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El obispo de la Diócesis de Santa Marta, monseñor Luis Adriano Piedrahíta, dio a conocer a los fieles católicos las decisiones adoptadas ante la pandemia por el Covid19, las cuales van desde regular la asistencia a las iglesias y suprimir el gesto de la paz, hasta recibir la misa dominical por la radio y televisión.

El prelado y su canciller emitieron un pronunciamiento en el que hicieron énfasis en el valor de la vida y regular el empeño por vivir el tiempo litúrgico volviendo a mirar a Jesucristo.

Luis Adriano Piedrahíta dijo que a partir de la fecha se suspenden las celebraciones públicas de piedad popular en este tiempo de Cuaresma, previo a la Semana Santa, como es el caso de las procesiones, viacrucis, retiros conferencias y charlas cuaresmales, a no ser que no sobrepasen la asistencia de las 150 personas.

También se suspenden, hasta nueva orden, las misas que se celebran en centros comerciales, hoteles y lugares semejantes.

Se toma la medida de controlar la asistencia de fieles a cada una de las eucaristías, tanto las de los días de semanas como las dominicales, por tanto, se aumentará el número de misas, pero regulando la asistencia.

Precisa el obispo que 'en virtud de lo dispuesto en el Código de Derecho Canónico, todos los fieles samarios están exentos de la asistencia en la celebración dominical'.

'Recomiendo entonces, hacer oraciones en el ámbito de la casa, en familia o grupos de vecinos y seguir la Santa Misa por radio y televisión', enfatizó.

Además, en la celebración de la eucaristía se deben abstener de las siguientes prácticas:

Suprimir el gesto de la paz y recibir la Sagrada Comunión en las manos pero con la debida reverencia.

Asimismo solo se harán matrimonios, bautizos, funerales y actos penitenciales cuyo número de asistentes no sea superior a los 150 y se respete la distancia de seguridad mínima entre las personas.

Se suspenden las catequesis para niños y adultos.

Los templos deben seguir abiertos para visitas al Santísimo.

'Agradezco a los sacerdotes llevar a cabo estas recomendaciones, y a los fieles atenderlas y guardar la calma' dijo el máximo jerarca de la iglesia en Santa Marta.

Agregó que 'se debe vivir esta cuaresma singular, como una oportunidad inesperada para fortalecer la oración y la penitencia'.