Ciénaga, la segunda ciudad del Magdalena, es el centro de las miradas por los actos vandálicos que se presentaron la noche del martes y que llevaron al gobierno municipal a decretar en la madrugada del miércoles el toque de queda.
Una turba saqueó y destruyó almacenes de cadena, farmacias, ferreterías, negocios de ventas de electrodomésticos y hasta tiendas.
La demencial arremetida la hicieron desadaptados, poco tiempo después de que finalizara una marcha pacífica.
'Tenemos que decir que un grupo de bandidos y facinerosos atacaron simultáneamente varios centros comerciales. Fue una operación avispa', anotó el alcalde Luis Tete.
Denunció que quienes actuaron de esta forma delictiva lo prepararon y señaló que 'llevaban niños y mujeres para evitar la acción represiva de la Policía'.