Varios sectores de La Guajira han mostrado inconformidad por la decisión de Cerrejón de trasladar sus oficinas de Bogotá a Barranquilla y no lo haya hecho a este departamento, que es donde mantiene su producción minera.
El Centro de Pensamiento Unidos por La Guajira-CPUG., como parte de la sociedad civil regional le ha solicitado al gobernador de La Guajira, Nemesio Roys Garzón, que se convoque de manera extraordinaria la Comisión Regional de Competitividad- CRC, con el objeto de que se puedan evaluar de manera colectiva las preocupaciones recientes surgidas con este anuncio.
'Conocemos, las limitaciones que mantienen los centros urbanos de La Guajira en la competitividad y gestión de empresas, pero también creemos que las capacidades faltantes se pueden lograr si de alguna manera la empresa en sus procesos de planificación hubiera comunicado con tiempo su deseo de relocalizar su administración a la Costa Caribe', expresan sus integrantes en la carta enviada al mandatario.
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Mientras tanto, Normando Suárez, exdirector departamental de Planeación opina que 'la gente de la península fue muy ingenua al volver artículo de fe el supuesto compromiso de la multinacional con el pueblo guajiro cuando la opinión de todo orden fue cooptada con la formulación en el papel de una estrategia de responsabilidad social empresarial'.
Agrega que, 'ojalá que se aprenda la lección para no repetir la historia con los nuevos megaproyectos que llegan a La Guajira presentándose siempre como redentores del departamento'.
Lo mismo expresa Cesar Arismendi, exdirector departamental de Planeación, quien dice que esta alternativa de trasladar la sede administrativa a La Guajira, debió ser considerada como una inversión y no un gasto ante el imperativo ético de demostrar que sus socios y accionistas no son solo buenos empresarios, que toman riesgos controlados, sino que son buenos ciudadanos.
'Las empresas que adoptan estas rutas en serio se humanizan. Entienden que no pueden generar riqueza en medio de la pobreza y por supuesto, ello genera tranquilidad, confianza y con eso los buenos y mejores negocios, el cariño y el respeto de los guajiros deben llegar. Queda claro que la mina de carbón y Puerto Bolívar son enclaves económicos y que La Guajira es valorada solo como campamento o lugar de trabajo extractivo. Se le denomina enclave a una factoría o empresa generalmente extranjera que desarrolla actividades productivas de amplia escala en lugares que especializan en la exportación y sin integrarse en el mercado local', añade a su opinión.
Lo que dice Cerrejón
Ante esta petición, la presidenta de Cerrejón, Claudia Bejarano, afirmó que la decisión se tomó con base en necesidades de infraestructura y conectividad, inclusive internacional.
'Cerrejón sigue siendo de La Guajira, ya que, de 10 mil empleados y contratistas, unos 9.900 están en este departamento y solo cien en Barranquilla, lo que significa que nuestro foco sigue estando en esta región', señaló.
Añadió que, además, la inversión social de la empresa tiene como prioridad el departamento de La Guajira. 'En los pagos de industria y comercio, predial y estampilla prodesarrollo fronterizo en el departamento y los municipios, Cerrejón paga $33 mil millones anuales, sin incluir regalías y la inversión social, lo cual es una cifra importante que no va a cambiar', enfatizó.
