
Cerca de 4 mil fieles asistieron a la celebración de la Misa Crismal presidida por el Arzobispo de Barranquilla, Monseñor Jairo Jaramillo Monsalve, junto a su Obispo Auxiliar, monseñor Víctor Tamayo, el Arzobispo Emérito de Cartagena de Indias, monseñor Carlos José Ruiseco y los 186 sacerdotes de la Arquidiócesis de Barranquilla.
La ceremonia eclesial inició con un sonoro aplauso de los asistentes de todos los rincones del Atlántico al Papa Emérito Benedicto XVI, quien desde el silencio de la oración, seguirá íntimamente unido a la Iglesia.
De igual manera, Monseñor Jaramillo pidió una súplica por Su Santidad Francisco, quien desde su elección ha permitido que en la Iglesia se continúe respirando un verdadero aroma de renovación.
Aprovechó el Arzobispo Jaramillo la ocasión de la Misa Crismal para hacer suyas las palabras expresadas en la homilía de la primera Misa del Ministerio petrino del Papa Francisco, durante la solemnidad de San José, resaltando tres características de este santo que tuvo la responsabilidad de ser el custodio de la Virgen María y de Jesús: la discreción, la humildad y la fidelidad.
Monseñor Jairo invitó a que los católicos se sintieran interpelados por la realidad de nuestro país, por tantos hermanos que sufren la violencia, que padecen por la desigualdad social, por la pobreza, por quienes mueren de hambre, por aquellos que permanecen en las cárceles, por los enfermos en las clínicas.