En Riohacha, capital de La Guajira, un juez de la República realizó la primera audiencia en contra de Erik Mikhail Ternauskij, ciudadano venezolano señalado como el presunto asesino de una niña de 11 años. El crimen ocurrió en el barrio 2 de Febrero, dentro de la casa de la tía de la menor.
De acuerdo con las autoridades, la menor fue atacada con un objeto cortopunzante. En la vivienda se encontró el arma homicida y una sábana ensangrentada en la que el cuerpo fue envuelto. La escena fue descubierta por la hermana menor de la víctima, de apenas 4 años.
El informe forense revela que el cuerpo de la niña presentaba más de 30 heridas, incluyendo cortes en ambas muñecas y en el cuello, lo cual descarta cualquier posibilidad de que las lesiones hayan sido autoinfligidas, como lo insinuó el acusado en su declaración ante las autoridades.
Versión de la madre: “Mi hija no se mató”
Fidelsy Pérez, madre de la menor, expresó su dolor y su rabia en declaraciones a EL HERALDO. Según ella, tras cometer el crimen, el acusado se bañó, cambió de ropa y fue hallado fumando un tabaco, como si nada hubiese ocurrido.
“Él se bañó y cambió, y le dio más de 30 puñaladas a mi hija”, declaró entre lágrimas.
También confirmó que aún no se ha establecido si hubo abuso sexual. Según le han indicado las autoridades, los resultados de ese análisis especializado podrían tardar un mes. La familia espera que estos exámenes determinen si ese posible abuso fue lo que motivó el ataque.

Fidelsy también negó cualquier implicación de su actual pareja, padrastro de la menor, aclarando que ese día ambos estaban en Valledupar y que la niña había quedado al cuidado de un familiar.
La comunidad exige justicia
El crimen ha causado consternación en Riohacha. En el sepelio, familiares, amigos y vecinos realizaron una marcha de protesta con globos, carteles y el féretro de la menor, que culminó frente al centro de reclusión transitorio donde permanece detenido Ternauskij.
Durante la manifestación, varias personas alteraron el orden público y fue necesaria la intervención de la Policía, que instó a los manifestantes a retirarse, recordando que la investigación sigue en curso.
Uno de los asistentes expresó el sentir colectivo: “Pedimos justicia. Los niños no se tocan. Queremos que a esta persona se le dicte la pena máxima. No es justo cómo le arrebató la vida a un ser inocente e indefenso.”
La Fiscalía continúa recolectando pruebas. Algunos familiares de la víctima están colaborando con información que podría vincular a alguien cercano a la niña en el caso.
El Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) brinda apoyo psicológico a la hermana menor, quien fue testigo del trágico hallazgo. “Una psicóloga la está orientando, esto ha sido muy difícil desde todas las perspectivas”, comentó un allegado a la familia.
Para la próxima semana están programadas las audiencias de imputación de cargos y solicitud de medida de aseguramiento, en las que se presentarán las pruebas recabadas y un juez determinará la situación jurídica del acusado.