El Heraldo
Emilse Sarmiento, ayer la salida de la URI, donde interpuso la denuncia. Giovanny Escudero
Barranquilla

“El cobradiario me golpeó con el casco, tan duro que se me fue la vista”

La noche del martes, un prestamista gota a gota agredió a Emilse Sarmiento en su casa, en el barrio Montes • Vecinos incendiaron la moto en la que el agresor se desplazaba.

Frente a la terraza de la vivienda de Emilse Sarmiento Marriaga, una comerciante y vendedora de fritos de 48 años, todavía hay residuos y cenizas de la motocicleta incinerada por una enardecida turba que reaccionó ante la agresión de un par de  cobradiarios.

Los hechos se presentaron a las 7 de la noche del martes, en la calle 41 con carrera 24 esquina, cuando los motorizados que cobraban préstamos también conocidos como ‘gota a gota’, estacionaron la motocicleta enfrente de la residencia de la comerciante y en medio de una acalorada discusión, uno de los sujetos golpeó con fuerza la  cabeza de Marriaga, usando como objeto contundente su casco de protección.

“Yo estaba en mi cuarto cuando ellos llegaron y comenzaron a decir una sarta de vulgaridades y a patear la puerta. Como salió mi familia pensaron quién sabe qué, y el cobradiario me golpeó  con el casco, tan duro, que se me fue la vista y pensé que me iba a desmayar”, relató la mujer. Al mediodía de ayer salía de la Unidad de Reacción Inmediata (URI) de la Fiscalía, al terminar la diligencia en la que entabló la denuncia por agresión contra los dos cobradiario.

En su frente, Marriaga lleva un parche blanco para mantener la herida cubierta de la intemperie. Contó que en la noche del martes tuvo que ser atendida de urgencias en una clínica cercana en la que le suturaron la herida cogiéndole cuatro puntos.

Su hija Kimberly recordó que la situación se empezó a salir de control cuando los sujetos comenzaron a patear la puerta. “El tipo estaba alzadísimo y de repente le pegó a mi mamá y los vecinos, que estaban pendientes de la discusión, enseguida se le vinieron encima y los corretearon”.

De acuerdo con vecinos, la comunidad alterada la emprendió contra la motocicleta a la que empezó a lanzarle piedras.  Del tanque de gasolina empezó a escapar el líquido inflamable y uno de los presentes le tiró un fósforo encendido iniciando el fuego que en cuestión de minutos se convirtió en una especie de hoguera que consumió la máquina.

“Llegó la Policía cuando la moto estaba prendida y nos enteramos de que a los tipos los cogieron unas cuadras arriba y los llevaron a la URI. A mi mamá la llevamos enseguida a la clínica y después a la URI en dónde le tocó declarar”, agregó Kimberly.

Otro caso
Una vecina que pidió no revelar identidad aseguró que el lunes pasado también tuvo un problema con cobradiarios a pocas casas de la residencia de los Flores Sarmiento.

“Yo había prestado 100.000 y tenía una cuota de 3.000 diarios, y el lunes llegaron y les dije que si podían regresar que no tenía la plata en el momento y me dijeron que tenía que tenerles la plata así me tocara salir a robar. Patearon la reja y mi niño de 12 años se metió y le dieron patadas y lo golpearon. Los pelaos de por aquí salieron y ese tipo fue el que salió golpeado porque el otro se fue en la moto”, sostuvo. 

Sobre su situación, Emilse detalló que en junio realizó un préstamo de 500.000  para la compra de insumos de su negocio, una deuda a la que se comprometió a pagar en cuotas de $10.000 diarios, en 45 días. Dijo que se atrasó en el pago porque enfermó, pero que en los últimos días ha estado pagando puntual y “ahora solo debo $130.000”. En total -añadió- “con  intereses, tenía que cancelar 1 millón 80 mil pesos”, comentó la afectada.

“A esos tipos los soltaron enseguida porque estaban con un abogado y nos pidió que llegáramos a una conciliación porque ellos entendían que no fue nuestra culpa que hayan incendiado la moto y querían que se cancelara deuda y no hubiera más problemas, pero hoy no se presentaron”, agregó.

Buscar amparo policial
Josefa Cassiani, actual consejera para la seguridad y la convivencia ciudadana, señaló que lo primero que tiene que hacer una persona víctima de este tipo de agresión es buscar el amparo policial e instaurar una denuncia. También conminó a las personas a evitar el uso de estos prestamistas informales.

“Uno entiende que la gente en su necesidad recurra  a los cobradiarios, pero deben entender que esta no es una verdadera solución, porque estos sujetos además son usureros que se aprovechan de la situación”, señaló.

Agregó que la Policía ha estado pendiente, porque este tipo de situaciones ya se han presentado en otros sectores.

“Tenemos un Centro de Oportunidades y allí se les abren las puertas a las personas que necesiten mejorar sus ingresos. A esta familia le pedimos que se contacte con nosotros para poder brindarle el apoyo con la Policía para que constantemente esté vigilando su vivienda. Ante cualquier situación estaremos atentos”, concluyó la funcionaria.

Cómo operan
Los préstamos gota a gota generalmente funcionan como almacenes de variedades y cooperativas que establecen rutas principalmente en los barrios del Sur. Cada una tiene entre 200 y 300 clientes, cuyo control lo llevan motorizados en tarjetas de colores. En 2012 el Distrito a través de la Consejería para la Seguridad ideó la conformación de un grupo interinstitucional en el que participarían la Fiscalía, la Policía, la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales, Dian, y la Cámara de Comercio, para combatir el negocio ilegal de préstamos, pero la idea no prosperó. Aún no se ha logrado determinar cuántas organizaciones se dedican a este negocio debido a su funcionamiento ilegal.

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