 'esperpento' de reforma a la salud de Petro y Corcho, entonces habría que considerarlo héroe. Ello de inmediato lo graduaría de villano para los petristas más petristas, quienes no dudarán un segundo en volverlo blanco de sus peores ataques en las redes sociales. Después de luchar con valor y entereza contra un cáncer que padece, ser héroe o villano una vez más es algo que poco o nada le preocupa.
